De las 530.824 personas que tenían registrada su residencia en a 1 de enero de 2023 en la provincia de Huelva, 51.173 eran extranjeros, un 9,6% de la población, una proporción que ha ido creciendo en los últimos años y que, probablemente a lo largo de este 2024 rebase la cifra del 10%.

Las proyecciones que realiza el Instituto Nacional de Estadística (INE) para la provincia de Huelva para los próximos años determinan claramente que se seguirá creciendo en población pero no precisamente gracias españoles, cuyo descenso parece imparable, sino por la continua llegada de extranjeros que ya en algunos municipios suponen un tercio de los vecinos.

Inevitablemente, este cambio demográfico está cambiando la realidad de muchas comarcas, asentando nacionalidades que acabarán modificando las costumbres centenarias de muchos pueblos en función del grado de integración que se consiga. En muchos casos no se trata ya de guetos dentro de algunas localidades o cuestiones anecdóticas, que las hay, sino de una gran proporción de población que más pronto que tarde van a modificar la identidad de la provincia onubense.

Esta ‘revolución demográfica’ está ya muy asentada en los denominados municipios freseros de la Costa de Huelva y los territorios adyacentes. Como cabía esperar, el boom del ‘oro rojo’ atrajo a mucha mano de obra inmigrante que se ha quedado a vivir en estos pueblos pero que ya no se dedica sólo a la recogida del cultivo de la fresa. Prueba de ello es la continua necesidad de seguir contratando mano de obra extranjera para cada campaña.

Los últimos datos oficiales, pueblo a pueblo de la provincia de Huelva sobre la presencia de extranjeros datan del 1 de enero de 2022, recogidos por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA), que muestran una realidad que en 12 meses simplemente ha evolucionado a más.

Según este registro, el municipio que cuenta con una mayor proporción de población extranjera en su censo es, con diferencia, Lucena del Puerto. El 34,8% de sus 3.213 habitantes no tienen la nacionalidad española. El segundo lugar se sitúa Moguer, también destacado, con el 29,3%.

A estos dos municipios les sigue un grupo de cinco localidades por encima del 20% de población foránea registrada. Son Palos de la Frontera con un 22,9%, Sanlúcar de Guadiana con un 22,8%, Rociana del Condado con un 22,6%, Almonte con un 22,4% y Cartaya con un 21,3%.

Por encima de la media de la provincia de Huelva, es decir, más allá del 10%, habría nueve municipios, San Bartolomé de la Torre, Villablanca, Lepe, Bonares, Ayamonte, Villanueva de los Castillejos, San Silvestre de Guzmán, Castaño del Robledo y Bollullos Par del Condado.

La población inmigrante se está concentrando mayoritariamente en un reducido grupo de localidades, en tan solo el 20%, dejando presencia muy residuales a medida que se van alejando los kilómetros de la zona costera.

La capital

Como siempre que se realiza un análisis sociológico de la provincia onubense, destaca la peculiaridad de su capital. De los 141.854 habitantes que se registraban el pasado año, sólo el 4,9% era de nacionalidad extranjera, la mitad de la media que conforman los 80 municipios.

Al contrario de lo que ocurre en la mayoría de las provincias, la capital no supone un foco de atracción para los extranjeros en los que prima la oferta laboral y el acceso a la vivienda. En esta clave está parte de la explicación de la falta de crecimiento demográfico de la capital, e incluso la pérdida de habitantes en los últimos años de una población principalmente española, que va bajando, y que además ha optado por desplazarse a los municipios limítrofes y de la Costa que antes sólo eran segundas residencias.