Elena Uceda, premio a la Mujer Onubense en Salud: "La medicina va mucho más allá de curar"

La médica de la Unidad de Cuidados Paliativos del hospital Vázquez Díaz defiende que, "incluso cuando la curación no es posible, hay mucho por hacer antes del final de la vida"

La doctora acumula más de 30 años de dedicación a los pacientes y familias onubenses

Tres décadas de amor y humanidad en la Unidad de Cuidados Paliativos de Huelva, la "mano amiga" para pacientes con enfermedades graves

La doctora Elena Uceda, médico de la Unidad de Cuidados Paliativos del hospital Vázquez Díaz de Huelva.
La doctora Elena Uceda, médico de la Unidad de Cuidados Paliativos del hospital Vázquez Díaz de Huelva. / Alberto Domínguez

Huelva/La medicina no solo sirve para curar. "Su función va mucho más allá porque, incluso cuando la curación no es posible, hay mucho por hacer antes del final de la vida". Así entiende los cuidados paliativos Elena Uceda, médico del hospital Vázquez Díaz de Huelva que recibió recientemente el premio Gertrude Vanderbilt Whitney a la Mujer Onubense en Salud, un merecido reconocimiento tras 30 años de dedicación profesional a los cuidados paliativos de los onubenses.

Su vocación sanitaria y su profundo deseo de ayudar y humanizar la atención al paciente y a su familia hacen de la doctora Uceda una figura referente dentro de la Unidad de Cuidados Paliativos, que cumple tres décadas de vida. Son cualidades que le valen un premio que, organizado por la Asociación Huelva-Nueva York con el respaldo de la Universidad de Huelva, destaca a mujeres de Huelva que, gracias a su esfuerzo, dedicación, valores y cualidades, se consolidan como referentes en diversos ámbitos de la sociedad de la provincia.

La doctora Elena Uceda con el premio Gertrude Vanderbilt Whitney, acompañada por Alberto Santana y Mercedes Ramblado.
La doctora Elena Uceda con el premio Gertrude Vanderbilt Whitney, acompañada por Alberto Santana y Mercedes Ramblado. / M. G.

Además de por ser un ejemplo de tesón y capacidad de trabajo, Elena Uceda destaca por ser una firme defensora de los cuidados paliativos. Ante el prejuicio de que "estos cuidados equivalen a un 'no hay nada más que hacer', yo digo que esto no podría estar más lejos de la realidad porque nuestra labor incluye acompañar, escuchar, ayudar en la toma de decisiones, aliviar síntomas y brindar apoyo tanto al paciente como a su familia. Somos esa mano amiga que les ayuda a transitar en esta etapa de la vida", considera la doctora. En este sentido, prosigue, "con el tiempo se le ha dado más importancia a una disciplina a la que, al principio, no se le comprendía bien el sentido. Aquí en España los cuidados paliativos han evolucionado significativamente, aunque el camino no fue fácil".

De padre onubense -también médico- y madre sevillana, Elena Uceda descubrió el mundo de los cuidados paliativos en el Hospital Municipal de Morón para seguir su recorrido poco después en Huelva junto a los doctores Virizuela y Bayo, además en las clínicas Los Naranjos y San Pedro. Tras ello, fue contratada en 2001 por la Asociación Española contra el Cáncer como médico de su Unidad Domiciliaria Rural de Cuidados Paliativos -la inauguró junto a su compañero Nacho Mora-, y años después se formó, durante su residencia tras acabar el MIR, como especialista en Medicina familiar y Comunitaria en el hospital Infanta Elena y en los centros de salud del Molino de la Vega y de Bollullos. Una vez terminó la residencia, pasó a ser médico de la Unidad de Cuidados Paliativos del hospital Vázquez Díaz. Con varios títulos de máster a su espalda y cerca de mil horas lectivas como docente, actualmente es coordinadora del Grupo de Trabajo de Dolor y Cuidados Paliativos de la Sociedad Andaluza de Medicina Familiar y Comunitaria (SAMFyC).

Sus más de tres décadas de experiencia le han dejado copiosas experiencias y enseñanzas. "Quizá la más profunda -destaca-, es la capacidad de los pacientes para aceptar su situación, tomar decisiones conscientes y comunicarnos cómo quieren vivir sus últimos días", explica. Para ello rescata una reciente anécdota en la que una paciente, "con admirable serenidad, decidió enfrentar final de su vida", sostiene, al tiempo que destaca que "son gestos que me enseñan cada día a valorar las pequeñas cosas, a dar gracias por la vida y a disfrutarla plenamente.

La doctora Elena Uceda.
La doctora Elena Uceda. / M. G.

La doctora Uceda asegura no poder cuantificar el total de pacientes que ha atendido durante su vida. "Serán miles", calcula. Una de ellas fue Mariana Valle, quien tras varias operaciones como consecuencia de un tumor -además de otras patologías-, terminó ingresando en Paliativos. Su marido, Ernesto Sánchez, recuerda cómo Elena Uceda "me dijo que, pese al pronóstico, haría todo lo posible por mi mujer, y así fue". "Cuando ya tenía los ojos cerrados para despedirse, Elena me dijo que le pusiera música que eso sí lo escucharía; y no dejó de atenderla nunca, ni cuando ya se había despedido. Nos daba paz".

La galardonada con el premio Gertrude Vanderbilt Whitney también destaca la importancia de trabajar en equipo. "Nada de esto sería posible sin un grupo comprometido, pues los cuidados paliativos exigen "un trabajo colectivo en el que participan médicos, enfermeros, trabajadores sociales, psicólogos y también el personal administrativo". Y a este equipo "se une la familia del paciente, que siempre busca lo mejor para él en esta etapa tan crucial".

Elena Uceda se considera "una afortunada por dedicarme a una profesión que cada día me recuerda el verdadero significado de vivir, disfrutar y agradecer", finaliza.

Como mujer y como profesional, la trayectoria personal de la doctora Elena Uceda refleja los valores y el corazón de los premios Gertrude V. Whitney a la mujer onubense por pionera y por su implicación, como ella, en la lucha por crear espacios de ayuda física, emocional y social a la población más vulnerables. En el caso de Gertrude V. Whitney, con la creación y financiación en la Primera Guerra Mundial de un hospital de guerra en Neuilly-sur-Seine y, en el caso de la doctora Elena Uceda, con la creación de los primeros equipos de soporte de cuidados paliativos en la población onubense, pionera en llevar los cuidados al domicilio con una asistencia de excelencia a pacientes y cuidadores.

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