La historia cíclica de Emahsa

Crónica urbana

Para algunos, ironías del destino; para otros, una involución en la guerra territorial: el origen de Aguas de Huelva en 1925 entronca con una compañía de Barcelona que explotó el servicio durante 33 años

La historia cíclica de Emahsa
La historia cíclica de Emahsa

15 de noviembre 2010 - 01:00

EL día que, según los socialistas, "se descubrió el pastel", se buscó una anti-parodia de Bienvenido Mister Jordi. Hablaba a las cámaras el viceportavoz Mai Benabat: "Estos señores del PP que ven en Cataluña los infiernos, -espetó- quieren convertir Aguas de Huelva en una terminal de Barcelona, y allí se quedarán los beneficios". La externalización propuesta por la empresa Aquagest como candidata favorita a la adquisición del 49% de Emahsa se ha convertido en uno de los torpedos argumentales del PSOE contra una semiprivatización que cierra el círculo esta semana. Una operación de la que depende la supervivencia económica del Ayuntamiento en este tramo final del mandato, la "viabilidad -ha dicho Curro Moro- de todos los servicios municipales". Para la oposición, por estos caudales que tantos ríos de tinta están derramando, el alcalde Pedro Rodríguez sacrifica el patrimonio de todos los onubenses sólo para "tapar la boca a los acreedores" y tener -repiten- "una campaña electoral tranquila".

Encendiendo el discurso anticatalanista, en esta disputa por la Huelva sentimental en la que se han embarcado Rodríguez y su adversaria Petronila Guerrero, el PSOE aprovecha para acusar a boca llena al regidor de falso onubensismo, uno de los reproches fetiche del partido de Mario Jiménez desde que en las urnas se impusiera el choquerismo populista, su folclore, sus banderas y la bufanda del Recre. Desde el PP recuerdan, no obstante, que Aquagest es, mitad catalana, mitad andaluza, ya que está participada al 50% por Aguas de Barcelona y al 50% por Hidrocartera, detrás de la cual están Unicaja y Caja de Granada.

Pero lo que escapa a la mayoría es que la génesis de Aguas de Huelva ya tuvo este vínculo remoto con Barcelona. La centralización que se avecina -de prosperar la oferta de Aquagest- entronca directamente con el origen de este servicio público, ya que aunque la empresa como tal se constituyó en 1970, los albores datan de la época del regidor Mora Claros, allá por 1925, cuando se formalizó contrato de escritura pública con 'La Metropolitana de Construcción SA de Barcelona'. Un acuerdo destinado a habilitar la infraestructura de abastecimiento en la ciudad y el embalse de Beas que se ubicaría en unas fincas que adquirió entonces el Consistorio. El contrato otorgaba a la institución catalana la explotación del servicio durante 33 años (ahora, la concesión es de 25). Para ello se creó una sociedad y no fue hasta 1958 cuando el Ayuntamiento rescató el servicio cuya gestión vuelve ahora a manos catalanas, así como la mitad del accionariado.

Estamos en un retorno al origen que algunos podrán interpretar como una involución por agravio territorial; y otros como una ironía del destino que muere en la anécdota de esta crónica. Al fin y al cabo, lo que realmente interesa al ciudadano de a pie -mientras los partidos políticos se juegan el tipo en la guerra del agua- es cuánto le va a costar el coctel molotov que será la Ley de la Junta de Andalucía, el incremento tarifario ya aprobado para 2011 y el plus que cargue el licitador, el socio privado entrante en Emahsa. Éste será un chaparrón de hechos consumados.

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