Una fusión de mujer y naturaleza

"En mi tierra desierta eres tú la última rosa. ¡Ah silenciosa! Cierra tus ojos profundos. Allí aletea la noche. ¡Ah desnuda tu cuerpo de estatua temerosa! Tienes ojos profundos donde la noche alea. Frescos brazos de flor y regazo de rosa. Se parecen tus senos a los caracoles blancos. Ha venido a dormirse en tu vientre una mariposa de sombra. ¡Ah silenciosa!". Los versos de Pablo Neruda convierten el cuerpo de la mujer en naturaleza... No es el único... Como si de una poetisa se trata, pero que en lugar de un lápiz y un papel opta por un mecanismo más sofisticado como una cámara de fotos, Elena Sánchez Balonga también encuentra su inspiración artística en el cuerpo de la mujer y en la naturaleza y los fusiona para crear una exposición fotográfica, a la que ha bautizado Rosas del desierto.

La muestra se encuentra abierta en la Fundación Zenobia Juan Ramón Jiménez de Moguer. "Se pueden contemplar desnudos que transmiten silencios y complicidad junto con señales que encauzan un camino", explica la autora. "Comparo a las mujeres con las rosas y el desierto tiene que ver con lugares vacíos de manera que unidos se complementan", añade. No sólo eso, para Elena esta colección de fotografías evoca a lo onírico. "Son fotografías que parecen reflejar sueños...", comenta.

Unas 20 instantáneas en tamaños 50x70 y 30x40 componen esta exposición. Su confección ha llevado a la artista a cabalgar entre diferentes puntos de la provincia onubense. De este modo, Elena Sánchez Balonga ha escogido como escenarios para sus fotografías espacios como las minas de Riotinto, arboledas de Valverde del Camino, paisajes de piedras de la Sierra, entre otros muchos. Las mujeres que aparecen en las instantáneas de la fotógrafa onubense son modelos, amigas suyas y ella misma. "Seres llenos de vida... que siempre han existido esperando el momento adecuado para permanecer ante nosotros eternamente", dice.

El objetivo de Elena con esta colección es "transmitir lo que siento a través de mis instantaneas", asegura. "Cuando hago fotografías, me encanta coger un sitio cotidiano, transformarlo y hacerlo único, siempre en base a lo que pienso y a lo que siento", apostilla.