"El garbanzo negro de la CEA es haberse metido en la VPO"
antonio ponce. presidente de la foe y del consejo andaluz de cámaras de comercio
Dirigente empresarial perenne, defiende la concertación social con los sindicatos Arremete contra la Junta, la subida de impuestos y los bancos "La industria no es culpable de la contaminación"
Es un superviviente en la junta directiva de la CEA, de la que sigue formando parte tras la salida de Santiago Herrero. Entre sus objetivos, resolver el problema de las VPO que ha dejado pendiente de hacer la Fundación para el desarrollo del Sur de Europa. Dentro de un año termina su sexto mandato como jefe de filas de la patronal onubense. Ganas de seguir no le faltan.
-¿Se presentará a la reelección?
-No me lo he planteado, queda mucho tiempo. Dependerá de que la gente quiera que yo siga. Y, a partir de ahí, sin problema.
-¿Y a nivel personal, qué condiciones tendrían que darse?
-Me veo fuerte, no tengo ninguna enfermedad. He asumido el reto de seguir trabajando durante cuatro años más en la CEA y soy presidente del Consejo Andaluz de Cámaras, que no es poco. Y voy a seguir.
-El nuevo presidente de la CEA, Javier González de Lara, hizo un discurso tras ser elegido en clave de renovación y de romper con el pasado. ¿Comparte esa visión?
-A romper con el pasado, no. El pasado tiene una experiencia, un bagaje y, como todo, cosas buenas y malas, aciertos y errores. Los errores es lo que hay que corregir. Hay un buen equipo en torno al presidente.
-Entre esos errores del pasado está la construcción de las VPO.
-La fundación fue una herramienta para que Lele [Rafael Ávarez Colunga, antecesor de SDabtiago Herrero en la presidencia de la CEA] se ocupase. Lele era amigo de quien hacía más VPO en España, la empresa Dolmen, y con la fundación se hizo un gran bien social a Andalucía. Tan bien que las viviendas están al 98% de ejecución, aunque tuvo el problema de que le cogió la crisis, la subida de los materiales, etc.
-Y Dolmen entró en concurso de acreedores.
-Y arrastró a la fundación, aunque no tuvo por qué haberse presentado el concurso. No tiene lógica lo que ha hecho el Sareb. Hay 83 viviendas entregadas con la gente viviendo. El proyecto fue un acierto, aunque otra cosa es cómo se ha desarrollado el tema. Quedan diez o doce millones para terminar más de 500 viviendas, eso no es problema. Ha habido un gran revuelo en algo que va a quedar en agua de borrajas.
-No tendrá importancia, pero González de Lara dijo también que él llegaba con las manos limpias.
-Fue una frase que, bueno, sacada de contexto... Es una frase a la que no hay que buscar mala intención. Creo que se refería a la necesidad de que la CEA afronte sus problemas de pago a los proveedores, en lo que estamos trabajando. Él viene con ganas de trabajar y nada más.
-¿Se ha sido injusto en la CEA con Santiago Herrero tras ser imputado?
-Hombre, este mundo tan cambiante te da disgustos. Santiago podría haber dejado la CEA por mil razones, pero se ha ido por cansancio. Él no ha cometido ningún delito. Conozco a mucha gente, pero él le ha echado más horas que nadie a trabajar por el mundo empresarial, buscándose muchos enemigos políticos.
-¿Por qué?
-Él no quería subsidios ni subvenciones de la administración, sino que se tuvieran listos los papeles el día que tenían que estar. Además, ha unido al empresariado de las ocho provincias. Hemos perdido a un gran dirigente empresarial.
-¿Le ha pedido González de Lara algo a usted ?
-Que continúe y esté a su lado, que mantenga la unidad entre las confederaciones de empresarios y las cámaras de comercio, que antes estaban a pelea limpia.
-Aludía usted antes a los problemas de la CEA para pagar a los proveedores. ¿Han encontrado la solución?
-La crisis de la CEA, de la FOE y las demás organizaciones se produce porque nosotros nos alimentamos de la cuotas de nuestros asociados y si estos tienen problemas o cierran sus empresas, dejan de pagar. En Andalucía han cerrado 150.000, da pavor. Estamos reduciendo plantilla, gastos...
-¿En cuánto han reducido ustedes las plantillas?
-En Huelva, entre un 20 y un 30%, pero las personas con las que hemos llegado a un entendimiento de despido, que por lo general son muy cualificadas, han entrado en una bolsa de trabajo.
-También hay una crisis de imagen que afecta al conjunto de los agentes sociales, a sindicatos y empresarios, por razones diversas que están en los tribunales: ERE irregulares, ayudas sin justificar, viviendas sin terminar... ¿Se recuperará su imagen?
-Ehhhh... Quien la haya hecho, que la pague. La normativa de los ERE, de las subvenciones está para cumplirla. Si no, ahí están los juzgados y se sabrá la verdad. La CEA está impoluta y ha pasado todos los controles. Tiene un garbanzo negro que es haberse metido a hacer viviendas. Decía el Lele que los empresarios somos los grandes benefactores sociales y él, creyéndoselo, se dedicó a hacer VPO, lo cual es muy digno porque en vez de eso pudo hacer viviendas de renta libre y ganar dinero.
