"Hay que crear foros para identificar los valores urbanos y defenderlos"

Junto a la cúpula del Hotel París, edificio rehabilitado por su padre, Noemí Sanchís contempla la plaza de Las Monjas. Lo hace desde su estudio, donde trabaja desde 2001. Elegida decana del Colegio Oficial de Arquitectos de Huelva (COAH) con el 51% de los votos, la onubense se propone cambiar el rumbo de este órgano para adaptarlo a los tiempos y para acercarlo a la sociedad en medio de una crisis que golpea a un sector que, según valora, ha hecho un ejercicio de humildad.

-Ha roto la tradición. ¿Cómo sienta saber que es la primera mujer que asumirá el mando del COAH?

-Apostamos desde el principio por que la mujer tuviera un papel verdaderamente activo en la vida del colegio porque somos muchas las colegiadas y porque hay muchas mujeres que tienen un papel en la arquitectura. Todo el equipo entendió que Loreto Arias como candidata a secretaria y yo como candidata a decana teníamos que estar ahí. Tradicionalmente esos puestos han estado ocupados por hombres. Y en la comisión deontológica están Rosalía Moreno, que fue una de las primeras mujeres arquitecto de España y la primera colegiada de Huelva, y Miriam Dabrio, cuya presencia es fundamental.

-¿Cree que le ha beneficiado no haber incorporado a nadie relacionado con el gobierno saliente?

-Es un hecho objetivo y pienso que ha sido importante, aunque no creo que haya que incidir en el asunto. Nosotros agradecemos muchísimo la labor de todos los que han trabajado en el colegio y entendemos que todos han hecho lo que les parecía oportuno. Pero ya no se podía seguir mirando atrás, era necesario el cambio y dar un paso más.

-¿Qué es lo primero que hay que renovar?

-El equipo, los planteamientos y el modelo colegial. Hay que hacer una reforma estatutaria profunda porque tenemos que adaptarnos al nuevo marco normativo, al nuevo marco económico y profesional, al nuevo marco formativo y al cambio tecnológico. Los estatutos deben adaptarse a la realidad de cómo se ejerce ahora la profesión. Por ejemplo, el voto telemático aportaría operatividad. Son muchas las crisis a las que se ha sometido el sector y hay que abarcarlo desde un enfoque global.

-¿Qué hará para acercar el órgano a sus colegiados?

-Tenemos que sentarnos a hablar con ellos. El colegio es su casa y tenemos que oír las sugerencias y conocer las necesidades del arquitecto de Huelva para no perder el norte. En cierta manera, los colegiados de la provincia no se sienten representados. Hemos visitado pueblos de toda la comarca y nos hemos sentado con ellos. En cada pueblo hay una problemática y sensibilidad distinta. Eso hay que incorporarlo. Quiero que tengamos presencia activa en la provincia aunque el peso de la capital es incuestionable, aquí está la sede.

-¿Cómo abordará el recorte de gastos?

-Apostando por una gestión eficiente porque muchas veces el recorte se basa en optimizar los recursos, volcarlos, generar una serie de beneficios nuevos y crear sinergias. Hay que centralizar los servicios y, ya que estamos en la era de las tecnologías, sirvámonos de ellas para dar un servicio mucho más amplio a los colegiados que están diseminados por toda la provincia. Vamos a incorporar las TIC para crear una red online y hacer un colegio mucho más activo, cercano, participativo y ágil.

-¿Qué propone para los visados?

-Eliminaremos el pago por anticipado, que es un error y es insostenible. Además hay que ajustar el coste, que es muy dispar respecto a otros colegios. Nos hemos propuesto agilizar el proceso, sistematizarlo para que el coste sea menor.

-¿Cuál es el modelo de ciudad por el que aboga?

-Un modelo que apueste por los valores. Cada ciudad tiene una identidad propia que la hace única y preciosa y que provoca que los ciudadanos se sientan parte de ella. La gente se implica en su ciudad cuando se siente identificada con ella. Yo creo que uno de los problemas que ha tenido Huelva es que los valores a nivel urbano no están identificados. Hay mucha gente que viene de la provincia y de otros lugares y se sienten muy a gusto a nivel humano. Pero se sienten de su pueblo o de su comarca, y no de Huelva porque no encuentran esos valores.

-¿Cómo se identificarán esos valores de los que habla?

-Tendríamos que crear foros de participación ciudadana para identificarlos y ponerlos encima de la mesa para que todos luchemos por defenderlos. Creo que esto es esencial y es muy importante para el modelo de desarrollo porque si tenemos claros los valores de ciudad, eso será un impulso para la ciudad y también para nuestra labor. Siempre apostaremos por la participación ciudadana.

-Muchos ciudadanos lamentan la pérdida de la identidad de la capital con la desaparición de edificios señeros o pintorescos.

-Si no están claros nuestros valores, es lógico que se empiecen a perder, ya que uno conserva lo que aprecia. ¿Cuál es nuestro patrimonio? Necesitamos identificar los valores edificatorios que se desconocen y hay que empezar desde abajo, habrá que establecer conversaciones con Educación y con Cultura. ¿Cuál es el alma de la ciudad? ¿La tenemos? ¿Es recuperable? ¿La hacemos nueva? A lo mejor el alma son los ciudadanos.

-¿Apuesta por la rehabilitación patrimonial?

-Nos parece perfecta, es una vía más de nuestro ejercicio profesional. El patrimonio es esencial, es de todos y hay que conservarlo. Apostamos por la rehabilitación, enfocada al patrimonio y también por la rehabilitación energética.

-¿Hay una adecuada protección del patrimonio?

-La amplia legislación que hay es adecuada pero habría que ponerla en práctica. Es más un tema de tiempo y de recursos económicos.

-¿Cómo será la relación del COAH con la sociedad y sus administraciones?

-Queremos recuperar la presencia activa en la sociedad. La nuestra es una de las profesiones más antiguas de la humanidad y condiciona todos los modos de vida porque genera todo el espacio en el que se desarrolla la vida de la gente, de la población, de las instituciones. No tiene ningún sentido dejar de participar en la vida social. Estamos abiertos al diálogo con todas las administraciones e instituciones, aunque eso no impedirá que tengamos conciencia crítica para temas de interés para el arquitecto y la sociedad.