El 18 de julio de 1990 marcó un hito en la capital. El Gran Teatro, recuperado para la ciudadanía, abría sus puertas con un concierto del violonchelista Rostropovitch con la Joven Orquesta Germano Soviética, dirigida por Vedernikov, al que asistió la reina doña Sofía. Con la perspectiva de las tres últimas décadas, este momento bien podría simbolizar el despertar cultural definitivo de una provincia que entre 1987 y 1995 disfrutó de la presencia de lo más granado de las artes en todas sus facetas.

El actual presidente de la Asociación de la Prensa de Huelva, Rafael Terán, recuerda con emoción aquel concierto grabado en su alma junto al recital de Monserrat Caballé en el Festival de Música de Ayamonte en 2006, si bien en las tres últimas décadas la ciudad y sus alrededores también han visto nacer, tal y como valora Juan José Oña, otros espacios para la cultura como el Foro Iberoamericano, el Muelle de las Carabelas, las Cocheras del Puerto  y la Casa Colón, inaugurada el 3 de agosto de 1992 por los Reyes de España. Precisamente, José Luiz Ruiz destaca la importancia de estas dos últimas infraestrucutras como contenedores primordiales de acontecimientos únicos.

En la provincia, Oña asegura que en este tiempo se alzaron casi 20 espacios escénicos al servicio de la ciudadanía, que han dinamizado la vida cultural de los municipios, ya que con las nuevas dotaciones, las propuestas culturales encontraron un hueco en una Huelva que abrazó  por fin la apertura cultural.

Oña también subraya el "avance espectacular" en lo que a la recuperación del patrimonio arquitectónico, arqueológico y eclesiástico se refiere. Así, asegura que no hay estructura defensiva -las intervenciones en el Castillo de Niebla, que han supuesto dejar exenta la muralla de casi todas las viviendas, merecen mención aparte- ni megalítica de la provincia en la que no se haya intervenido.

Si la puesta en marcha de espacios escénicos en estos 30 años es reseñable, también lo son las actividades celebradas en Huelva, que ocupó un lugar destacado en el mapa cultural con propuestas  singulares e interesantes. Juan Cobos Wilkins recuerda emocionado cómo, cuando estuvo al frente de la Fundación Juan Ramón Jiménez, pudo traer en 1991 a Huelva a Rafael Alberti para ofrecer una lectura en el Convento de Santa Clara de Moguer y recoger el Perejil de Plata, máxima distinción que concede la Fundación.

Si los oyentes -entre ellos, numerosos abuelos con sus nietos- que atestaron el convento vivieron un momento único a cargo de un poeta que representaba la Generación del 27, para el propio protagonista, según recuerda Cobos Wilkins, la experiencia fue muy emocionante. "En casa de Juan Ramón, al subir los peldaños de las escaleras de mármol, repetía su nombre: Ay, Juan Ramón... Y fue muy emocionante. Para Rafael aquello supuso revivir toda su vida, su historia, su sueño. Los que logró, los que se quedaron en el camino y los que acabaron siendo fusilados. Él mismo decía que en aquellos tiempos Juan Ramón (aún más que Machado) significaba la defensa y la lucha por la poesía. Y estar en su casa fue emocionante", recuerda.

De obligada mención es para Terán la revista Con Dados de Niebla. Dirigida precisamente por Cobos Wilkins, entre 1985 y 1998 se hizo un hueco importante entre las grandes revistas literarias españolas junto con la del Ministerio de Cultura, Poesía. Siempre estuvo presente en las grandes ferias internacionales del libro y publicó inéditos y autógrafos de premios Nobel y de poetas desconocidos que empezaban, contando también con el pincel de grandes pintores que la ilustraron, como el onubense José Caballero o Pérez Villalta.

En el primer número de la revista, que fue financiada por la Diputación, vio la luz Nocturno, el primer poema que escribió Pablo Neruda firmado como Neftalí Reyes; escrito a los 14 años, autógrafo y con alguna falta de ortografía. O un texto erótico de Jacinto Benavente, también autógrafo, titulado  Retrato a pluma, según recuerda Cobos Wilkins.

Enmarcado en el contexto de un programa de actividades organizado por el Ayuntamiento capitalino y que "supuso un hito en Huelva y su provincia", Oña recuerda el Festival Iberoamericano de Música que se hacía en La Rábida (unos años antes de la publicación de Huelva Información), la muestra de Teatro de Calle, la muestra de Teatro de los Pueblos de España -escaparate del teatro  que se hacía en el país- o la Muestra Internacional de Danza de la capital, que antes de que existiera la Casa Colón se celebraba  en la plaza de La Merced. 

Según Oña, en torno a las Colombinas también se celebraba otra muestra de danza iberoamericana: una cabalgata con motivos colombinos acompañada de grupos iberoamericanos de danza que, ya en los jardines del muelle, ofrecían un colorido espectáculo.

Desde 1987 hasta 1995 se llevaron a cabo distintas ediciones de un acontecimiento muy singular: la Regata Aerostática Colombina, que logró reunir a globeros de toda España en torno al 3 de agosto. La iniciativa dejó bellas imágenes al sobrevolar los globos la Plaza de Toros. En 1992 el millonario Forbes, que se dedicó durante años a diseñar globos significativos en función de distintos países (una pirámide de Egipto, un buda de China o un elefante en la India), hizo una carabela que sobrevoló Huelva pilotada por Jesús González Grim, quien ayudó a Oña a poner en marcha esta iniciativa.

