Diez hectáreas afectadas en tres días de incendios en el Conquero

Cerca de diez hectáreas han sido afectadas, desde el miércoles hasta el viernes, por incendios que se han originado en las laderas del Conquero. El último de los siniestros tuvo lugar ayer a las 15:15, en la zona de la calle Menéndez Pelayo, en la barriada de Las Colonias. La rápida actuación del dispositivo contraincendios del Ayuntamiento, formado por tres vehículos autobomba, diez bomberos y efectivos de la Policía Local, ha propiciado que el fuego estuviera controlado una hora después.

Desde el Ayuntamiento no se tiene ninguna duda de que los siniestros son provocados de manera que la concejal de Seguridad Ciudadana, Carmen Sacristán, ha hecho un llamamiento a la colaboración de los vecinos con el objetivo de, junto al dispositivo especial de vigilancia puesto en marcha por la Policía Local, contribuya a la detención de los responsables.

En el incendio de ayer el viento tuvo un enorme protagonismo. Su fuerza provocó que las llamas cogieran altura y ganaran terreno hacia arriba, por las laderas del Conquero, hasta casi alcanzar el bar de copas Mandala. la buena organización de los efectivos de Bomberos evitó males mayores ya que previeron el rumbo que tomaría el fuego y desplazó uno de sus vehículos a la avenida Manuel Siurot, es decir, en la parte superior de esta zona. Allí, cuando ya un eucalipto estaba siendo afectado por las llamas, pudieron controlar el fuego.

La superficie afectada, en esta ocasión, ha sido de una hectárea y media. A ésta hay que añadir las que también fueron objeto de las llamas los pasados miércoles y jueves. El incendio de mayor envergadura fue el del día 4. En esa ocasión fueron 7 hectáreas las afectadas a las que hay que sumar algo más de una hectárea del día anterior. Todo ello hace que cerca de 10 hectáreas son las que han ardido en esta semana negra en el Conquero.

Carmen Sacristán indicó ayer que los trabajos preventivos, llevados a cabo por diferentes concejalías, han propiciado que el incendio no alcanzara mayores dimensiones. Afortunadamente no hay que lamentar ningún tipo de desgracia personal ni se ha tenido que proceder al desalojo de ninguna vivienda. Sacristán lamentó que las laderas del Conquero hayan registrado un incendio "sin ninguna duda provocado" y llamó la atención sobre el hecho de la coincidencia horaria y de la zona de inicio; "es lamentable que exista gente que, con sus actuaciones, ponga en peligro la seguridad de os ciudadanos", afirmó la concejal.

"El Ayuntamiento ha realizado mucha labores preventivas con la limpieza, la construcción de caminos y cortafuegos y con la realización de quemas controladas, pero poco puede hacer para evitar incendios que provoca la mano del hombre", aseguró Sacristán. La concejal volvió a exigir a los dueños de las fincas, de las laderas, que "limpien y adecenten" sus propiedades tal y como les ha exigido el Ayuntamiento por escrito, aunque el Consistorio ya ha actuado, en muchos de estos casos, de manera subsidiaria.

El incendio de mayores dimensiones fue el del jueves. En esa ocasión se contó también con la colaboración de un helicóptero y un camión autobomba del Infoca. Las tareas de extinción de prolongaron por un espacio de cuatro horas. Aunque, desgraciadamente, el Conquero es lugar donde los incendios suelen estar presentes casi todos los veranos, la situación es algo más complicada en esta ocasión, si se tiene en cuenta la abundancia del manto vegetal, ya seco a estas alturas del verano, producto de las abundantes lluvias de la primavera y el invierno.

Pese a la normalidad de los incendios del Conquero hay que hacer mención aparte de los sucedidos el fin de semana del 30 de junio y 1 de julio de 2012. Durante ese sábado, prácticamente toda la ciudad se vio cubierta por el humo así como por el hollín que cayó incluso en zonas tan distantes del Conquero como Isla Chica. Durante ese fin de semana ardieron 8 hectáreas aunque, en aquella ocasión, se tuvo que proceder al desalojo de algunas de las viviendas situadas en las laderas si bien no hubo que lamentar ninguna desgracia personal.