Huelva

Las historias que cuentan los nombres de Huelva

  • Un Trabajo Fin de Grado analiza las denominaciones de lugares públicos y privados de la capital y la provincia

Tienda flamenca El Ajolí en la capital onubense.

Tienda flamenca El Ajolí en la capital onubense. / F. J. González Báez (Huelva)

Por qué los supermercados El Jamón se llaman precisamente así, qué reclamo específico representa en Huelva la tienda flamenca El Ajolí, marcas que han trascendido las fronteras provinciales, o qué explica que el desaparecido Hospital Manuel Lois fuera conocido popularmente como El Agromán.

Son algunos de los lugares públicos y privados que han llamado la atención del estudiante moguereño Francisco Javier González Báez, que ha tomado estos ejemplos, y alguno más, en su Trabajo Fin de Grado titulado Crematonimia urbana: Algunos modelos diferenciales onubenses. Con la calificación de sobresaliente, ha sido el culmen de los estudios de Filología Hispánica en la Universidad de Huelva que acaba de finalizar.

Francisco Javier González Báez, filólogo por la UHU y autor del TFG sobre crematonimia. Francisco Javier González Báez, filólogo por la UHU y autor del TFG sobre crematonimia.

Francisco Javier González Báez, filólogo por la UHU y autor del TFG sobre crematonimia. / M. G. (Huelva)

Esta palabra no dice mucho al público general pero bajo el paraguas de ese término extraño para los ajenos a la lingüística se encierra parte del patrimonio histórico y cultural de la provincia. El trabajo parte de un marco más amplio como es el estudio del paisaje lingüístico de la ciudad, en el que comenzaron a fijarse cuando cursaba el grado de Filología con motivo de la pandemia. Qué comunicaban los balcones cuando no era posible establecer contactos más directos. Al frente, su profesora y también tutora del TFG, Victoria Galloso, coautora con Montemayor Martín del Diccionario de onubensismos. Patrimonio lingüístico de Huelva para su conservación y enseñanza, editado por el Servicio de Publicaciones de la UHU.

El antiguo hospital Manuel Lois de Huelva, también conocido como El Agromán. El antiguo hospital Manuel Lois de Huelva, también conocido como El Agromán.

El antiguo hospital Manuel Lois de Huelva, también conocido como El Agromán. / Alberto Domínguez (Huelva)

Los nombres también cuentan cosas e incluso plantean preguntas. El hospital Manuel Lois García comenzó a llamarse así en 1954, dos años después de que la empresa constructora Agromán entregara la obra del entonces Instituto Nacional de Previsión. Esta denominación honraba a un soldado de Infantería de Marina nacido en A Coruña que evitó una explosión en su barco pero falleció quemado. Sucedió en aguas del norte. En su análisis, Francisco Javier González se pregunta “por qué ese nombre en Huelva” y sobre todo, la razón que condujo a muchos onubenses a renombrarlo como El Agromán, “incluso en Moguer se siguen refiriendo al hospital así”.

Mediante este bautizo por aclamación popular pasó a tener lo que se llama un nombre social y que este ya graduado explica por dos motivos: el cartel de la constructora “era más grande y reconocible” que el del propio centro sanitario, y esa compañía “ofrecía trabajo a los onubenses, de manera que se fue expandiendo”.

El Edificio Gota de Leche mantiene su estética, su denominación y su función social. El Edificio Gota de Leche mantiene su estética, su denominación y su función social.

El Edificio Gota de Leche mantiene su estética, su denominación y su función social. / Alberto Domínguez (Huelva)

En el Edificio de la Gota de Leche permanece su nombre y el espíritu de servicio social con el que se fundó en 1923 como Instituto de Municipal de Puericultura y Maternología. Nació para ofrecer “labores sociales, sobre todo de pediatría y para la alimentación de niños desnutridos”, explica el autor. Desde la perspectiva lingüística, este enclave cuenta con un “nombre fijo de carácter histórico y conmemorativo”. Su función original se mantuvo hasta 1986, permanecen “la estética y el nombre, la función ha evolucionado para atender necesidades más actuales”, hoy es un edificio municipal que acoge un Centro Social.

Cuando el matrimonio formado por Francisco Díaz y Manuela Orta abrió allá por 1968 su comercio en Lepe, no imaginaron que sería el primero de los más de 250 con los que cuenta la cadena El Jamón en 2022. También en este caso el público tuvo mucho que ver en ese nombre, se podría decir que los clientes le adjudicaron un nombre social y los comerciantes lo hicieron oficial, según lo investigado por el autor del TFG. El antecedente de esta primera tienda fue un puesto en el mercado de abastos de la localidad lepera propiedad del padre de Manuela y por tanto suegro de Francisco. “La gente decía: vamos a comprar jamón an cá Paco Díaz porque parece ser que era el producto más destacado” y de esa manera creció en todos los aspectos y su eslogan, señala González, evolucionó en paralelo de “El supermercado onubense a El supermercado andaluz y el actual El súper cercano”.

Uno de los más de 250 supermercados de la cadena onubense El Jamón. Uno de los más de 250 supermercados de la cadena onubense El Jamón.

Uno de los más de 250 supermercados de la cadena onubense El Jamón. / F. J. G.

Una palabra constituye un onubensismo si se origina en Huelva, o tiene un significado especial en ese territorio, así lo define Galloso en su diccionario de términos relacionados con la provincia. Para el autor de este trabajo, la tienda de moda flamenca El Ajolí reúne las dos características porque “hace referencia a un lugar concreto de la provincia, el puente que cruza el arroyo de La Garzas entre Hinojos y Almonte y tiene un significado especial por su relación a una romería, la de la Virgen del Rocío, en la que la moda flamenca es importante”. Por ello, la denominación de esta empresa familiar creada por Pepe Jiménez y Pepa Morcelo en 1981 en San Bartolomé de la Torre “destaca sobre otras” del mismo sector. Además, añade, “muestra la libertad de los nombres comerciales” en un ejemplo que conecta con “una festividad de interés nacional”.

A modo de conclusión, Francisco Javier González Báez opina que al fin, la crematonimia, una parte dentro del estudio del paisaje lingüístico que tiene en Huelva un gran campo por explorar, “muestra las huellas individuales y colectivas que deja la sociedad tras su paso al evolucionar”. Nombres que cuentan historias de la provincia y de su gente.

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