El aeropuerto Cristóbal Colón estará en la costa, entre Gibraleón y Cartaya. No es caprichosa esta ubicación. Los principales destinos turísticos de la provincia quedarán muy cerca y también una buena parte de las explotaciones agrícolas, que buscan vías para acceder a nuevos mercados.

Los dos sectores son los más interesados en que salga adelante el proyecto. Se ha estimado un presupuesto de entre 81 y 85 millones de euros, según el escenario elegido, vinculado al tráfico de pasajeros al que se aspire.

El Resumen Ejecutivo del proyecto del Cristóbal Colón, al que ha tenido acceso Huelva Información, refleja la vinculación de la infraestructura con turismo y agricultura, el potencial de ambos sectores en Huelva y la proyección que les daría contar con un aeródromo para abrirse al exterior de forma directa.

Hay datos concluyentes, como que los 175.000 turistas extranjeros que llegan cada año a la provincia podrían ser 900.000 por la oferta de plazas hoteleras existentes. O que los tiempos de llegada se acortarían notablemente: Bilbao a una hora y media, y Múnich o Londres, a tres.

También que los 23 días que tarda en llegar mercancía a China, o las cuatro semanas a Japón, en los cauces actuales, podrían reducirse a 24 o 48 horas. Y en mucho menos tiempo a Europa, lo que permitiría exportar productos agroalimentarios de mucha más calidad, favoreciendo la transformación en Huelva y mejorando la competitividad.

No es el cuento de la lechera. Números sólidos acompañan el Plan de Viabilidad, fundamentados en la realidad de los dos sectores y en sus necesidades de desarrollo actuales. Por eso se calcula que la implantación del aeropuerto y su evolución natural a medio plazo podría tener un impacto de más de mil millones de euros en la economía onubense, con la creación de más de 12.000 empleos en todos los ámbitos.

El Plan Director se ha ajustado aún más para garantizar la viabilidad con el "mínimo indispensable" pero abierto a futuras ampliaciones. El aeropuerto, aseguran, es ahora más posible que nunca.