Un enamorado de su trabajo
David Carrasco Pérez - Profesor y entrenador
David (Huelva, 14 de septiembre de 1974) le pone pasión y dedicación a todos los proyectos que acomete, tanto en su faceta de profesor como de entrenador.
Le encanta el baloncesto; empezó en el colegio Las Viñas de Bollullos (el pueblo de sus padres, donde él se crió) en categoría minibasket y estuvo hasta senior, proclamándose varios años campeón provincial; a continuación jugó en el Maristas San Fernando, Gines, la Universidad de Huelva (campeón de España en el 2000), y dos años en el Villa de Huelva en la 1ª Nacional.
"Empecé de alero, pero en el Villa de Huelva me reconvirtieron a '4' y me vino bien; tenía cuerpo de '4' y la rapidez de un '3'; era más defensivo que ofensivo, con unos 10 puntos de media, agresivo en defensa y con un altísimo porcentaje en tiros libres", recuerda.
Su periplo como entrenador se inició en el Maristas Atlético Colón, luego pasó a la cantera del Club Baloncesto Huelva y los últimos cuatro años ha estado en el San Juan, como director deportivo y coordinando la base. Ahora inicia una nueva etapa en el PMD Aljaraque. Además, este verano logró el título de entrenador superior "algo que supuso un gran esfuerzo, porque estuve 15 días en Málaga lejos de mis hijos y mi mujer, pero mereció la pena".
"No soy un entrenador al que le guste el protagonismo; me encanta trabajar con los jóvenes, pero no renuncio a llevar un equipo de 1ª Nacional o de EBA. Donde soy un especialista es en la categoría junior (16-18 años); de mis equipos han salido muchos jugadores para categorías superiores y tengo un trato especial con ellos, quedamos para cenas, comidas de Navidad, etc. También me atrae todo lo que es la gestión deportiva, la dirección, coordinar...".
David se sacó las oposiciones de maestro en el 97 y desde el 2004 dirige el colegio JJ Rebollo de San Juan del Puerto. "Soy diplomado en Educación Física; mi trabajo y el baloncesto se complementan bien; me considero un educador, más docente que entrenador, y por eso no me importa estar todo el día con los chavales", asegura.
"Soy un poco obsesivo con mi trabajo, a veces no consigo desconectar. Soy muy meticuloso, me gustan las cosas bien hechas, porque la materia prima con la que trabajo es frágil y valiosísima".
Se siente orgulloso de los amigos que tiene, "son mi mayor tesoro". Cultiva las relaciones personales en los sitios por los que va pasando, y echa de menos a la gente con la que ya no tiene el mismo contacto que antes.
Su principal afición es la informática, es un enamorado de las nuevas tecnologías, de los ordenadores. "En mi colegio tenemos un ordenador por cada dos alumnos, y eso es una satisfacción".
Además, le encanta la lectura deportiva y todo lo relacionado con el deporte. Colecciona tebeos antiguos y pins, dos aficiones heredadas de su padre.
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