En una provincia donde la escasez de agua no es tan acuciante a diferencia de lo que ocurre en el resto de la comunidad autónoma, y en pleno debate –casi permanente– sobre la financiación de las obras del desdoble del Canal de San Silvestre, la presa de Alcolea y el Canal de Trigueros, todas ellas sin ni siquiera fecha para su comienzo, es en el apartado de las infraestructuras donde la provincia de Huelva tiene su punto más débil.

Se trata de instalaciones obsoletas, sin una renovación necesaria y con un diseño que quedó anticuado hace tiempo. Sirva de ejemplo que las tuberías con las que se abastece tanto al Polo Químico, como a las producciones de frutos rojos y al propio abastecimiento de la población de la capital onubense y del área que la circunda, forman parte del propio tablero del puente Sifón, una vía sometida a constantes oscilaciones por el paso ininterrumpido de vehículos.

Esto ha determinado que la Demarcación Hidrógráfica del Tinto-Odiel-Piedras pida a los agricultores que dispongan de las infraestructuras necesarias como para tener suministro de agua disponible durante al menos seis días, mientras que solicita que las industrias del Polo Químico onubense, tengan reservas para tres. Las cantidades, según ha podido conocer Huelva Información, se obtienen como una estimación de lo que los técnicos de la Demarcación tardarían en hacer frente a cualquier interrupción del suministro que se pudiera producir. Éstas no son, dado el estado de conservación de las infraestructuras, descartables.

Conducciones de agua en el puente Sifón.

En cuanto a los productores de frutos rojos, su situación sería menos preocupante al haber llevado a cabo obras de almacenamiento de agua mediante balsas. El problema surge en el capítulo industrial. Según ha podido conocer Huelva Información, la preocupación en algunas de las empresas del Polo Químico es más que intensa, toda vez que supone “un freno a la inversión y a la llegada de nuevas iniciativas a la provincia de Huelva. Está claro que se tienen que hacer frente a las infraestructuras necesarias para tener previstas estas reservas, supone un freno a su posible llegada porque preferirían hacerlo en otros lugares donde no tengan que soportar estos gastos”.

La queja sobre el estado de las infraestructuras hídricas en Huelva es generalizada, a pesar de que “la industria las paga con el canon del agua que debe satisfacer”. Sirva como ejemplo la definición del anillo hídrico “que data de hace cuarenta años y debe ser renovado, ya que presenta múltiples deficiencias”. Entre ellas sobresale la línea que llega hasta la capital desde el Piedras, calificada como “única y envejecida” y que para más inri se encuentran enterradas en el tablero por donde circulan los vehículos en el puente Sifón, sometida a oscilaciones constantes al menos hasta el año 92 cuando entró en servicio el otro puente que conecta la capital con los municipios costeros.

Depósitos de agua en la barriada del Torrejón.

Desde el puente Sifón las cinco tuberías llegan hasta los depósitos situados detrás de los Salesianos y desde allí a través de la avenida Francisco Montenegro hasta las mismas inmediaciones de la Refinería de Cepsa. Otro de los ramales llegan hasta los campos de frutos rojos de Palos mediante la estación de bombeo del Tinto con un sistema también anticuado.

Según fuentes consultadas por Huelva Información “todo el sistema de suministro de agua tanto a la industria como a la agricultura, se encuentra en una situación de estrés poco sostenible en el tiempo”, de ahí las peticiones que tienen ambos sectores para disponer de reservas suficientes para hacer frente a posibles fallos que pueden producirse en cualquier momento.

Por el momento, ninguna de las infraestructuras que se han aprobado ya para hacer frente a tales déficits ha sido puesta en marcha, ni el desdoble del túnel de San Silvestre, ni la presa de Alcolea, ni el canal de Trigueros y lo peor es que no hay planes para hacerlo.

El agua a la capital llega a través del puente Sifón.