Las cuentas claras

Y al final... llegó el lobo

HASTA ahora ha sido como una gran colchoneta que apaciguaba cualquier golpe, cualquier impacto, cualquier bajón que daba la economía onubense. Ha sido ejemplo no sólo de continuidad en el empleo, sino de la fortaleza y calidad a la que otros sectores siempre han mirado. Pero la tela se rompe y desde ámbitos empresariales se pide un gran pacto que ponga remedio a lo que hace tan solo dos años nadie podía imaginar. El empleo en la industria se resquebraja. Basta con mirar las últimas cifras del paro. Mientras en la provincia se vuelve a dar una tímida tregua (gracias a los servicios y a la agricultura) el sector industrial gana afiliados al paro, más incluso de los que se restan en el conjunto de la provincia.

Hace seis meses se advertía desde AIQB de que los efectos de la crisis estaban siendo "más duros" de lo que nadie imaginaba. Y que si no se ponía remedio, el verano de 2009 iba a poner a más de una empresa entre la espada y la pared. Desde entonces, se reclamaba una actitud firme y clara, que no alejara a posibles inversores... No ha hecho falta alcanzar ese momento (el verano) y ya ha llegado el primer mazazo, el que la propiedad de Ercros (antigua Aragonesas) anunciaba el martes, cuando sin que nadie lo pudiera intuir en Huelva, decidía echar el cerrojo de las tres plantas que tiene ubicadas en Palos de la Frontera. El primer efecto, 123 trabajadores en la calle. Un primer bloque al que sin duda le seguirán otros tantos.

A principios de año, el presidente de AIQB reconocía que el bajón en la actividad de las industrias era el primer paso para "empezar a tener problemas" si nadie lo remediaba... Y al final llegó el lobo, con el precinto en sus manos. Un precinto que siempre está acompañado de pérdidas de puestos de trabajo, de cese de actividad y de recorte en el dinero que circula en el resto de sectores y genera cientos de puestos de trabajo. Eso que llaman trabajos inducidos. Porque no nos engañemos. Perder puestos en la industria significa un serio recorte en el gasto que todas esas familias que dependen de él realizarán a partir de ahora en el supermercado, en bares, restaurantes y demás establecimientos. Y eso se verá en unos meses.

Ese gran pacto que reclama AIQB, "al margen de cualquier interés electoral y con la ley en la mano", como apunta su presidente, significa poner freno a una campaña interesada contra la actividad. Significa un posicionamiento claro de lo que queremos para el futuro de Huelva, siempre con la ley en la mano y el respeto al medioambiente, que es una de las grandes riquezas que nunca se debe arrebatar a la provincia.

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