La fórmula de éxito
Días de Cómics
El Corsario de Hierro (1970), de Víctor Mora y Ambrós, es una conocida serie española de historietas de aventuras que están ambientadas en el mundillo de los piratas del siglo XVII
La serie El Corsario de Hierro (1970), de Víctor Mora y Ambrós, debutó en la revista Mortadelo Semanal. El Corsario de Hierro pertenece al género de piratas. Tiene afinidades con otros cómics de aventuras creados con anterioridad por Víctor Mora: El Capitán Trueno (1956) y El Jabato (1958). Por eso, hay quien considera El Corsario de Hierro como auto competencia en la misma editorial.
Al tratarse de la misma editorial y de los mismos autores, la reutilización de elementos entre estas series no es competencia, ni siquiera plagio. La tendencia a repetir patrones narrativos en las tres series responde al deseo de explotar su propia fórmula de éxito.
El Corsario de Hierro es el héroe, que lucha por la justicia y protege a los débiles. Mac Meck es el amigo del Corsario, conocido por su gran fuerza, equivalente a Goliath y a Taurus. Merlini es contrapunto cómico, la misma función de Crispín y de Fideo de Mileto en sus respectivas series.
La prometida del Capitán Trueno es la reina Sigrid de Thule; la del Jabato es Claudia, hija de un senador romano, convertida al cristianismo. La del Corsario de Hierro es Lady Roxana, sobrina de Lord Benburry, archienemigo del protagonista. En ninguna de las series se da a la prometida del héroe el papel de mujer florero, ni el de damisela indefensa.
La revista Mortadelo Semanal estaba compuesta por un heterogéneo conjunto de series. El personaje principal, como indicaba el título, era la célebre creación de Francisco Ibáñez, pero había muchas otras, nacionales e internacionales.
En el mismo nº 0, inicia su andadura El Corsario de Hierro, serie en la tradición del tebeo español de la edad de oro del cómic histórico de aventuras, cuyo estandarte son El Guerrero del Antifaz y El Capitán Trueno.
El atractivo de El Corsario de Hierro no estriba en la originalidad, sino en reencontrarnos con unas fórmulas y unos personajes entrañables. Por lo común, siempre asistimos a los mismos lances: el ardid ejecutado con la ayuda de disfraces; los combates a espada; las innumerables veces en que los personajes son heridos y apresados… Todo sazonado con magníficos diálogos, bajo una atmósfera de peligro, aunque sepamos que los protagonistas siempre van a ganar.
Ambrós es capaz de reflejar la belleza, o la más grotesca fealdad, lo hace extraordinariamente, sobre todo en personajes masculinos. La capacidad expresiva se nota en las inimitables sonrisas de sus personajes, y, en el caso de los villanos, su inigualable satisfacción cínica o sus estallidos de furor. Por otra parte, sus páginas muestran un deslumbrante ritmo narrativo. El Corsario de Hierro se recrea en el recurso onírico: dormidos, los héroes; despiertos, los villanos, imaginando muy gráficamente las torturas a que van a someter a aquéllos… o el triste destino que les espera cuando sus planes parecen torcerse.
El Corsario de Hierro se publicó desde el n.º 0 al 544 de Mortadelo Semanal, a cuatro páginas por semana, siempre concluidas en "continuará". Debido al éxito, la editorial se lanzó enseguida a la recopilación de sus aventuras en tomos recopilatorios.
El Corsario de Hierro es hijo de un capitán español asesinado por el pirata que tomó su barco, se libra del mismo destino de su padre porque uno de los piratas, compasivo, lo libra de sus ligaduras. En el primer episodio, el Corsario conoce a los coprotagonistas en la Torre de Londres, de donde se fugan en un día señalado: el 2 de septiembre de 1666, fecha del famoso incendio de Londres.
Los autores de la serie utilizan la Historia a su antojo: en los nº 41 a 43, los héroes intervienen el asedio del puerto de La Rochelle (en 1627, o sea, mucho antes del incendio de Londres). Prima el homenaje a Los tres mosqueteros y a Alejandro Dumas, cuya influencia se deja entrever en este cómic.
La galería de villanos la encabeza Lord Benburry, pirata convertido en noble por ser prestamista real. Otros villanos son: Sinaú de Esmirna, hechicero cuya capacidad para provocar alucinaciones permite lucir a Ambrós su habilidad para lo onírico; el Capitán Kraid, de la Armada inglesa, al que se recuerda por su maltratado loro Zacarías; y esos reyezuelos que pueblan el mar Mediterráneo, que no desean otra cosa que ajustar cuentas con el Corsario.
La próxima semana: Tras la pista de los Dalton (1962), de René Goscinny y Morris, primer álbum de Lucky Luke donde aparece Ran-Tan-Plan, el perro más tonto del Oeste.
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