La salida de la crisis también se percibe por el consumo de medicamentos y por consiguiente, por la facturación que el sector realiza. Aunque aún Huelva se encuentra lejos de sus máximos históricos, bien es cierto que la recuperación es un hecho en los últimos años; una recuperación que se ha agudizado en las campañas 2016 y 2017. En el primero de los años se registró un incremento del 5,5% en este gasto y un 4,5% en 2017.

No solo ha habido una crisis por medio sino también una medida que como consecuencia de ella se aplicó y que se conoció como medicamentazo, cuya puesta en marcha se hizo efectiva en 2012 y dejó fuera del catálogo de la Seguridad Social 224 medicamentos.

El 'medicamentazo' de 2012 dejó fuera de catálogo un total de 224 fármacos

La caída se inició en 2010 mientras que 2009 sigue siendo el año de referencia porque fue entonces cuando se marcaron todos los récords de gasto total, gasto por habitante, gasto por receta y número de recetas por habitante.

Obviando las tendencias económicas, Huelva suele ser una provincia que muestra una facturación de las más altas de Andalucía. Esa es una consecuencia de la pirámide poblacional, que en esta provincia está algo más envejecida que en otras. No se puede perder de vista el hecho de que el 70% del consumo de los medicamentos lo realiza el colectivo de los jubilados.

El año pasado, si la facturación por medicamentos creció en Huelva el 4,5%, Andalucía lo hizo en el 3,12% mientras que la media nacional se situó en el 2,6%.

Ante la pregunta de cómo han ido las cosas para el sector desde la aplicación del medicamentazo, desde el Colegio de Farmacéuticos onubense se respondió que "la aplicación del RD 16/2012 por el que se implantó el denominado copago farmacéutico, tuvo un efecto más contundente en su primer año de aplicación (2012/2013) respecto a los años siguientes, en los que se aminoró dicho impacto". El Colegio prosigue que "tal y como recogió Huelva Información en febrero de 2013, en el primer año de aplicación se constató un descenso de entre el 20% y el 25% en la facturación. A partir de 2014, el gasto farmacéutico no decreció y regresó a una senda alcista que se mantiene en la actualidad, según se desprende de los datos facilitados por la Junta de Andalucía".

Acerca de cómo van los pagos de la Junta a las oficinas de farmacia, el Colegio onubense respondió que "la Junta cumple de manera rigurosa el abono de las facturaciones mensuales, que se hacen efectivas a los 40 días respecto al mes correspondiente. Nos consta que en otras comunidades autónomas sí existen irregularidades en el pago de las facturas. En Andalucía por fortuna no sucede así", de manera que está totalmente superado aquel período en el que los retrasos obligaron a algunas farmacias a tener que solicitar créditos a la espera de los pagos de la Junta.

Sobre el anuncio de que el Gobierno central es partidario de retirar el copago a las personas jubiladas, el Colegio de Farmacéuticos indicó que "tan solo se conoce la intención del Gobierno de desactivar el copago. Desconocemos de qué manera se va a articular legalmente y qué medidas concretas conllevará, por lo que no nos podemos aventurar a pronosticar cómo afectará a las farmacias. Lo que sí parece claro es que supondrá un beneficio para el paciente. Toda medida que favorezca un acceso equitativo a los tratamientos, supondrá una satisfacción para el conjunto de la sociedad".

Pese a ese incremento de la factura de los últimos años, Huelva está todavía lejos de los 133,5 millones de 2009, aunque si se levanta total o parcialmente el copago o se vuelve a la situación previa al medicamentazo, es más que probable que ese incremento experimente una subida aún mayor. Hay que tener en cuenta que la bajada de la facturación no significa que los onubenses se hayan gastado menos dinero en medicamentos sino que posiblemente ha sucedido todo lo contrario.

Las cifras expuestas, que son las aportadas por la Delegación Territorial de Salud, hacen referencia al pago que la Junta de Andalucía hace a las oficinas de farmacia y no al gasto total que se realiza en las provincia.

De hecho, con la puesta en marcha del medicamentazo, buena parte de la facturación se derivó al bolsillo de los usuarios, de modo que el propósito de la medida no era un ahorro abstracto o generalizado, sino que las arcas de la Administración fueran las beneficiarias de la medida adoptada.

Otro flanco abierto para la contención del gasto sí viene directamente de la Junta de Andalucía, que económicamente estimula que los facultativos opten por los medicamentos de principio activo, es decir, que prescriban los fármacos menos onerosos para el SAS. Este es uno de los puntos que se tienen en cuenta para establecer qué complemento de productividad va a cobrar un médico, por ejemplo. Esto no significa que esté prohibido recetar medicamentos, pero sí se establecen filtros para evitar gastos, lo que a veces provoca problemas éticos en algunos profesionales.

La medida de contención de gasto por prescripción se aplica tanto a los facultativos de Atención Primaria como a los de los hospitales. Los primeros son los responsables del 90% de las prescripciones que se realizan en el sistema sanitario.

Pese a los efectos negativos del copago para el sector, éste ha tenido menos impacto en Andalucía que en otras comunidades. La razón estriba en que Andalucía fue pionera en la expansión del principio activo y en la subasta de medicamentos que realiza la Junta desde hace unos años, de manera que el gasto medio por receta se suele situar por debajo de la media nacional.