Huelva vuelve a lucirse en la gran pantalla con una película sobre los templarios

Los paisajes de la provincia onubense han sido elegidos por muchas producciones de la gran pantalla para rodar algunas de sus escenas por su impactante belleza, motivo por el que ha vuelto a ser elegia. Huelva protagoniza en esta ocasión el último trabajo cinematográfico del director onubense Yeray Chaves, Código Fuente, cuyo estreno está previsto para 2026.

La provincia y su entorno no solo sirven de escenario, sino también de motor narrativo en esta historia donde el cineasta se adentra en la riqueza histórica del territorio onubense para introducir al espectador en la odisea que vivieron los templarios al llegar a Huelva, "destacando su paso por la Isla de Saltés y por la Sierra hasta establecerse en Jerez de los Caballeros, en la provincia de Badajoz", señala el director.

Se trata de un largometraje de ciencia ficción que se desarrolla en varios espacios temporales. La trama transcurre en un futuro ficticio, en el año 2067, dónde las redes sociales no existen y la tecnología está muy atrasada. Tras una nueva guerra civil, un científico perteneciente al bando de la resistencia decide crear clones de soldados ya fallecidos, siendo dos de estos templarios, que recordarán a lo largo de la historia su pasado "en micro escenas como si tuvieran déjà vu", detalla Chaves. Estos flashes de memoria se integran como elementos clave en la construcción de la narrativa, conectando pasado y futuro en un solo hilo argumental para mostrar cómo el pasado resuena en el futuro.

La película se apoya en "importantes acontecimientos históricos" que atravesará su protagonista llevando al espectador a través de la historia de Huelva y de sus paisajes, ya que parte del trabajo se ha grabado en la propia provincia onubense para recoger lugares con un gran valor visual y simbólico. El enfoque visual está diseñado para poner en valor la riqueza paisajística de la zona, convirtiéndose casi en un personaje más de la historia. El film otorga protagonismo al espacio natural de la Isla Saltés, donde se encuentra un importante yacimiento arqueológico ubicado entre la Ría de Huelva y el Paraje Natural Marismas del Odiel. También se podrá disfrutar de enclaves de la sierra de Aracena, considerados por Chaves como "icónicos espacios". Estos escenarios naturales refuerzan el carácter atemporal de la historia, sirviendo como puente entre los siglos y como testigos silenciosos del paso de los protagonistas.

Además del marcado sabor onubense en las localizaciones, también lo tiene en el elenco, que cuenta con una gran participación de talento de la provincia. Faly Mojarro, Tano Rodríguez, Rocío García, Rafa Romero, Javier Montes, Leopoldo Encinozo, Carlos López y la incorporación de Claudia Moray son parte del reparto que da vida a esta película. La apuesta por actores locales refuerza la identidad onubense del proyecto y permite un acercamiento más auténtico a las raíces culturales de la provincia.

Con este trabajo, Yeray Chaves se sumerge en las raíces de su tierra para dar forma a su proyecto más ambicioso hasta la fecha, donde la narrativa visual, que no deja lugar al desaliento, juega un papel fundamental. La historia, salpicada de giros inesperados, promete mantener al público en vilo, atrapado no solo por el argumento, sino también por la belleza y fuerza de los paisajes de Huelva. Código Fuente, no solo busca entretener, sino también reivindicar el valor cultural y natural de Huelva en el imaginario colectivo del cine.

Un cortometraje a modo de adelanto

Antes de poder disfrutar de Código Fuente, se prepara un proyecto paralelo a modo de adelanto. Brujo, los hechizos de Avalon es el título del cortometraje que precederá a la película y que llegará "en octubre", asegura el director. Esta pieza corta funcionará como una introducción al universo narrativo del largometraje, ofreciendo claves visuales y temáticas que serán desarrolladas más adelante.

Las grabaciones de este proyecto comenzaban lejos de casa, en Jerez de los Caballeros y que les ha llevado también hasta un castillo abandonado en el municipio sevillano de El Coronil. "Fue un descubrimiento y algo mágico para la escena", asegura el cineasta dejando latente la importancia que tendrán los espacios para ambos proyectos.

"En el largometraje se irá explicando lo que se vio en el cortometraje", indica Yeray Chaves que encuentra en este trabajo, con un marcado acento de su tierra, su duodécimo largometraje, que seguro que no será el último.