Cuando Huelva buscó su propio Nessie: Así nació el mito del monstruo de El Portil
Huelva Paranormal
Un extraño animal que despertó la curiosidad de vecinos y medios en los años 90 podría haber sido un invento promocional para impulsar el turismo, aunque la presencia de tortugas exóticas de gran tamaño también explica muchos de los avistamientos
Un testimonio reabre el interés por un avistamiento ovni en Huelva en 1997
A mediados de los años noventa, un extraño episodio llamó poderosamente la atención de vecinos y medios locales en la costa onubense. En el entorno de la laguna de El Portil, un enclave natural situado en el término municipal de Punta Umbría, comenzaron a circular rumores de la presencia de un animal desconocido, descrito por algunos como un “monstruo” que habitaba sus aguas. Lo que empezó como un curioso rumor veraniego terminó convirtiéndose en uno de los casos más singulares del folclore reciente andaluz, a medio camino entre la criptozoología, la confusión y la diversión turística.
La laguna de El Portil
La laguna de El Portil es un espacio natural de unas 16 hectáreas, formado por el represamiento de varios arroyos debido a la acción de las dunas móviles del litoral. Declarada Reserva Natural por la Junta de Andalucía en el año 1989, constituye un ecosistema de gran valor ecológico. Su vegetación combina juncos, espadañas, castañuelas y fanúnculos, junto a masas de alcornoques, sabinas, pinos y jaras en su entorno. Este mosaico vegetal da cobijo a una fauna diversa, especialmente aves, ya que la laguna es utilizada como lugar de paso migratorio y zona de invernada. Cigüeñas, cormoranes, garzas reales y distintas especies de patos son habituales en el paisaje.
Fue precisamente en este entorno donde, durante el verano del año 1994, se comenzó a hablar de la supuesta aparición de un animal de grandes dimensiones en la laguna. La noticia despertó la curiosidad de los vecinos y visitantes, que se acercaban a la orilla con la esperanza de observar algo fuera de lo común. Pero lo único llamativo que muchos afirmaron ver fueron grandes tortugas, algunas de más de medio metro de longitud, que tomaban el sol en las zonas tranquilas del agua. Para algunos, estos reptiles podían ser la explicación racional detrás de los relatos exagerados; para otros, no bastaban para acallar la idea de que algo más habitaba en el fondo de la laguna.
Durante años, el caso quedó envuelto en un halo de rareza y de ambigüedad. La falta de pruebas concluyentes y la ausencia de nuevos testimonios hicieron que el supuesto “monstruo de El Portil” pasara a formar parte de la rumorología de estos temas. Sin embargo, en septiembre de 2009, en PuntaRed.es, un usuario identificado como Abraham Morales dio una versión radicalmente distinta de los hechos.
Según este testimonio, Abraham Morales se presentaba como hijo de Pepe Morales, alcalde de Punta Umbría en el año 1994. En su mensaje afirmaba que la historia del monstruo no fue fruto de un error ni de una confusión, sino el resultado de una estrategia deliberada para fomentar el turismo en una época de dificultades económicas para la zona. De acuerdo con su relato, en la iniciativa habrían participado el propio alcalde, un constructor vinculado a Nuevo Portil, el director de un medio de aquellos años y un publicista. Cada uno habría aportado recursos o visibilidad para convertir la historia en noticia de portada y generar expectación.
“... y por si algunos no saben la historia se la voy a contar. En el verano del 94, mi padre junto a un constructor de Nuevo Portil, el director del periódico de aquella época y un publicista decidieron crear una noticia para promover el turismo que por aquellos años estaba de capa caída. El publicista se encargó de pagar camisetas y demás que se hicieron, el constructor puso su dinero, el director del diario hizo que la noticia fuese portada y mi padre fue el que dio la cara”.
Obviamente no aportó pruebas, siendo todo especulativo pero si se acepta esta versión, el “monstruo” de la laguna habría sido poco más que un reclamo, un equivalente local y modesto del famoso monstruo del lago Ness, adaptado a la realidad onubense de los años noventa.
No obstante, la confirmación definitiva de esta hipótesis resulta complicada pues el periódico con esa información no existe –o no está disponible- elementos más llamativos que se mencionan figura incluso la existencia de una supuesta fotografía del alcalde dentro de la laguna, alimentando al “monstruo” con gallinas, una imagen que, de existir –que mucho lo dudo-, se habría convertido en pieza fundamental para entender el alcance de la campaña.
Más allá del componente mediático, el caso de El Portil también llama la atención en una cuestión ambiental real como es la presencia de tortugas exóticas en espacios naturales. Muchas de las tortugas observadas en la laguna eran conocidas popularmente como tortugas de Florida, una especie que durante años se vendió como mascota doméstica. Al crecer más de lo esperado y requerir cuidados específicos, no pocas acabaron siendo liberadas en entornos naturales. En lugares como El Portil, con abundante alimento y ausencia de depredadores naturales, estas tortugas pueden alcanzar tamaños considerables y comportarse como especies invasoras.
Algunas variedades son carnívoras y pueden alterar el equilibrio ecológico, desplazando a especies autóctonas. Así, lo que para algunos fue un “monstruo” legendario no era más que el resultado visible de un problema ambiental derivado de la acción humana. Con más espacio y recursos, estos animales prosperan y llaman la atención de quienes no esperan encontrar reptiles de gran tamaño en una laguna costera.
Hoy, el “monstruo de la laguna de El Portil” sigue siendo una historia quimérica y más de este mundo que de la criptozoología, todo ello alimentado por recuerdos, testimonios tardíos y lagunas documentales. Entre la anécdota turística, el rumor y la explicación ecológica, el caso refleja cómo se construyen y deconstruyen los mitos contemporáneos.
*Si ha tenido alguna experiencia paranormal, de cualquier tipo, no dude en comunicarse conmigo. Investigaré gratis su caso (como siempre lo hago) y trataré de ofrecerle respuestas: contacto@josemanuelgarciabautista.net
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