La familia de un niño con secuelas por la meningitis denuncia a un médico del JRJ

Una familia de la capital ha presentado una denuncia, ante la Audiencia Provincial, por un caso de meningitis que afectó a su hijo de tan solo un año de edad.

Según el texto presentado por el abogado de la familia, la denuncia se fundamenta en el hecho de que al pequeño no se le realizaron las pruebas suficientes en el Servicio de Urgencias del Juan Ramón Jiménez (JRJ) como para detectar que se trataba de una meningitis, lo que conllevó un retraso en el diagnóstico y la aparición de graves secuelas, que se han traducido en una discapacidad, reconocida por la Junta de Andalucía, del 33%. La patología fue diagnosticada en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla, a donde el niño fue trasladado a causa del empeoramiento de su situación.

La denuncia, interpuesta contra un médico de Urgencias, explica que, "tras una rápida exploración sin que le efectuara prueba médica alguna, el médico le diagnosticó faringitis aguda con un tratamiento de dieta blanda, mucho líquido, lavados nasales con suero fisiológico (siempre y cuando tuviera mucosidad), y para el control de la fiebre, por encima de los 38,5º C, recomendó paracetamol o bien ibuprofeno. No apreciando el mencionado doctor en la exploración signo de meningismo y una fiebre de 38,9ºC".

Una vez recibida el alta y a causa del agravamiento del pequeño, los padres regresaron con él a Urgencias esa misma noche, "donde nuevamente se descarta en un principio signos de meningitis, derivándose, dado el empeoramiento progresivo del menor, al Servicio de Cuidados Críticos Neonatales, lugar donde, tras realizarle diversas pruebas médicas, se nos deriva a la UCI Pediátrica del hospital Virgen del Rocío tras entrar en shock séptico". Será en el centro hospitalario sevillano donde, "tras llevar a cabo las pruebas pertinentes, se diagnostica sepsis meningocócica por dos facultativos de la UCI infantil, pruebas que en ningún momento se realizaron en el Hospital Juan Ramón Jiménez".

La denuncia presentada por esta familia entiende que la demora en el diagnóstico, provocó que la enfermedad "resultara mucho más virulenta y que casi le costara la vida a nuestro hijo, además de las graves secuelas".

La resolución de discapacidad reconoce "enfermedad dermatológica, limitación funcional de ambos miembros inferiores y enfermedad del aparato digestivo". Las lesiones han acarreado, además, que el pequeño haya tenido que ser sometido a dos intervenciones quirúrgicas el año pasado y que queden aún pendientes otras.

El letrado de la familia argumenta, en su escrito dirigido a la Audiencia, que, según la jurisprudencia del Supremo, "servirá de base para la imputación de responsabilidad el hecho de no haber practicado todas las comprobaciones o exámenes exigidos o exigibles", lo que a juicio de esta familia sucedió en Urgencias del Juan Ramón.

La dirección del hospital onubense insistió en que, "como en todos los casos de procedimientos judiciales, el centro hospitalario no entra a hacer valoraciones. Eso sí, muestra toda su colaboración con la Justicia con el fin de que se esclarezcan los hechos".