Las familias okupas abandonan por su voluntad el edificio de la calle Almendro
Las dos últimas que permanecían salieron el día del desalojo tras darle amparo el Ayuntamiento


Las familias que desde el pasado agosto vivían de okupas en un bloque de viviendas en Huelva capital decidieron abandonar voluntariamente el edificio, evitando con ello que se ejecutara el desalojo fijado por el juez para ayer, tras darles un plazo de un mes para buscar alternativas.
Rafael Roque, uno de los vecinos afectados, explicó que fueron ellos quienes por la mañana se desplazaron hasta los juzgados y entregaron las llaves de las viviendas.
En un principio, la orden de desalojo estaba fijada para el pasado 4 de diciembre, si bien gracias al propietario del edificio, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Huelva se logró dar a las familias un plazo de un mes para abandonar las viviendas.
En este tiempo, precisó Roque, de las doce familias que ocupaban el edificio, diez han podido irse a casa de familiares o buscar alternativas, permaneciendo en el edificio hasta el día de ayer sólo dos de ellas, la suya y otra más; en total, cuatro adultos y tres menores que no tenían "alternativa ninguna".
Sin embargo, la actuación del Ayuntamiento de Huelva, que les ha buscado una solución temporal ante su "situación de emergencia absoluta" ha motivado que estas dos familias hayan decidido abandonar voluntariamente las viviendas.
Por su parte, fuentes del Ayuntamiento de Huelva han explicado que la ayuda prestada a estas dos familias por la gravedad de su situación, ha sido, en primer lugar, realojarlos y pagarles una pensión hasta el 8 de enero.
De aquí a entonces, han apuntado, se les va a tramitar un alquiler de emergencia de forma que puedan contar con una vivienda para residir.
Desde el Ayuntamiento se ha indicado que no se trata de un tema que compete a esta administración, si bien ha actuado a través de los Servicios Sociales por tratarse de "vecinos de la ciudad", además se ha insistido en que "no es una actuación usual, sino que esta vez se ha hecho así por la absoluta situación de emergencia en la que se encontraban".
El bloque se ubica en la calle Almendro, en la barriada de Fuentepiña, y llevaba seis años cerrado cuando estas familias -compuestas por alrededor de 48 personas-, todas ellas sin vivienda y sin posibilidad de hacer frente a alquileres convencionales o pagos de hipotecas por su situación económica.
Los okupas eran jóvenes de entre 18 y 30 años, la mayoría de los cuales tiene al menos dos hijos a su cargo con edades comprendidas entre los 2 y los 7 años.
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