La ilusión de llegar a ser torero

LA ilusión de convertirse en torero y el sueño de llegar a serlo. La gran mayoría de los aficionados a los toros ha dicho alguna vez, en su más temprana edad, eso de "Papá, yo quiero ser torero". Algunos se conforman con dejar brotar su arte con toallas y paños de cocina, mientras que a otros la fiebre no se les calma y luchan por la mayor de sus ambiciones en una escuela taurina.

Situada en el exterior del coso de La Merced, la llamada Huelva Zone acogió el día de ayer una demostración, dentro de las actividades culturales que se vienen desarrollando en este espacio durante las Fiestas Colombinas, en la que destacaron la ilusión y las ganas de los más jóvenes, esos niños que sueñan con hacer el paseíllo algún día junto a los que hoy son sus ídolos. Con su maestro Curro Camacho, los niños de la Escuela Taurina de Sevilla-Amate sacaron el toro a la calle y exhibieron lo que llevan aprendido. Temple, valor, sangre fría, técnica y elegancia son algunas de las características de los grandes toreros, y los jóvenes aspirantes dieron cuenta de ello capote en mano en el exterior de la plaza de La Merced.

Curro Camacho recalcó la importancia de las clases prácticas para que el arte del toreo se mantenga vivo. "Si llevas a los niños a plazas y los vas enseñando, el día de mañana estarán preparados para ir a plazas mayores", explicó. Sin embargo, explicó que dentro de las escuelas hay que cuidar que ningún niño tenga privilegios frente a otros por sus recursos o por su nombre, ya que "en muchas ocasiones ocurre que a los que valen, no les hacen caso". Las edades de los jóvenes a los que el maestro enseña el arte del toreo van desde los 5 hasta los 21 años. "Los míos intentan torear, al menos yo intento ponerlos", no obstante la dificultad es la gran cantidad de alumnos frente a "las pocas corridas y los pocos toros", así como la falta de ayudas que Camacho reivindica. Las ganas, en ocasiones, no son suficientes en las escuelas taurinas, porque "son niños con mucha ilusión que sueñan con llegar a ser una figura del toreo, aunque después ven la realidad, cuando llegan a los 18 o 20 años y ven que no hay manera", afirmó el maestro.

Uno de sus alumnos, Cano, lleva más de media vida toreando. Está con el capote prácticamente desde que comenzó a andar, desde los 3 años, y tiene claro que quiere convertirse en una figura del toreo: "Mi sueño es torear algún día en una gran plaza", afirma. Lo que más le gusta es "la muleta", y su ídolo es Juan José Padilla.

Rodrigo Molina, Juan Carlos Berrocal, Darío Cañas, Juan Pedro García Calerito, Jesús Cuesta, Sergio Gonçalves, Peti Chico e Ismael Jiménez Rojas son los jóvenes que participaron la tarde de ayer en la clase práctica en la Plaza de Toros de La Merced, llegados desde escuelas taurinas de Andalucía, Extremadura y Portugal, y que sueñan algún día con llegar a ser toreros.

La carpa Huelva Zone, abierta hasta el próximo domingo en horario de 12:00 a cierre, es un punto de encuentro para los aficionados del mundo taurino en Huelva que se estrena en Colombinas y supondrá un valor añadido, una oportunidad para prolongar la jornada, antes y después de las corridas, según afirmó en su presentación el concejal de Presidencia y Relaciones Institucionales del Ayuntamiento de Huelva, Antonio Ramos

Es una iniciativa de la empresa Tendido Comunicación, en colaboración con la Consejería de Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía y otras empresas andaluzas dentro del proyecto Territorio Toro que con el apoyo del Ayuntamiento de Huelva, arrancó el pasado martes en la capital onubense con la intención de recorrer las principales ferias taurinas de la comunidad autónoma. De esta forma, la gastronomía onubense, a través de la empresa Excelencias de Huelva, visitarán junto a Tendido Comunicación numerosos municipios andaluces en paralelo al calendario taurino, que se prolonga hasta el mes de octubre.