Vía Augusta
Alberto Grimaldi
La conversión de Pedro
Huelva se vuelca con la Magna Mariana y se echa a la calle. Numerosas personas se concentraron en las inmediaciones de los diferentes templos para ver salir a las imágenes y acompañarlas por parte del recorrido, así como en distintos puntos de los itinerarios para poder presenciar y ser testigos de un acontecimiento histórico, con momentos únicos e irrepetibles. La Hermandad del Perdón fue la primera en salir del templo con su titular, Nuestra Señora de los Dolores. Realizó el trayecto más largo para incorporarse a la comitiva. A las tres y media de la tarde atravesó el dintel de la puerta de la Iglesia de Santa Teresa, en La Orden, para dirigirse por el Conquero al centro de la ciudad, acompañada por vecinos y devotos. En el Obispado, aguardaba el obispo, Santiago Gómez, que ante el paso de palio le rezó un Ave María.
El verdadero protagonismo de la jornada lo tuvo la Virgen María en sus veinticuatro advocaciones. Veinticuatro imágenes de gran devoción en distintas localidades onubenses: Nuestra Señora de la Paz (Hermandad de Mutilados), Nuestra Señora de los Dolores (Hermandad del Perdón), María Santísima de los Dolores (Hermandad de los Judíos), Nuestra Señora de la Salud (Hermandad de la Salud), María Santísima del Rosario (Hermandad de la Sagrada Cena), María Santísima de la Amargura (Hermandad del Nazareno), María Santísima del Refugio (Hermandad de Pasión), Nuestra Madre y Señora de los Dolores (Oración en el Huerto) , La Victoria (Hermandad de la Victoria), La Esperanza (Hermandad de la Esperanza) de Huelva, junto a la Patrona de la ciudad, la Virgen de la Cinta; María Auxiliadora y Nuestra Señora del Valle, de La Palma del Condado; Nuestra Señora de la Estrella, de Chucena; Nuestra Señora del Mayor Dolor, de Aracena; Nuestra Señora de los Remedios, de Villarrasa; la Virgen de la Peña, de Puebla de Guzmán; Nuestra Señora del Socorro, de Rociana; Nuestra Señora de los Ángeles, de Alájar; María Santísima en su Soledad y Nuestra Señora de las Angustias de Ayamonte; la Virgen de los Milagros, de Palos; la Virgen de la Bella, de Lepe y la Virgen de Montemayor, de Moguer.
Las sillas del recorrido oficial empezaron a ocuparse horas antes del paso de la primera imagen. Ante el Ayuntamiento, autoridades civiles y militares. A las siete menos veinte de la tarde, sonó el Himno de España cuando la cruz de guía entró en el recorrido oficial, seguida de un gran aplauso, y desde la Diócesis de Huelva se apuntó que era "una oportunidad de oración compartida y de encuentro fraterno" e invitó a vivir este acontecimiento histórico con "recogimiento, respeto y alegría". También agradeció al Consejo de Hermandades y Cofradías, administraciones, patrocinadores, entidades privadas y voluntarios que contribuyeron al buen desarrollo de "este acto de fe"
Tras la cruz de guía, el paso de Nuestra Señora de la Paz, de la Hermandad de Mutilados, de Huelva, a la que se pidió que intercediera por "la paz entre las naciones y el mundo entero". Las imágenes fueron avanzando entre nubes de incienso y vítores. Pararon cada una de ellas delante de la presidencia, donde estaba el obispo, Santiago Gómez, acompañado por el emérito, José Vilaplana, y la alcaldesa de Huelva, Pilar Miranda, y se les rezó un Ave María. Los alcaldes de las localidades que participaron con sus imágenes en la Magna formaron parte de la comitiva, éstas ofrecieron estampas inéditas e históricas, entre numerosos vivas. La Hermandad de la Sentencia llevó con orgullo a su titular, la Virgen de la Salud, en su primera salida bajo palio, exornado éste con flores beige, entre las que había pequeñas palomas blancas.
A Nuestra Señora de los Remedios, de Villarrasa, le cayó una lluvia de pétalos al entrar en el recorrido oficial, al acceder a la céntrica Plaza de las Monjas; a Nuestra Señora de los Ángeles, de Alájar, vecinos de la localidad le aplaudieron con intensidad, seguido de vítores y el paso se volvió hacia ellos. También hubo muchos aplausos para la Virgen de la Bella, de Lepe.
La solemnidad de la procesión por el recorrido oficial dio cabida a los danzadores de la Virgen de la Peña y su danza de las espadas, que se llevó a cabo tanto al inicio del recorrido oficial, en la plaza de las Monjas, como en la Gran Vía, lo que fue premiado con un gran aplauso por parte de las personas allí presentes, una pequeña muestra de las tradiciones y costumbres en torno a la devoción a la Virgen. En la comitiva, mujeres con mantilla blanca acompañando a la Virgen de la Bella, de Lepe.
A Nuestra Señora de los Ángeles, Patrona de Alájar, se le dedicaron vivas desde el público, que fueron seguidas por las personas que iban en cortejo. El paso con la pequeña imagen se volvió hacia la presidencia, donde, al igual que a las otras imágenes, se le rezó un Ave María. Al paso de la Virgen de Montemayor, de Moguer, por el Ayuntamiento, el delegado de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Álvaro Burgos, lanzó un fuerte: "¡Viva la Virgen de Montemayor!".
Con palmas por Huelva fue recibida en la carrera oficial la Patrona de la ciudad, la Virgen de la Cinta, y con las personas puestas en pie, con ella se cerró la comitiva.
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