Huelva

Emotivo homenaje a los héroes de la Segunda Guerra Mundial enterrados en Huelva

Acto de homenaje en el cementerio británico de Huelva.

Acto de homenaje en el cementerio británico de Huelva. / Alberto Domínguez (Huelva)

Lest we forget. La memoria y el recuerdo siguen vivos 80 años después del accidente (o derribo) de los sargentos Geoffrey Lennox Avern y Philip Bernard Crossan. Cayeron sobre Gibraleón cuando volaban en dirección a Oriente Próximo con escala en Gibraltar en su Bristol Beaufighter Mk. VIc con matrícula T4936 perteneciente al 236 escuadrón de la Royal Air Force. La Segunda Guerra Mundial asolaba el planeta y los dos jóvenes dieron su vida en la lucha con la sombra de tiranía. Desde entonces descansan en un rincón del cementerio británico de Huelva bajo el epitafio: “Por el honor, la libertad y la verdad sacrificó su gloriosa juventud”

Un grupo de veteranos de la Royal British Legion residentes en el Algarve, encabezados por Chris Wright, asumió el empeño de honrar el sacrificio de sus compatriotas. 80 años después rindieron un sencillo y emotivo homenaje acompañados por representantes militares de la embajada británica y de la australiana en España. Junto a ellos estuvieron onubenses descendientes de los ingleses enterrados en el camposanto, amigos y el alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, junto a los concejales de Cultura y Turismo, Daniel Mantero y Francisco Baluffo.

Todos ellos depositaron flores ante las tumbas de los dos pilotos de la RFA y rindieron un minuto de silencio cargado de simbolismo. El cielo es el límite reza el poema que abrió el acto, unos versos que glosaron la figura de unos héroes caídos para los que “el cielo es el límite para los ángeles que son azules”.

En nombre de las autoridades militares, el capitán de la armada australiana, Bruce Legge, señaló que el homenaje “no glorifica la guerra, sino que sirve para recordar, honrar y dar las gracias a aquellos que sacrificaron tanto en nuestro nombre”. Recordó la vigencia del recuerdo cuando “nos encontramos hoy, y con una familiaridad desgarradora, las imágenes de combates bélicos catastróficos y desgarradores”. En clara alusión a la invasión de Ucrania sostuvo que “el horror de la guerra se ha cebado de nuevo con Europa, una guerra no provocada, injusta e ilegal (…). Una vez más un régimen autoritario tiene amenazado nuestro orden internacional basado en normas. Este no es el mundo que queremos, ni para nosotros, ni para nuestros vecinos, ni para nuestra región. Desde luego no es un mundo que queramos para nuestros hijos”.

Bruce Legge recordó los quince valores que acompañan en Canberra la tumba del soldado desconocido: “Recurso, candor, devoción, curiosidad, independencia, camaradería, ascendencia, patriotismo, caballerosidad, lealtad, frialdad, control, audacia, resistencia y decisión”. Por todo el mundo, las lápidas marcan “donde yacen nuestros hombres y mujeres”. En homenaje a todos ellos recitó unos versos de la autora australiana Dame Mary Gilmore: “No están muertos, ni siquiera rotos/ solo su polvo ha regresado a la tierra;/ porque ellos, los esenciales, renacerán/cada vez que se hable de ellos”. Es por ello que el homenaje a los sargentos Avern y Crossan supone “una especie de renacimiento”. “Mirando hacia adelante podemos celebrar, mirando hacia atrás recordamos”, concluyó. Por parte de la RAF y como agregado militar en la embajada del Reino Unido en Madrid acudió el capitán Ian Clarke.

El alcalde de la ciudad, Gabriel Cruz, valoró “la carga emotiva y el valor de un homenaje que es una muestra del compromiso de nuestra sociedad actual con todo lo que sucedió hace 80 años”. Los veteranos británicos rinden tributo “a quienes entregaron su vida porque tengamos una sociedad mejor”. Ante los últimos acontecimientos de Ucrania, los ejemplos de los dos pilotos de la RFAF caídos en Huelva “nos alumbran para que no se vuelvan a repetir los errores que seguimos cometiendo como sociedad”. Huelva como ciudad de último descanso de los héroes allí enterrados “se suma al compromiso de trabajar por la paz de los pueblos. Nos sentimos deudores de todos estos jóvenes y nos sumamos orgullosos”. El regidor incidió en el compromiso del Ayuntamiento “para la recuperación del cementerio inglés como espacio de homenaje a la libertad y patrimonio onubense”. En este sentido, el consistorio mantiene negociaciones con la iglesia anglicana, propietaria del camposanto, para firma un convenio que le permita intervenir en él.

Dos coronas de amapolas rojas, la flor que simboliza a los británicos caídos en todas las guerras desde las batallas en Flandes de la Primera Guerra Mundial, cubren las tumbas de los sargentos de la RAF que yacen en Huelva. Para que no olvidemos.

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