La crisis empuja a GMR a negociar el cambio de propiedad de Aqualon

El centro comercial Aqualon Puerto, propiedad del grupo inmobiliario GMR, está a un paso de cambiar de propiedad. El impago reiterado de las letras pendientes con la entidad bancaria con la que tiene suscrita la hipoteca del edificio, ha llevado al grupo inmobiliario a negociar el 'traspaso' de propiedad y evitar consecuencias mayores, como la presentación de un concurso de acreedores (antiguo expediente de regulación de empleo), según han confirmado fuentes directas del centro a este periódico.

El Grupo GMR, considerado como pionero y uno de los principales promotores de centros comerciales del país, comienza a mostrar en Huelva los efectos que la crisis le ha provocado. Desde antes del verano, no atiende los pagos que mantenía comprometidos con el banco para hacer frente a la hipoteca del centro, lo que provocó que el pasado mes de junio Aqualon recibiese una orden de embargo de las rentas de alquiler de los locales comerciales. Una cantidad que alcanza casi los 200.000 euros, ya que son cerca de 70 los locales que el centro mantiene actualmente con actividad en régimen de arrendamiento.

La falta de liquidez del grupo inmobiliario para hacerse cargo de los compromisos de pago de la hipoteca que se contrató para impulsar el centro, que se inauguró hace cuatro años, ha llevado a que tanto la empresa como la entidad financiera se planteen un cambio de propiedad. Así, según han confirmado las mismas fuentes, la próxima semana se celebrará un encuentro entre los principales representantes de ambas, que se presume que podrá concluir con la adquisición del inmueble por parte de Eurohypo, una entidad que hasta ahora se ha considerado como líder en el sector inmobiliario y de la financiación pública.

De momento, tanto la plantilla que depende directamente de la propiedad (tres empleados en el departamento de administración), como las de las empresas auxiliares (una veintena, entre personal de limpieza, mantenimiento y seguridad), no han dejado de cobrar sus nóminas, si bien no ocurre lo mismo con los acreedores y proveedores con los que se mantiene una deuda cercana al millón de euros.

Todos confían en que la reunión de la próxima semana resulte fructífera, ya que de lo contrario la amenaza de un concurso de acreedores se podría convertir en una realidad inminente, que podría poner en peligro los cerca de 400 empleos entre directos e indirectos que genera el centro comercial Aqualon, aunque según se insiste desde el centro "todo hace indicar que únicamente falta firmar".