Huelva

La historia de un maño en La Rábida

  • Historiador

Maño le llaman y sufrido seguidor del Zaragoza se declara. La procedencia aragonesa es evidente. Pero conoce Huelva desde niño, aunque no pisara la provincia hasta los 15 años. Poco imaginaba entonces que acabaría echando raíces aquí.

Manuel Andrés García (Calatayud, 1969) tenía pocas referencias de esta tierra. Fue su padre el encargado de descubrirla para la familia, cuando venía hasta la Sierra a comprar carne de cordero. Huelva acabó dejando huella en José, un enamorado de la tierra, la gente, los productos y hasta las tradiciones onubenses. Pero el idilio de su hijo es otra historia.

A Manuel (Maño) le gustaba eso de indagar en el pasado y en los libros, y allá que se licenció en Historia Moderna y Contemporánea en Zaragoza. Le atraía América Latina y acabó bajando a Sevilla para hacer su doctorado. Conoció La Rábida más allá de Colón durante los cursos de verano de 1990 y 1991; y más tarde vino un máster. Una vacante en la Universidad Internacional de Andalucía hizo el resto. Desde 1996 hasta ahora, más historia. Ya en Huelva siempre.

Lo suyo es enamoramiento, pasión, devoción, pura satisfacción. Su entusiasmo por la historia es notable y lo transmite. Podría hablar horas y horas sobre ello, sobre el mundo actual que nos rodea y la herencia que nos dejó el pasado. Es buen conversador y buen analista. Quizá por eso se quedó con las ganas de ser docente universitario.

El gusanillo de la enseñanza lo mata con su participación en cursos y ponencias en universidades americanas y españolas. Pero también se dedica a escribir. Es inminente la publicación de su tercer libro, Indigenismo, izquierda, indio, Perú. 1900-1930, trabajo que fue reconocido con el prestigioso Premio de Estudios Iberoamericanos del Grupo La Rábida.

Ahora no se ve lejos de Huelva. Si acaso sólo en sus viajes o en sus regresos al pueblo. Aquí tiene su casa y su Rábida; y a su mujer, Alexandra, cubana que conoció durante su primera maestría, en el 97. Tampoco concibe su vida sin ella. No sólo está enamorado de la Historia.

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