Un fraile de Cruz Blanca y corazón cintero
Religioso
Unido a Huelva por la cuna, por los amigos y por la familia, el hermano José Antonio se ha recorrido media España desde que, en 1984, decidió consagrarse a los Franciscanos de la Cruz Blanca. Nació un 14 de mayo de 1963 en La Merced, día de Santa Gema y San Matías, como recalca. Allí creció su devoción por las imágenes religiosas y, sobre todo, por la Semana Santa. De hecho, el hermano no falta nunca a su cita cofrade con el Cristo de la Sentencia de Pérez Cubillas y, el Martes Santo, con la Sagrada Lanzada, en Las Colonias.
Lleva veintisiete años fuera de Huelva, pero nadie lo diría. Sus familiares y amigos le mantienen al día de todo lo que en su ciudad natal acontece y, por si fuera poco, José Antonio se ha aplicado en todo lo que tiene que ver con las nuevas tecnologías para estar al tanto de la actualidad, minuto a minuto. En estos momentos, está destinado en la casa que los Franciscanos de la Cruz Blanca tienen en Torrelodones, en Madrid, y sigue fiel a su vocación.
Su inclinación por los enfermos incurables y más desfavorecidos, a los que cada día cuida con cariño y esmero se debe a la situación de los mismos en la actualidad ya que en opinión del hermano José Antonio "están mal valorados y en parte rechazados por la sociedad y sus propias familias". Tomó los votos simples un 20 de junio de 1987 en la parroquia de Los Dolores de Huelva, para hacerlos perpetuos el 11 de octubre de 1992 en Córdoba.
En 2012 quiere celebrar sus bodas de plata en la parroquia de Los Dolores del barrio de Las Colonias, una iglesia a la que está muy unido por amigos de la infancia. Estos días, disfruta de sus vacaciones estivales en Huelva y ha podido rezarle a su Patrona, la Virgen de La Cinta. Conocedor de los nombres más raros de flores y plantas, es un choquero en toda regla que lleva con gran orgullo en su pecho la Cruz Blanca y el corazón cintero.
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