Un estudio relaciona el cáncer con el estrato social del enfermo

Entre 2000 y 2004 los tumores malignos tenían una incidencia del 30% en los hombres y del 18% en las mujeres, según el informe

Vista aérea de la ciudad de Huelva y las desembocaduras del Odiel y el Tinto.
Vista aérea de la ciudad de Huelva y las desembocaduras del Odiel y el Tinto.
S.h. Huelva

05 de junio 2014 - 01:00

La sobremortalidad por cáncer en Huelva está directamente relacionada con el estrato social de la población, según concluye un estudio elaborado por Antonio Escolar, jefe de Medicina Preventiva y Salud Pública del hospital Puerta del Mar de Cádiz.

Bajo el título Estudio sobre la sobremortalidad por cáncer en la provincia de Huelva. Mirar al pasado para explicar el presente, el trabajo del también coautor del Atlas sobre la mortalidad por cáncer y otras causas en España, elaborado por el instituto Carlos III de Madrid, cuyos resultados han sido avanzados por la Cadena Ser, destaca que esa mortalidad ya existía antes de que se instalará en la capital onubense el polo químico.

Este trabajo incide en el hecho de que la muerte por cáncer en Huelva no tiene una distribución "al azar" y afecta sobre todo a la población onubense más desfavorecida.

Según el autor, esto no es contrario a que el impacto ambiental de la industria pueda tener una afección sobre la salud de la población, si bien se destaca el hecho de que dentro de la misma ciudad los riesgos de muerte por cáncer no se distribuyen de manera homogénea, con zonas que están por debajo de la incidencia media nacional.

La sobremortalidad por todo tipo de enfermedades en Huelva se sitúa, según los datos registrados por el Instituto de Salud Carlos III en 2012, en un 13% superior en el caso de los hombres, y en un 10% para las mujeres, situándose en el caso del cáncer en cifras similares.

El estudio sí revela un aumento de la proporción de muertes por tumores malignos respecto al total registrado desde que se implantara en Huelva el polo químico. De esta forma, antes oscilaba entre el 17% y el 14% en hombres y mujeres, mientras que durante el periodo 2000-2004 esa tasa se incrementó hasta el 30% en hombres y el 18% en mujeres.

Éste es sólo uno de los cinco estudios epidemiológicos encargados por la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía en marzo de 2011 -a instancias del Defensor del Pueblo Andaluz- para determinar la situación sanitaria y ambiental en la provincia de Huelva, especialmente en la capital y los municipios aledaños a la ría.

En este caso se trata del que evalúa el impacto del desarrollo social y económico en la mortalidad desde una perspectiva histórica social del territorio y la industrialización y del que más adelante se conocerán todos los detalles.

En paralelo, Salud encargó otra investigación que se enmarca dentro de un programa de biomonitorización de la población de la zona y que se centra en el estudio de la exposición a metales pesados y metaloides en poblaciones residentes en zonas industrializadas de Andalucía, similar al realizado en 2004. Con este trabajo se pretende "determinar el nivel de exposición a metales pesados y metaloides (arsénico, cadmio y níquel) de la población residente en la Ría de Huelva", en comparación con los habitantes del resto de capitales de las provincias de Andalucía, "utilizando para ello la orina como marcador biológico de exposición", refería en 2011 la entonces consejera de Salud, María Jesús Montero.

Ese mismo año y en colaboración con la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) de Granada y la Universidad de Huelva se inició otro estudio de los biomarcadores relacionados con la exposición a compuestos orgánicos persistentes (COPs) en una muestra de la población de Andalucía, con el fin de disponer de información sobre la distribución poblacional de las concentraciones de los principales COPs y poder contribuir al control de sus efectos adversos.

Los compuestos orgánicos persistentes son sustancias "potencial o demostradamente dañinas" para la salud y el medio ambiente, además de que son muy resistentes a la degradación. Por ello, pueden permanecer en el ambiente y en los organismos durante largos periodos de tiempo, la mayoría de los cuales empezaron a difundirse por el planeta hace décadas.

Junto a estos dos estudios relacionados con la biomonitorización de la población de la zona, Salud anunció otra investigación etiológica de casos y controles en provincias occidentales de Andalucía, también en colaboración con la Universidad de Huelva.

El último de los informes tendrá por objeto determinar las tendencias de mortalidad en Andalucía según grupo de edad, periodo de defunción y cohorte de nacimiento, encargado a la EASP de Granada.

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