La Fundación Secretariado Gitano trabaja día a día en Huelva para "mejorar las condiciones de vida de la comunidad"

La igualdad se construye paso a paso. La Fundación Secretariado Gitano (FSG) trabaja en Huelva cada día para abrir puertas. Formación, empleo y apoyo son las herramientas con las que esta entidad impulsa la inclusión real de la comunidad gitana derribando prejuicios y creando oportunidades.

El 80% de las personas que acuden son gitanas, pero las puertas de sus sedes en Paymogo y en la capital siempre están abiertas a todo aquel que lo necesite. "La Fundación trabaja todas las áreas: educación, empleo, igualdad, vivienda... Pero no todas las áreas se desarrollan al mismo tiempo en todas las sedes a la vez", detalla Cristina Rosal eón, Coordinadora Provincial de esta ONG en Huelva.

"Cuando abrimos en Huelva, había muy pocos gitanos con el graduado escolar en su día", detalla Rosal, una realidad que poco a poco ha ido cambiando siendo cada vez más las personas que terminan sus estudios obligatorios y apuestan por seguir formándose en niveles superiores. Para fomentar la inclusión en el ámbito educativo, la Fundación ofrece acompañamiento desde los niveles más básicos. El programa Promociona-T busca prevenir el absentismo escolar desde educación infantil hasta las etapas obligatorias de primaria y secundaria, momento en el que "casi el 100%" pasan al programa Promociona, para promover el acceso a estudios postobligatorios. Aquellos que pasan niveles postobligatorios continúan de la mano de la Fundación con el tercer programa, Promociona +. "El objetivo es que titulen, este programa trabaja para el éxito educativo", asegura la coordinadora de la sede onubense que incluye a los padres en las diferentes etapas escolares de sus hijos e hijas.

Una vez han acabado sus estudios desde FSC tienden la mano para acompañar en la búsqueda de empleo con el programa Acceder en el que ofrecen "itinerarios personalizados de inserción con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de todos los gitanos" a través del empleo. Todo este acompañamiento finaliza con orientadoras laborales para ajustar el objetivo profesional de cada persona en función de si quiere o no continuar estudiando. El programa "tiene convenio con unas 70 empresas" que ayudan a derribar esa primera barrera laboral para ofrecer experiencia laboral real y en la que también tienen oportunidad de ser contratados. Durante este periodo de búsqueda de empleo, las mujeres cuentan además con el Programa Calí, donde se enfocan en la parte "más personal para trabajar la motivación, la toma de decisiones y la autoestima". En un mercado laboral donde los prejuicios pesan a veces más que los currículos, estos programas son imprescindibles para acompañarles en el proceso.

Pero la labor de la Fundación no termina ahí. La comunidad gitana convive todavía con múltiples estereotipos que limitan a veces las expectativas sobre el futuro. Barreras invisibles que, lamentablemente, todavía siguen poniendo la zancadilla a quienes quieren avanzar y seguir abriendo puertas. Para apoyar a quienes han sufrido marginación, la FSG ofrece un servicio de atención a víctimas de discriminación. Cuentan con una abogada que estudia y valora cada caso pudiendo intervenir en caso de pleito legal.

Todos estos casos se unen en un informe anual de ámbito nacional donde se recogen todos los casos de discriminación y que permite "visibilizar estos ataque que sufre la comunidad gitana". La igualdad no se logra solo con leyes, sino con oportunidades reales. Mientras persistan los prejuicios, la inclusión será una meta pendiente. La Fundación Secretariado Gitano recuerda con su trabajo diario que la justicia social no es un favor: es un derecho.