Huelva

Cinco generaciones de una familia formadas en el instituto La Rábida de Huelva

Fernando Barranco durante la conferencia.

Fernando Barranco durante la conferencia. / Josué Correa (Huelva)

Son muchos los onubenses que desde el siglo XIX se han formado en el instituto La Rábida y hay casos, como el de la familia de Fernando Barranco Molina, miembro de la Academia Iberoamericana de La Rábida, en la que cinco generaciones han pasado por las aulas de esta institución, fundada en 1856.

Barranco impartió, en la sede de la Fundación Cajasol en Huelva, la conferencia El Instituto Rábida de Huelva a principios del siglo XX en el marco de la celebración del centenario de la construcción del edificio El Comercial, actual sala cultural de la Fundación Cajasol, impulsora de este ciclo de charlas, que tiene entre su hilo de conexión los edificios que había en Huelva en aquella época. En el año 1926 se comenzó a edificar el actual edificio del instituto, obra del arquitecto José María Pérez Carasa. Ubicado en la avenida Manuel Siurot, alberga desde 1933 el centro educativo.

El ponente, que fue alumno de La Rábida abordó la charla desde el aspecto sentimental. Manifestó que cinco generaciones de su familia pasaron por este instituto. Su bisabuelo materno, Federico Molina Alcón, también fue alumno, estuvo en el curso 1884/85 e incluso "obtuvo una mención especial en la asignatura Retórica y Poética, después fue diputado en las Cortes". Su abuelo paterno Sixto Barranco fue "profesor de inglés" y su padre Fernando Barranco formó parte del alumnado de la institución.

La madre del conferenciante, María del Carmen Molina, vivía en Moguer y su tía Eulalia Ruiz de Clavijo, primera mujer procuradora de los tribunales españoles, le preparó para el Bachillerato para posteriormente ir al instituto La Rábida a examinarse, y los tres hijos del ponente también se han formado en sus aulas. 

En su conferencia recordó que el instituto La Rábida se fundó en 1856, año que había "7.000 habitantes en Huelva", pero se creó "no sólo para la capital onubense, se instituyó porque la provincia necesitaba un instituto, no había ninguno". Comentó que las personas que vivían en los pueblos se formaban en academias o con profesores particulares y luego viajaban a Huelva para examinarse en el instituto.

Señaló que La Rábida ha tenido varias ubicaciones en la ciudad. La primera fue en el Convento de los Jesuitas, "la actual iglesia de los Jesuitas", ahí "se dio el primer curso en 1856". Luego estuvo en la calle Puerto para pasar después al Convento de La Merced; a la calle Rábida, esquina con la calle Italia, y detrás de la Iglesia de la Concepción, hasta que se construyó el edificio en la avenida Manuel Siurot.

En su intervención, Barranco nombró a los alumnos ilustres del instituto La Rábida, entre ellos al nobel moguereño Juan Ramón Jiménez; a José Marchena Colombo, fundador de la Real Sociedad Colombina Onubense; al científico Juan Pérez Mercader y al torero Ignacio Sánchez Mejías.

Antonia Arrobas y Pérez, por su parte, fue la primera mujer matriculada oficialmente en España para realizar la Enseñanza Media y lo hizo en esta institución.

Del instituto actual, el conferenciante destaca su edificio, "el más bonito, elegante y emblemático de la capital de Huelva, lo hizo Pérez Carasa, que vino a Huelva recién terminada la carrera de Arquitectura y fue arquitecto municipal". Indicó que entre los edificios que éste diseñó se encuentra El Comercial, del que se celebra ahora el centenario.

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