Una escultura que busca la impronta de "fuerza y confianza" del almirante

"Imaginen qué rostro y qué carga de fuerza tendría Colón en el desembarco -evocaba ayer el autor del monumento, Elías Rodríguez Picón- con una tripulación que estaba al borde de la rebelión, en el momento en que vieron el Nuevo Mundo. Eso es lo que he tratado de representar en esta escultura: seguridad y confianza en sí mismo". Tomaron por loco al almirante que reescribió la Historia, pero su intuición y su riesgo le recompensaron con un hallazgo universal. En la Plaza de Las Monjas se alza enérgico y orgulloso, señalando a la calle Vázquez López y al Sur que desemboca en la Ría.

La estatua ha sido realizada en bronce natural y tiene una altura de tres metros, pero el conjunto, con el pedestal, supera los siete metros. Se trata de una figura clásica del almirante en su llegada a América, portando en la mano izquierda una bandera de Castilla y León (El puntal que sujeta el pendón tendrá un metro y medio más de altura y acaba en una cruz) y con la derecha señalando la tierra. También lleva una espada y, colgada al cuello, una medalla de la patrona de Huelva, la Virgen de La Cinta. "Aunque me he inspirado en la fisonomía clásica que aparece en pinturas y dibujos -explicaba ayer Rodríguez en declaraciones a Huelva Información- he querido darle un toque personal para que el Colón de Huelva sea único en el mundo, con una silueta muy particular, en una pose descubridora. Uno de los detalles más significativos es la medalla de la Virgen de la Cinta, a cuyo santuario acudió a rezar el almirante antes de partir". Asimismo, la escultura lleva una capa de la época bordada en relieve, unas especie de abrigo de piel de camello y las botas para la navegación.

"Desde el primer momento que Manuel Remesal, concejal de Cultura, se puso en contacto conmigo para hacerme este encargo, -contaba el artista- me sentí inmensamente agradecido al Ayuntamiento por darme la oportunidad de plasmar una seña de identidad tan significativa para Huelva y para la Historia".

Se consolida así la trayectoria del rocianero Rodríguez Picón, escultor e imaginero sobradamente conocido en la provincia onubense. Dentro de su primera faceta, este joven artista ha dejado ya huella en los tributos a Juan Ramón Jiménez; al primer presidente del Recreativo, Charles Adam, a la Inmaculada Concepción o, próximamente, a la Virgen del Rocío en la Plaza del Punto.