Huelva

Pesar por el fallecimiento del doctor Eduardo Fernández Jurado

  • Presidente de la Hermandad de Emigrantes y Medalla de la ciudad de Huelva

Eduardo Fernández Jurado, junto al Simpecado de Emigrantes en su capilla.

Eduardo Fernández Jurado, junto al Simpecado de Emigrantes en su capilla. / Alberto Domínguez

El doctor Eduardo Fernández Jurado falleció hoy en nuestra ciudad tras una larga enfermedad que llevaba de manera muy privada. Lo que no le fue obstáculo para comprometerse una vez más por su ciudad y asumir desde el pasado año la presidencia de la Hermandad de Emigrantes del Rocío, donde había puesto todas sus ilusiones para reflotarla, a la que el pasado año pregonó y para la que preparaba ya un gran programa de actos de cara a su cincuentenario fundacional.

La misa en su recuerdo tendrá lugar hoy martes a las 18:00 en la Catedral de La Merced.

Eduardo Fernández Jurado, procedía de una familia de reputados médicos de la sanidad local, el era doctor en pediatría y endocrino, ejerciendo su profesión en los hospitales Manuel Lois García y Juan Ramón Jiménez.

Recibió la Medalla de la ciudad de Huelva, que le concedió el Ayuntamiento por su servicio a esta ciudad, a la que le dedicó mucho tiempo en muy diferentes facetas.

Apasionado de la cultura y Hueva, le llevó a ser articulista habitual en distintos diarios y televisiones. Presidente de la Unión de Cofradías de Huelva, impulsó la estación de penitencia en la Concepción y la entrada en la Carrera Oficial por La Placeta. En su Hermandad del Calvario fue durante muchos años diputado mayor de gobierno.

Destacó como escritor por sus numerosos pregones, en los que brillaba por la belleza de su verso. Un largo rosario de pregones dedicados tanto a Huelva como a la Semana Santa y a sus devociones. Pregonó la Semana Santa de Huelva en dos ocasiones y fue cronista del Rocío del pueblo de Almonte y pregonero de un gran número de hermandades rocieras; así como exaltador de la Virgen de la Cinta.

Una de sus grandes aficiones fue el flamenco, al que dedicó mucho tiempo de estudio. Fruto de ello no solo fueron las exaltaciones a las saeta en el ámbito cofrade, sino que destacó con espectáculos flamencos a los que puso la letra como la ópera Y después América, que resultó un rotundo éxito en 1992. Entre sus trabajos flamencos se encuentran Itinerario lírico del fandango de Huelva, Juan Ramón en clave Flamenca, o La Navidad flamenca según los evangelios.

Igualmente destacó por las letras de muchas sevillanas rocieras que escribió para grupo como Los Marismeños, Las Niñas de la Manola, Cantares de Huelva o El Coro de Almonte.

Su fallecimiento ha producido un gran pesar en la sociedad onubense. Descanse en paz.

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