Historia, gastronomía y cultura se dan la mano en la jornada de puertas abiertas del Muelle de las Carabelas
Una jornada que volverá a repetirse este domingo con los mismos talleres y mercados artesanales, pero nuevas actuaciones
La jornada de puertas abiertas en el Muelle de las Carabelas en imágenes
Jornadas de puertas abiertas en el Muelle de las Carabelas con conciertos y talleres para celebrar el Día de la Hispanidad
La historia, la cultura, la gastronomía y la música son las protagonistas indiscutibles este fin de semana en el Muelle de las Carabelas. Durante las jornadas de puertas abiertas de este 11 y 12 de octubre, con motivo del Día de la Hispanidad, un goteo constante, onubenses y visitantes han cruzado la entrada de este emblemático enclave de La Rábida ansiosos por sumergirse en la atmósfera que combinaba tradición y celebración.
Los más pequeños, algunos embobados con la recreación de las tres naves que partieron al Nuevo Mundo, aceleraban el paso al descubrir los talleres infantiles sin saber por dónde empezar. Entre risas y curiosidad algunos se convirtieron en exploradores y crearon sus propios cuadernos de viaje llenos de dibujos y anotaciones; otros aprendieron a tocar instrumentos prehispánicos descubriendo nuevos sonidos; también se iniciaron en la pintura naturalista y tiñeron tejidos experimentando con nuevos colores y materiales. La jornada reunió a familias, jóvenes, parejas y varios grupos de turistas que quedaban asombrabos por el ambiente, creando un ambiente diverso y animado donde la historia y el ambiente festivo se fundían en cada rincón.
En mitad del bullicio, los hermanos Pinzón cobraron vida de nuevo gracias a la representación teatral Conflicto a bordo, del grupo Acción Escénica, que hizo reír y soñar al público con las peripecias de aquellos marineros del siglo XV que unieron, sin saberlo, dos mundos. La puesta en escena, cuidada y llena de detalles históricos, capturó la atención de espectadores de todas las edades. El público aplaudió con entusiasmo, y apenas unos minutos después, el sonido cálido y contagioso de Som Brasil consiguió envolver el muelle en ritmos tropicales, dando paso a la recreación histórica La vida en el siglo XV, de Portus Maris.
A pocos metros del Muelle, el Foro Iberoamericano ofrecía la cara más pausada de la jornada. Allí, los asistentes al V Congreso Internacional Conmemorativo del Descubrimiento de América debatían sobre historia y cooperación, mientras en la sala contigua se exponían las obras ganadoras del Certamen de Pintura de los últimos años, que añadían un toque de color y reflexión al recorrido. Los visitantes caminaban despacio, comentando las obras y deteniéndose frente a aquellas que mejor capturaban el espíritu de la jornada.
Pero el corazón festivo latía en el Parque Celestino Mutis, el centro gastronómico. El sonido de los tambores de Sacra Labrys a media mañana marcaba el paso del pasacalles que recorría la zona gastronómica. El aire olía a especias y a carne a la parrilla envolviendo las recreaciones de batallas en el parque que hicieron a más de uno sobresaltarse ante el choque de espadas. Los puestos ofrecían sabores de ambos lados del Atlántico y entre plato y plato, algunos visitantes se acercaban a los artesanos que mostraban su trabajo en cuero, cerámica y joyería inspirada en las culturas precolombinas.
El entorno del Muelle de las Carabelas volvió a ser un puerto de encuentro entre orillas: historia y presente, España e Iberoamérica, cultura y fiesta. Una celebración donde la memoria se mezcla con la música, el sabor y la alegría de saberse parte de una misma travesía.
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