Las medidas tomadas tanto por el Gobierno central como por la Junta de Andalucía han hecho también mella en estos últimos años en la facturación de las farmacias. Según se recuerda desde el Colegio de Farmacéuticos de Huelva, los ingresos de cada botica dependen de la Sanidad pública hasta un 80%. De hecho, el sector considera que medidas como las subastas de medicamentos del Gobierno andaluz o el copago que vino de la mano del medicamentazo del Gobierno central han supuesto un gran varapalo a la viabilidad de un buen número de oficinas de farmacia, aunque afortunadamente ninguna ha tenido que cerrar a día de hoy. Pero la crisis se ha cebado de manera especial, en las que se encuentran en las poblaciones de menor número de habitantes. Pese a ello, se ha hecho, como ya se ha comentado, un esfuerzo por mantener el empleo. En Andalucía, nueve de cada diez colegiados ejerce su actividad en una oficina de farmacia. De ahí la importancia de mantener su viabilidad. Pese a las dificultades actuales, desde el Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos (Cacof) se muestran partidarios de mantener el sistema tal y como existe, ya que entienden que asegura la accesibilidad a la práctica totalidad de la población andaluza y la uniformidad de precios.

Pese a los efectos negativos del copago, éste ha tenido menos impacto en Andalucía que en otras comunidades, reconoce también el sector. La razón estriba en que Andalucía fue pionera en la expansión del principio activo y en la ya mencionada subasta de medicamentos, de manera que el gasto medio por receta se situó por debajo de los 10 euros, lo que representa una cifra menor que la media nacional.

La provincia cuenta con 668 colegiados y 230 oficinas de farmacia que próximamente pasarán a ser cerca de 260.