El mayor simulacro realizado hasta la fecha ante una emergencia por tsunami en las costas andaluzas fue llevado a cabo por parte de la Junta de Andalucía en el mes de octubre del año pasado y pretendía lanzar un mensaje de que “estamos preparados para cualquier tipo de incidente”. Así lo sostuvo el por entonces consejero de Presidencia e Interior, Elías Bendodo, quien se mostró convencido de que los medios y planes disponibles estaban preparados para afrontar una catástrofe de estas características.

Por entonces se escenificó un seísmo en la falla Marqués de Pombal, a casi 200 kilómetros al oeste del Cabo de San Vicente (Portugal), con una intensidad en la escala Richter de 8,4 puntos, generando un maremoto muy similar al de 1755, con una ola de entre 10 y 12 metros de altura, que avanzaba imparablemente hacia las costas de la Península Ibérica, calculándose en 50 minutos el tiempo que ésta tardaría en llegar hasta el litoral onubense.

Casi como si fuese real, la sala del teléfono único de Emergencias 112 Andalucía comenzó a recibir recién pasadas las nueve de la mañana las primeras llamadas de ciudadanos de los municipios de la costa occidental alertando sobre un temblor de tierra, tras lo cual se esperó a que el Instituto Geográfico Nacional (IGN) lo confirmase. Solo tres minutos después fue el propio IGN el que nuevamente confirmó el tsunami asociado al mismo.

Fue entonces cuando la entonces delegada del Gobierno de la Junta en Huelva, Bella Verano, activó desde el Puesto de Mando Avanzado instalado para la ocasión en el recinto ferial de Aljaraque el Nivel 1 del Plan de Emergencias, que supone la evacuación de la población y el despliegue de un operativo de emergencias que, a modo de simulacro, ha sido el mayor en la provincia de Huelva hasta el momento, con aproximadamente un millar de personas implicadas en el mismo.

El ejercicio se enmarca en el denominado 'Simulacro RespuestA 21', con el que se está probando el Plan Territorial de Emergencias de Andalucía, así como los planes especiales ante el Riesgo Sísmico, Inundaciones y Accidentes en el Transporte de Mercancías Peligrosas, además de los Planes de Emergencias Municipales de más de medio centenar de poblaciones.

Además de en el Puesto de Mando Avanzado instalado en Aljaraque, el ejercicio se desarrolló en distintos puntos del litoral onubense, donde se desplegaron hospitales de campaña y distintos escenarios de búsqueda, rescate y atención a múltiples víctimas por el tsunami.

Algunos de estos escenarios fueron el Puerto Deportivo de Mazagón, donde se trabajó en tareas de rescate y búsqueda de personas en alta mar con la colaboración de Salvamento Marítimo; El Rompido y el entorno de la ría del Piedras, donde igualmente Salvamento Marítimo llevó a cabo tareas de búsqueda y rescate de víctimas; el Centro Comercial de Islantilla, donde los efectivos de emergencias simularon un desalojo y posterior confinamiento de ciudadanos en las partes más altas de la zona. También se realizaron ejercicios en Isla Cristina y Ayamonte.

No obstante los tres puntos donde el despliegue fue mayor fueron el Albergue Juvenil de Punta Umbría, que tuvo que ser desalojado; el espigón de Huelva, donde hubo que buscar, rescatar y atender a numerosos heridos, y donde además se produjeron seis víctimas mortales como consecuencia de la gigantesca ola, y la zona de La Calatilla, donde se desplegó un escenario de rescate y atención a múltiples víctimas.