El nuevo pobre: con empleo precario, estudios y asfixiado por la hipoteca
Un informe de UGT basado en el trabajo de las ONG onubenses concluye que el 25% de la población de Huelva vive en el umbral de la pobreza. Más de 35.000 familias están al borde de la exclusión social.
La crisis tiene nombre y apellidos, historias dramáticas que no hay que buscar entre harapos debajo de un puente cualquiera, sino en la casa del vecino. Cambia el rostro de los pobres de Huelva, que han pasado de ser una persona marginal, desempleada, sin formación y adaptada en cierto modo a hacer equilibrio sobre el filo de la navaja de la exclusión social a la imagen que el espejo nos arroja a cualquiera de nosotros: una persona con cualificación profesional y formación académica, con compromisos crediticios a los que tiene que hacer frente -especialmente asfixiada por la hipoteca- y, lo más sorprendente, con empleo. Eso sí, trabaja por un sueldo escaso que no le da para cubrir sus necesidades básicas.
La demoledora estampa del nuevo pobre de Huelva fue evidenciada ayer por UGT, que ha elaborado un informe con motivo del Día Internacional de la Erradicación de la Pobreza -que se celebra hoy- en base al trabajo que llevan a cabo con los más necesitados las principales ONG onubenses (Cáritas, Banco de Alimentos, Cruz Roja...). De él se desprende que, además, estas personas sobreviven "con la ayuda de familiares, amigos y vecinos, lo que está generando una pobreza invisible que no se puede determinar ni cuantificar", apuntó el secretario provincial del sindicato, Jorge Puente.
Según los datos de este estudio, el 25% de los casi 522.000 onubenses malvive en el umbral de la pobreza, es decir, con menos del 65% del salario medio de los ciudadanos de nuestro territorio, fijado en "1.400 euros mensuales de los que hay que detraer las cotizaciones de los trabajadores". Es decir, que más de 130.000 personas subsisten con menos de 910 euros al mes.
Casi un tercio de los 142.000 hogares de Huelva, concretamente 35.300 familias, "está al borde de la exclusión y la pobreza", puntualizó Puente. Uno de los motivos de este debilitamiento de nuestra sociedad atiende a la sangría de ciudadanos ocupados: 14.865 desempleados más en sólo un año, según UGT. A ello hay que añadir que en la actualidad "tenemos 41.483 parados de larga duración, que consumen sus prestaciones sociales o las agotan en otros casos, lo que significa un 16,6% de la población activa de Huelva". Desde agosto de 2011 al mismo mes de este ejercicio, 1.610 desempleados dejaron de tener cobertura contributiva para pasar a percibir subsidios, rentas de integración, ayudas familiares, etcétera, y "engrosar la lista de parados de larga duración", agregó el ugetista.
El informe del sindicato determina que 26.000 familias de Huelva tienen a todos sus miembros en situación de desempleo. Y la coyuntura se agrava a diario, puesto que cada 24 horas "tres onubenses pierden las prestaciones que van teniendo".
Las ONG onubenses atendieron en el último año a más de 85.000 personas. De ellas, al 39% le preocupa tener cómo alimentarse, mientras que el 26% muestra su desasosiego por la vivienda, ya que carece de un techo bajo el que cobijarse después de ser desahuciado. Un 35% de esas asistencias requieren otros servicios, como ayudas para pagar recibos de luz y agua o para realizar alguna compra. Según UGT, el 44,9% de los onubenses atendidos por las organizaciones solidarias tiene empleo.
La metamorfosis social que se viene produciendo desde que comenzara la crisis va esculpiendo cada vez con más virulencia el perfil del pobre de Huelva: el 64% es mujer (el 40% de ellas, extranjero), el 35% es inmigrante y el 3% tiene menos de 16 años. En este punto, Jorge Puente espetó que "3.500 niños pasan hambre en nuestra provincia", el 2,9% de nuestra población infantil.
Como consecuencia de esta nueva realidad, UGT ha detectado la "salida precipitada" de más de 30.000 jóvenes onubenses que emigran a otros países o se marchan a otras zonas de la geografía nacional huyendo del desempleo. A juicio del sindicato, esto está provocando un despoblamiento de la provincia -no sólo en la Sierra, la Cuenca Minera o el Andévalo, sino también en la Costa- que apareja una desoladora fuga de cerebros.
Jorge Puente considera que las políticas que está poniendo en práctica el Gobierno central "están generando una espiral de marginalidad y exclusión que no tiene salida ni ofrece alternativa". Esto, afirmó, acrecienta la brecha social entre "los que más tienen y los que menos, ya que a la par que bajan los salarios, los beneficios de las empresas suben un 3,4%". Teniendo en cuenta este dato, propone a las compañías que reviertan sus ganancias en la generación de empleo, un auténtico acto de responsabilidad social, sentenció.
El Cuarto Mundo crece a marchas forzadas y amenaza con fagocitar a buena parte de la estructura social de la provincia. "La combinación de la recesión con las subidas de impuestos, el borrador de los Presupuestos Generales del Estado de 2013 o la reducción del propio Estado del Bienestar va a consolidar la pobreza severa en España", resumió Puente.
También hubo críticas ugetistas para la reforma laboral y el sindicato abogó por "hacer una apuesta integral por la reactivación de la economía mediante un gran acuerdo social" y la puesta en marcha de un plan de empleabilidad que esté dirigido, fundamentalmente, a las familias con todos sus miembros en paro.
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