Los hoteles rurales resisten la crisis con unos buenos niveles de ocupación

La fundadora de Rusticae, Isabel Llorens, compartió su experiencia como emprendedora en el campus de La Merced

Isabel Llorens -izquierda- conversa con el director general de la Cámara de Comercio, Arsenio Martínez.
Isabel Llorens -izquierda- conversa con el director general de la Cámara de Comercio, Arsenio Martínez.
Enrique Morán / Huelva

27 de febrero 2010 - 01:00

La pregunta es inevitable en estos duros tiempos: ¿Están siendo afectados los hoteles rurales y en general, los pequeños hoteles por los efectos de la crisis económica? La respuesta es que no. Así al menos lo considera Isabel Llorens, socia fundadora y codirectora de Rusticae-Club de Calidad, que impartió ayer una conferencia en el campus de La Merced, bajo el título: Rusticae, un caso de éxito turístico.

La empresaria fue invitada por la Cátedra Extenda y la Cátedra Caja Rural de Empresa Familiar de la Universidad de Huelva (UHU) dentro del primer ciclo de conferencias, que constituye un foro para la formación y el debate de empresarios familiares y expertos en mercados exteriores denominado En familia para la internacionalización. En la actualidad, Rusticae trabaja con 120 hoteles en España aunque su actividad se ha extendido en otras naciones como Portugal, Argentina, Chile o Andorra pasando en su conjunto de los 200 establecimientos.

Cada hotel debe pagar una cuota para formar parte del club de Rusticae y éste es una garantía de calidad ante el cliente, aparte de que se encarga de su promoción y actúa como canal comercial de reserva de clientes. En Huelva sólo hay hoy en día un hotel perteneciente a este club: Los Mimbrales, en Almonte.

Incidiendo en el momento actual del sector, Isabel Llorens explicó que "estos hoteles -en los que se incluyen los rurales y los pequeños establecimientos con encanto de las ciudades- no han entrado en la guerra de precios y han seguido basando su actividad en prestar un buen servicio. Durante este tiempo están teniendo niveles de ocupación muy parecidos a los de antes de la crisis o incluso más altos en algunos casos".

Rusticae establece unos parámetros muy rigurosos a la hora de aceptar un establecimiento hotelero en su cadena. Su éxito ha sido permanente desde que la iniciativa se pusiera en marcha en 1996 y es la apuesta por la calidad la clave de ese auge constante; una calidad que se puede garantizar mejor en un pequeño establecimiento, según Llorens, sobre todo en estos tiempos de recortes en los que vivimos.

La experiencia empresarial compartida por Llorens en el campus de La Merced ante empresarios y estudiantes de la UHU, está plasmada en buena medida en Pioneras, un libro que ha escrito junto a su socia Carlota Mateos.

Llorens reflexionó sobre el afortunado cambio de mentalidad producido en las administraciones que "en estos últimos años se han decidido a fomentar el espíritu emprendedor en España, algo de lo que estábamos un poco escasos". En algo más de una década, la marca Rusticae se ha convertido en sinónimo de calidad, que ha supuesto un punto de referencia en el maremágnum de hoteles rurales que se produjo a finales de la década de los 90. Pero junto a la idea de que Rusticae representara algo así como una familia de hoteles de calidad, la propia empresa se sometió en 2004 al proceso para el logro de la certificación ISO 9001 lo que supuso un enorme esfuerzo, teniendo en cuenta además de que estamos hablando de una pyme.

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