Además de por Oña, también son recordados por Cobos Wilkins los festivales veraniegos de Música Hispanoamericana que se hacían al pie de la Columna de la Rábida mencionados con anterioridad. Junto al monolito actuaron los grupos más comprometidos con la realidad iberoamericana. De todos los conciertos, Wilkins recuerda a Chavela Vargas y su inseparable poncho rojo, a Mercedes Sosa o a Ataghualpa. 

Afortunadamente, otras propuestas se mantienen en la actualidad, como el Festival de Teatro y Danza del Castillo de Niebla, según Terán, uno de los más importantes sobre teatro de España. Ruiz lo ensalza como el acontecimiento más destacado de estos 30 años y para Oña es "un referente cultural de la provincia y para la gente que viene a pasar sus vacaciones".

Otras propuestas más recientes han acaparado en poco tiempo un prestigio más que reconocido. Como Latitudes, encuentro de fotografía surgido en 2009 que Terán destaca como uno de los más importantes a nivel internacional en su materia. De todas sus propuestas, se queda con la exposición antológica de Robert Cappa que hace tres años se exhibió en la capital y que fue "única en el mundo". 

José Luis Ruiz, creador y director de este festival, recuerda con especial cariño un "preciosísimo"  homenaje a Miguel Hernádez en su aniversario, a cargo de José Luis Ferris, el especialista más importante en el escritor. "Fue ilustrativa, emocional, informativa. Pienso que se han hecho  pocos homenajes a Hernández en España tan certeros y con tanto cariño como el que se hizo en 2010", valora.

Pero, sin género de dudas, de las tres últimas décadas Terán se queda con la creación de la Universidad, el "acontecimiento cultural más importante que ha habido en Huelva tanto porque se cumplía un sueño de muchos años como por las bases que sentaría para el futuro, transformando las conciencias".

Para Wilkins el rodaje y el estreno en 2007 de la película El corazón de la tierra supuso un acontecimiento que, tal y como recuerda el autor del libro en el que se inspiró Antonio Cuadri, toda la provincia sintió y vivió como suyo. "Ver a descendientes de los que fueron masacrados haciendo de extras en la escena de la matanza en memoria de sus antepasados y sin importarles que hubiera que repetir, lastimarse y caerse fue muy emocionante".

A juicio de Wilkins, la película es un buen ejemplo de cómo la cultura puede convertirse  en motor económico. No en vano, asegura que el turismo subió en la zona, los restaurantes se llenaron los fines de semana, las visitas a la fundación   se quintuplicaron, amén de la recuperación de la memoria histórica que posibilitó.

Las actividades de un trienio para la historia

El Trienio de Zenobia y Juan Ramón, que agrupó entre 2006 y 2008 los cincuentenarios del fallecimiento de ambos y de la concesión del Premio Nobel de Literatura, culminó con un congreso internacional en Nueva York. El Trienio estuvo compuesto por jornadas, actividades y circuitos de lectura, englobó a dos exposiciones, reediciones y posibilitó la restauración de la Casa Museo en Moguer.

La consejería de Cultura suscribió en 2006 un convenio con la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC), del Ministerio de Cultura, para la coproducción de la exposición Juan Ramón Jiménez, Premio Nobel 1956, que tuvo dos sedes: la Residencia de Estudiantes de Madrid, entre octubre de 2006 y enero de 2007, y el convento Santa Clara de Moguer, donde estuvo entre marzo y junio de 2007. Se editó un catálogo con artículos de destacados especialistas en Juan Ramón Además y gran cantidad de ilustraciones, en una publicación distribuida a la Red de Bibliotecas Públicas de Andalucía y por otro lado, se adquirieron 800 ejemplares de Diario de un poeta reciencasado, en versión ilustrada por Jacobo Pérez Enciso y editada por Grupo Pandora, con el objetivo de revisar esta obra desde una perspectiva multidisciplinar.

En el capítulo de ediciones, y en colaboración con la Federación Andaluza de Sordos, se editó en DVD Platero y Yo, versión libre en lengua de signos, también para su distribución en la red de bibliotecas, y como medida para acercar este clásico universal a los colectivos con deficiencias auditivas. En ocho conciertos varios artistas pusieron música a los versos del poeta. En el programa del Centro Andaluz de las Letras denominado Circuito Literario Andaluz se celebraron 50 jornadas de lecturas a cargo de autores de todos los géneros donde, a través de un breve texto en prosa y desde su perspectiva de lectores, aproximaron sus experiencias personales con la obra juanramoniana.

Por otra parte, en la provincia de Huelva se desarrolló el ciclo Nuestros autores cantan a Juan Ramón, con ocho conciertos en los que varios artistas pusieron música a los versos del poeta. Además, en diciembre de 2007 el entonces presidente de la Junta, Manuel Chaves, inauguró la restauración de la Casa Museo en Moguer, tras una rehabilitación de 1,5 millones de euros. El Trienio, según destaca Oña, fue el revulsivo más fuerte de cara a la investigación de la obra juanramoniana, a la publicación de la obra editable y lo que es más importante, a la difusión: se colocó la primera piedra para la digitalización de los fondos de Puerto Rico.