Huelva

La escasa oferta y la inflación encarecen los pisos para los estudiantes de la UHU

La avenida de Andalucía, una de las zonas más demandadas por los estudiantes de la UHU.

La avenida de Andalucía, una de las zonas más demandadas por los estudiantes de la UHU. / Josué Correa (Huelva)

Los estudiantes de la Universidad de Huelva no escapan del problema de la falta de oferta de alquiler en la capital, una circunstancia persistente a la que se suma ahora la coyuntural de la inflación. En torno a dos tercios del estudiantado procede de fuera de la capital y aquellos de puntos más alejados buscan habitaciones en pisos de los entornos de los campus del Carmen, como pueden ser la Avenida de Andalucía, Fuentepiña o Los Rosales, o al de La Merced. Las residencias Inturjoven y Uno de Julio conforman otra modalidad de alojamiento. La futura Residencia Universitaria de la UHU viene a paliar este déficit, aunque, en principio, habrá que esperar al curso 2024-2025 para hacer uso de las 440 plazas de las que dispondrá.

"En Huelva no se pagarán 200 euros por una habitación", una frase oída repetidamente durante varios cursos por Rocío Soto, delegada del Consejo de Alumnos y Representantes de la Universidad de Huelva (Caruh). Originaria de Bollullos, desde el primer curso, el próximo será el último, ha alquilado habitaciones en distintas zonas de la ciudad, la más barata fue de 150 euros la mensualidad hasta llegar a los 180 euros el pasado curso. "Los alquileres han pegado un subidón respecto a antes del covid".

Mariella también está terminando sus estudios, en su caso Ingeniería Electrónica Industrial. Procedente de Talavera de la Reina (Toledo), siempre ha optado por el alquiler de habitaciones. En su caso, este curso va a pagar el mismo precio mensual que en su primer año, 160 euros, sin embargo ha tenido que cambiar de zona. Su primer destino en la ciudad fue la Avenida de Andalucía "pero me cambié para el curso siguiente porque lo iban a subir a 50 euros más por habitación". Desde allí se mudó a Isla Chica y actualmente reside en la zona de Los Rosales.

En uno de los portales de alquiler de viviendas, este mismo lunes 29 de agosto se pueden ver ofertas de habitaciones desde 180 euros al mes en Isla Chica a 195 euros en La Orden pasando por 300 euros en Fuentepiña.

Los universitarios buscan vivienda cerca del Campus del Carmen. Los universitarios buscan vivienda cerca del Campus del Carmen.

Los universitarios buscan vivienda cerca del Campus del Carmen. / Josué Correa (Huelva)

Otra opción es acudir a la mediación de una agencia inmobiliaria. David Villahoz trabaja en Housing Huelva, entidad que mantiene un convenio de colaboración con la Onubense, y asegura que la escalada de los precios es "de más o menos el 30% en los últimos cinco o seis años". Su principal nicho de negocio es el alquiler temporal, que supone del 80 al 90% de su actividad para la que tienen una cartera de aproximadamente cien inmuebles. La comunidad universitaria ocupa un papel importante entre su clientela, tanto alumnos como profesores, aunque también atienden a personal sanitario o de institutos.

"La demanda es muy superior a la oferta en el parque inmobiliario de Huelva", a lo que hay que sumar la tendencia al alza de los precios. En el caso de esta agencia, la habitación puede costar de 300 a 350 euros, sin suministros a excepción de la conexión a internet y en algunos casos también se incluye la comunidad. Comenzaron trabajando sobre todo en la zona del Centro y La Merced, donde siguen teniendo más oferta aunque "nos vamos acercando a la Avenida de Andalucía, Los Rosales y también La Orden, donde alquilamos a estudiantes de FP de otros lugares de la provincia", señala Villahoz.

Este agente considera que el precio alcanzado "ya ha llegado a su tope" aunque admite que al fin, "el mercado es oferta y demanda". Según su experiencia, es frecuente que "en etapas de incertidumbre económica el propietario es más receptivo a ofrecer su vivienda más para alquiler temporal y menos a larga duración". Por contra, "cuando se estabiliza la economía y el mercado está tranquilo y hay menos paro, ven con mejores ojos los contratos a largo plazo".

Cuando en su agencia ya tienen cubierta su oferta disponible, su convenio de colaboración incluye también las labores de asesoramiento, sobre todo con la parte más internacional de la comunidad universitaria. "En la oficina hablamos varios idiomas y actuamos donde existe la barrera lingüística, nos traen su listado de otras inmobiliarias y les filtramos las ofertas, además de concertarles las citas con ellos".

La opción de las residencias 

A la espera de que la Residencia Universitaria de la UHU sea una realidad, el pasado julio se puso la primera piedra, la oferta actual es escasa. La residencia Uno de Julio apenas cuenta con 18 plazas, cuyos precios oscilan desde los 604 a los 681 euros para las habitaciones individuales, a los 736 si es doble. Alba y Mayte Martín Cortés gestionan este establecimiento que lleva por nombre la fecha en la que el Parlamento de Andalucía dio el visto bueno a la creación de la UHU. Para el próximo curso "hemos tenido que subir diez euros los precios, aunque no es algo que se suele hacer pero el tercer trimestre del curso pasado subieron muchísimo las facturas de la luz y de los alimentos", indica Alba. 

Otra opción es el albergue de Inturjoven de la capital, donde el curso completo tiene un precio de 1.850 euros  (205 euros al mes) para el alojamiento y desayuno en una habitación doble. A la habitación de uso individual hay que sumarle un suplemento de 1.032 euros.

Alojamiento alternativo

La UHU cuenta también con dos programas de alojamiento alternativo. Uno de ellos es el denominado Con Corazón, destinado a jóvenes extutelados, mujeres en situación de riesgo, exreclusos, personas en reinserción, inmigrantes y con discapacidad física. El alojamiento es la Casa de Paco Girón, en honor de la trayectoria social de este sacerdote, con capacidad para 36 beneficiarios de este iniciativa social.

El segundo programa de este apartado es el programa con mayores, con el que se ofrece una opción más a los universitarios y a la vez se mejoran las necesidades de acompañamiento o soledad no deseada. Ambas partes pactan un Acuerdo de Convivencia por el que el propietario ofrece una habitación independiente que es gratuita para el estudiante. A cambio, éste debe realizar las tareas que acuerden y debe correr con los gastos de la comida además de colaborar en los gastos de suministro.

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