El elixir más preciado

EL PONCHE, LA bebida típica

Cada año se consumen en las Fiestas Colombinas miles de litros de ponche, una bebida artesana imprescindible para combatir el calor

Un empleado procede a llenar un vaso de ponche durante una jornada de las Fiestas Colombinas.
Un empleado procede a llenar un vaso de ponche durante una jornada de las Fiestas Colombinas. / Reportaje Gráfico: Alberto Domínguez
Manuel J. Cartes

06 de agosto 2017 - 02:04

Vino blanco, azúcar, canela, melocotón, hielo y una sustancia secreta son los ingredientes para la elaboración del tradicional ponche, una de las bebidas más populares y consumidas en las Fiestas Colombinas. Tanto es así que el número de establecimientos de este preciado líquido se ha incrementado en los últimos años, así como su demanda en la mayoría de las casetas del recinto colombino.

Uno de los establecimientos más conocidos en la ciudad efímera que se levanta en el mes de agosto a orillas de la ría de Huelva es la caseta del Ponche Paquito Vizcaíno.

Los precios del ponche varían según la caseta y dependiendo de si se sirve en vaso o maceta

Elisabeth Vizcaíno, tataranieta del fundador de esta popular bebida, cuenta con orgullo cómo nació el ponche, así como el proceso de elaboración y preparación que se repite anualmente para las Fiestas Colombinas. Su elixir es muy preciado entre los onubenses y visitantes, que el año pasado consumieron unos 1.000 litros en esta caseta.

Sin embargo, el puesto estrella de su familia es el del tradicional ponche El Navajazo, que se encuentra próximo a las atracciones y tómbolas. La abuela de Elisabeth explica que llevan varias décadas en las Fiestas Colombinas, siendo desde entonces el ponche El Navajazo uno de sus emblemas.

Así se puede comprobar cuando se vislumbra el gentío que se agolpa junto a las barras de este establecimiento. Entre los clientes están Paco Díaz y sus amigos Antonio Mora y José Antonio Hernández, que aseguran venir todos los años desde Mazagón a esta cita clásica con el ponche.

Es el mismo caso de Manuel Carrasco y Rocío Hernández, que acuden al citado puesto para saborear esta genuina bebida, imprescindible en las tardes y noches festivas de Huelva.

Una de sus empleadas comenta que "la gente sabe dónde está, y por eso vienen". Como dato curioso para avalar su éxito, es necesario apuntar que el año pasado hicieron unos 3.500 litros de ponche El Navajazo.

Al estar de moda y ser su consumo bastante popular, en los últimos años algunas casetas, como las de las hermandades y otras de carácter privado, realizan también ponche casero, tal vez adaptándose a un público que reconoce que esta bebida sigue siendo un clásico de las Fiestas Colombinas.

Así se oferta en numerosos carteles, siendo el mejor escaparate las grandes tinajas de barro donde se macera y enfría con hielo esta bebida, antes de ser servida.

Al ser un producto no excesivamente caro, pues se vende tanto en vaso como en maceta a unos precios aproximadamente entre 2 a 5 euros, respectivamente, su consumo aumenta a decenas o centenares de litros diarios, especialmente si las temperaturas nocturnas son altas, como sucede durante estos días agosteños.

Por todo ello, el ponche se constituye durante estos días en una bebida genuinamente onubense, arraigada en la historia choquera y entre los habitantes de una ciudad que, año tras año, respalda con su popular consumo una de las señas de identidad de sus multitudinarias Fiestas Colombinas.

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