-Usted ha entrado ahora en la fundación como secretario.
-Sí, porque entiendo que puedo terminar con este problema. Hay que tocar las teclas que hay que tocar y no ir ni de pobres, ni de acusados, ni de nada. Y vamos a seguir haciendo cosas porque es bonito hacer cosas por los demás, como lo hace el que está en Cáritas.
-¿La CEA no quiso hacer negocio con las viviendas?
-En absoluto. La Fundación es una entidad sin ánimo de lucro. ¿Que lo que ha pasado con los sindicatos nos perjudica? Pues claro. Por cierto, me encanta la nueva secretaria general de UGT en Andalucía [Carmen Castilla]: no quiere romper con el pasado, pero sí poner las cosas en su sitio.
-¿Tiene futuro la concertación social Junta-agentes sociales? Tras siete acuerdos en la historia andaluza, la comunidad autónoma sigue a la cola en la mayoría de indicadores económicos.
-Es una herramienta útil de acuerdo entre Gobierno, empresarios y sindicatos que beneficia a Andalucía. Fue aquí donde empezó y ahora casi todas las comunidades han seguido nuestro ejemplo. El acuerdo permite dar forma a los convenios colectivos, evita grandes conflictos y muchas horas de huelga. Ahí tiene usted el convenio de hostelería, firmado frente al Sindicato Unitario, que lo que quiere es el cierre de las empresas.
-Bien, pero las cifras de paro, PIB, etc, son las que son. La concertación no tiene ahí reflejo.
-Sí tiene reflejo porque la unidad empresarial-sindical atrae inversiones y en Huelva está permitiendo un gran pacto por las infraestructuras. Quien critica eso se dedica a echar por tierra el trabajo de los demás, como quienes hablan de recuperar la Punta del Sebo sin plantear alternativas a los puestos de trabajo que se perderían si las empresas de Polo se van. Las industrias no tienen culpa de la contaminación. ¿Qué queremos, camareros y servicios nada más?
-Ya que lo menciona, la Junta ha exigido a AIQBE que evite "episodios contaminantes".
-Me parece bien que se recomiende, ¿pero que se recomiende qué? Las empresas químicas cumplen rigurosamente todos sus parámetros de seguridad y no pasa absolutamente nada. Ahora se dice que lo que pasó el día 12 fue cosa de ellas, pero hay quien defiende que fueron emanaciones de los abonos que se echan a los jardines. Un incidente es un incidente, pero en este caso no ha habido nada. En Tarragona hay otro Polo y la gente quiere vivir con su industria, no quieren que se vaya.
-¿Es necesario que los partidos y las instituciones lleguen a un acuerdo por la industria?
-Es necesario, no van a tener más remedio que llegar a un acuerdo, igual que por la minería. La industria genera empleo, riqueza, empleo directo, indirecto e inducido. En Astilleros, antes de cerrar, entraban a trabajar todos los días 2.000 personas. ¿Saben muchos lo que es eso? ¿Saben los sueldos que ganan los operarios de la industria? ¡De primera división!
-Pero nos falta aún industria de transformación.
-Claro. Producimos cobre, pero el laminado y el cableado se hace en Cataluña, País Vasco o China. Tenemos una gran planta de celulosa, pero no hacemos papel. Que los políticos se batan el cobre en el Parlamento y traigan inversiones a Huelva.
-Ahí están Huelva Empresarial y el PCTH de Aljaraque.
-Abandonados los dos, abandonados. ¿Quién ha llenado el parque tecnológico de Málaga o el de Granada? Los políticos. Pues tendremos que ponernos todos a una para que vengan las empresas aquí. ¿Cómo vamos a apostar por el turismo y competir con otras provincias sin tener aeropuerto ni AVE? La gente quiere llegar, coger el coche en el aeropuerto o en la estación de AVE y estar en veinte minutos o media hora en la playa o en el campo de golf. En Huelva no pueden hacerlo.
-¿El aeropuerto debe hacerlo la iniciativa pública?
-Los políticos, lo que tienen que hacer, es dar la licencia, que ya nos encargaremos de buscar inversores. Hay empresarios andaluces con aeropuertos en Sudamérica, como Azvi. ¿Por qué aquí no? Queremos un aeropuerto sencillo, no el de Ciudad Real. ¿Por qué no podemos sacar el pescado fresco de Huelva por avión, como se hace en otros sitios, y colocarlo en unas horas donde queramos?
-El consejero de Turismo no es partidario.
-No sabe lo que está diciendo, y se lo dije. ¿A mí qué me importa lo que diga la Junta ni nadie? Desbloqueen el tema, dennos un papelito y nosotros lo hacemos y explotamos, no queremos más. ¿Nos traemos a la gente a Huelva en tren, para que nos deje tirados a mitad de camino?
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