La emoción de redescubrir los orígenes
Jubilado


En el Andévalo se mueve como pez en el agua. Entre su paisaje y sus gentes. Porque esa es su tierra, como suele decir. Él siente suya a la provincia de Huelva aunque no haya nacido ni tenga su vida en ella. Cristóbal Domínguez es natural de Sevilla (1941), aunque sus raíces son onubenses.
Su padre marchó desde el corazón onubense. Esa tierra andevaleña tan característica, de minas, montes, jaras y gurumelos permaneció viva en su padre hasta el punto de transmitirlo a sus dos hijos con el marchamo del gen agradecido a los orígenes.
Cristóbal no los olvida. Le gusta ir por Tharsis, por Alosno o La Zarza, e incluso por Corrales, sucursal costera de esas tierras mineras. Apenas conserva ya familia, aunque bien disfruta de la cercanía amistosa de anónimos conversadores al calor de un vasito de puchero.
Muchos le reconocerán en esta imagen, de alguna de sus visitas a Tharsis, o de sus madrugadoras escapadas sin plan ni aviso. En una de ellas colmó un deseo que le movía hace muchos años: Encontrar las partidas de nacimiento de su padre Manuel y de su tío Diego. No se cansa de relatar con emoción la historia; de cuando se creía alosnero hasta que visitó la aldea tharsileña de El Lagunazo para conocer la verdadera cuna, minera, de su ascendencia paterna.
Aprecia el legado de los mayores, la sabiduría que aún se encuentra en los pueblos libres de los excesos de la modernidad. Alaba la autenticidad de la gente llana, la fuerza de la clase trabajadora, su espíritu de lucha y su tesón. Herencia de la tierra herida, todo ello, para quien también supo defender a sus compañeros como nadie lo había hecho antes en la España más difícil. Tiene gusto por el cante jondo, la pureza del fandango y las letras a cielo abierto de ese otro amante de las cosas güervanas, El Cabrero. Y sus hijas ya han hecho suyo el quejío minero.
Para una buena conversación, un poco de cachondeo, un viaje a Cuba pendiente y lo que surja, aquí un amigo.
También te puede interesar
Lo último
Contenido ofrecido por hinojos