Huelva Paranormal

Un humilde azulejo con una gran historia: El Cristo de la Calle Enmedio en Huelva

El Cristo de la Calle Enmedio en Huelva.

El Cristo de la Calle Enmedio en Huelva. / H.I. (Huelva)

Hay muchos detalles en las ciudades que pasan desapercibidos y otros que, por desgracia, han desaparecido. Es el caso de las pequeñas capillas, hornacinas y azulejos que revelan la profunda religiosidad popular de la región. Huelva no es una excepción, y entre sus calles se esconde un humilde azulejo con una gran historia: el Cristo de la Calle Enmedio.

Según la leyenda, este Cristo crucificado data del año 1214. Esta fecha se basa en dos pequeñas piedras encontradas durante unas obras de adecentamiento en 1916, una de las cuales tenía grabada la cifra en números romanos. Sin embargo, esta datación es imposible, ya que Huelva aún era territorio musulmán en 1214 y no fue conquistada hasta 1262.

La primera referencia documentada al Cristo de la Calle Enmedio data de 1618, en una escritura que menciona "la cruz de la calle de Medio". Es probable que la imagen se creara durante el siglo XVI, época de expansión urbana en la zona con la construcción del convento de San Francisco.

A pesar de su origen humilde, el Cristo de la Calle Enmedio se convirtió en una figura muy querida por los onubenses. Se le atribuían favores y milagros, y su pequeño altar siempre estaba adornado con flores y ofrendas.

El Cristo de la Calle Enmedio era un azulejo humilde, sin gran valor artístico o histórico. Sin embargo, para los vecinos del barrio marinero de San Francisco, era mucho más que eso. Era un símbolo de fe, un lugar donde depositar sus oraciones y peticiones. Incluso se celebraban fiestas en su honor en el mes de mayo.

En la década de 1930, la casa donde se encontraba el azulejo fue derribada. La calle Enmedio también desapareció poco después para dar paso a la Gran Vía. Pero, afortunadamente, el azulejo se salvó. El dueño de la casa, José Luna, lo mandó desmontar antes del derribo y lo cedió al arquitecto Sr. Saavedra.

A partir de la década de 1970, se pierde el rastro del azulejo. Se desconoce su paradero actual, y su historia se ha convertido en una leyenda urbana. Algunos dicen que se encuentra en una colección privada, mientras que otros creen que fue destruido.

¿Qué habrá sido del Cristo de la Calle Enmedio? Es un misterio que, quizás, nunca se resuelva. Pero su historia nos recuerda la importancia de la memoria de las ciudades de estos elementos decorativos y de fe así como la necesidad de preservar nuestro patrimonio, incluso cuando se trata de objetos pequeños y aparentemente insignificantes.

La historia del Cristo de la Calle Enmedio es un pequeño fragmento de la memoria de Huelva. Un recordatorio de la importancia de la fe, la tradición y la lucha por preservar nuestra Historia.

El Cristo de la Calle Enmedio es un ejemplo de cómo la fe popular puede convertir un simple azulejo en un objeto de devoción. Su historia nos habla de la importancia de la religión en la vida cotidiana de las personas y de la necesidad de encontrar espacios de fe y esperanza en el mundo actual.

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