Enrique, el bebé de Huelva que el Papa Francisco tuvo en sus brazos para bendecirlo: "Lo vi allí y dije, esto lo hago o no lo hago, es una vez en la vida"

Su hermano mayor, Izan, también protagonizó un emotivo momento haciéndole un regalo al pontífice

"Fue un cúmulo de cosas porque fue sin esperarlo", asegura su madre que sintió cómo se le ponían los pelos de punta por la emoción

Huelva se despide con emotivas palabras del papa Francisco: "Su manera de tender la mano y de hablar con el corazón quedará para siempre en la memoria de nuestra época"

Jennifer, el pequeño Enrique y el papa Francisco I.
Jennifer, el pequeño Enrique y el papa Francisco I. / Vatican Media

"De repente estábamos en primera fila y nos dijeron que el Papa iba a pasar por allí y se iba a parar con nosotros". Así narra Jenni el momento en el que conoció al papa Francisco I y bendijo a su bebé durante la peregrinación extraordinaria de la Hermandad de Emigrantes del Rocío de Huelva que tuvo lugar en diciembre.

"Me dijeron que intentase darle al niño, pero que él no podía cogerlo en sus brazos, que se lo sostuviera porque estaba mayor", cuenta Jenni recordando su encuentro con el Sumo Pontífice fallecido este lunes. Comida por los nervios del momento la madre vio cómo Francisco se aproximaba a donde ella estaba con sus dos hijos. El más pequeño, Enrique, apenas contaba con un mes y medio cuando el Santo Padre se acercó hasta él para bendecirlo.

No se lo pensó. "Yo lo vi allí y dije, esto lo hago o no lo hago, es una vez en la vida y le puse al niño encima", cuenta su madre emocionada. "Una emoción, unos nervios... Fue un cúmulo de cosas porque fue sin esperarlo", asegura Jenni que, sin poder creerse lo que acababa de pasar entonces. Asegura que enmudeció y sintió cómo se le ponían los pelos de punta ante la sorpresa de ver a Francisco I bendiciendo a su hijo. "Lo bendijo y me sonrió muy contento". Un momento muy emotivo e íntimo entre el papa y cuya fotografía ha dado la vuelta al mundo estos días.

El papa Francisco I con Enrique en sus brazos.
El papa Francisco I con Enrique en sus brazos. / Vatican Media

"No sabría cómo describir ese momento" que para ella ha sido "algo histórico". Jenni espera con ganas poder enseñarle en unos años la instantánea "cuando él sea grande y se vea en las portadas, que lo subieron a las redes sociales del papa" cuenta emocionada por saber cómo reaccionará su hijo, "¡no podía estar más bendecido!".

Gracias a ese momento al pequeño Enrique lo han conocido en la calle como "el niño del papa" y tras verle por la televisión y en las redes sociales, y al pontífice lo llamaban en su círculo más cercado y en tono humorístico por la situación vivida "su padrino". Ella no esperaba vivir ese instante y le llegó como un regalo, tanto para ella, como para sus dos hijos.

Izan, el mayor de los dos hermanos, también vivió un momento especial con el pontífice. Tiene tan solo cinco años y contaba a su madre, tras conocer la noticia del fallecimiento de Francisco I, que "le iba a decir a todo el mundo que había tenido la suerte de conocerlo", una experiencia que le llenó de una alegría que le costaba contener.

Emocionado por los caramelos que le habían dado también quiso tener un detalle con el papa. "Me dijo que él también quería regalarle algo y como llevábamos cuatro rosarios le regalamos uno nuestro de la Hermandad de Emigrantes". El pequeño le entregó uno de los rosarios como agradecimiento por los caramelos que había recibido, unos dulces que no se atreve a abrir. "No se ha comido los caramelos, dice que 'esto no se come, esto se guarda' que se los ha regalado el papa".

Esos caramelos son ahora para él un tesoro que guarda junto al recuerdo de haber podido conocer al pontífice y que, en unos años cuando su hermano pequeño crezca, podrá contarle que esas coloridas chuches se las entregó el propio Francisco I.

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