El concepto economía azul se ha instalado en la agenda política y económica actual como uno de los ejes sobre los que las sociedades deben construir su desarrollo. Detrás del término hay un amplio campo de acción donde se integran todas las actividades marítimas, tanto tradicionales como el tráfico portuario o la pesca, como otras en auge, como la acuicultura, nuevos recursos energéticos o la minería subacuática. Es un campo con unas posibilidades inabarcables para el que Andalucía se posiciona como un lugar estratégico. La economía azul es una apuesta clara de la Junta de Andalucía. Así lo defendió el consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía, Ramón Fernández-Pacheco, en el marco de un desayuno-coloquio organizado por el Grupo Joly con la colaboración de Telefónica. Tuvo como escenario la Lonja de la Innovación del Puerto de Huelva bajo el título Economía azul, claves para el desarrollo sostenible.

Fernández-Pacheco destacó que “Andalucía tiene capacidad para ser todo un referente en puertos verdes” y puso en valor la Estrategia de Economía Azul Sostenible (EA2) que prepara la Consejería de la que es titular como “herramienta útil para posicionar Andalucía al frente de las economías azules europeas”. A este respecto, Fernández-Pacheco señaló que se trata de una estrategia que va a dividir Andalucía en varios grupos de trabajo formados por “expertos” en distintos aspectos relacionados con la economía azul, toda vez que incidió en que Huelva “va a aportar a esa estrategia todo su conocimiento y saber hacer en lo relacionado con acuicultura, pesca y procesamiento de esa pesca”.

En este sentido, explicó que “la suma de todos los grupos expertos ofrecerá el diagnóstico de la economía azul andaluza en la actualidad” para, a partir de él, “adoptar las acciones dirigidas a alinear Andalucía con la Estrategia Europea 2020”. “Una estrategia que fomenta la investigación y el desarrollo tecnológico en el medio marino como fórmula idónea para atraer fondos tanto de Europa como del sector privado”, reseñó.

El encuentro contó el patrocinio de Telefónica. Su director de Territorio Sur, Joaquín Segovia, analizó las claves del concepto así como su potencial. Aportó datos relevantes, como que toda la economía derivada del mar supone más del 10% del PIB andaluz, y a nivel mundial equivaldría a una potencia del G-8. Andalucía goza en ese contexto de una posición privilegiada con más de 1.000 kilómetros de costas. El desarrollo de todas las posibilidades de la economía azul implica una revolución tecnológica. La transformación digital “afecta a todos los sectores”.

La región disfruta gracias a Telefónica de “la mejor red de fibra de Europa”. Cualquier pueblo “tiene más fibra que una capital europea”. La colaboración de la compañía con la Lonja de Innovación del Puerto de Huelva “es un ejemplo de lo que podemos hacer con la colaboración de la iniciativa público-privada”. El objetivo principal de la economía azul es “mejorar la vida de las personas garantizando el equilibrio con su entorno”. Para ello, centros como el que acogió el desayuno “son fundamentales para atraer talento” porque la nueva revolución requiere “de profesionales cualificados”. Por ello lanzó un mensaje claro: “El futuro será digital, verde y sostenible, o no será”. El consejero apuntó que la Estrategia de Economía Azul Sostenible de Andalucía “estará previsiblemente lista a lo largo de 2024”, dado que los grupos de trabajo de expertos comienzan a reunirse entre febrero y marzo, y va a perseguir, entre otras cosas, que la región andaluza “alcance la neutralidad climática y la contaminación cero, mediante el desarrollo, de, por ejemplo, la descarbonización del transporte marítimo o la ecologización de los puertos”.

La encargada de presentar al consejero fue la presidenta del Puerto de Huelva, Pilar Miranda. Como anfitriona puso en valor el trabajo que se realiza en la Lonja de Innovación portuaria, donde “estamos dando respuestas técnicas a las necesidades del sector, siendo referente a nivel mundial con empresas de todos los países que vienen a ver cómo trabajamos en Huelva”. Por ello defendió que la provincia “tiene muchos atributos y por eso tenemos que trabajar todos juntos para llevarla donde merece”. El Puerto de Huelva es “el núcleo industrial más importante de Andalucía por lo que tenemos que trabajar para crear un gran marco para el desarrollo de todas esas actividades que engloba la economía azul”. El concepto va unido de forma indisoluble al apellido sostenible. Ahí la Autoridad Portuaria onubense tiene “mucho que decir” ya que el onubense “es un ejemplo a nivel nacional, ya que ningún otro convive con un paraje natural como nuestras Marismas del Odiel en equilibrio como nosotros”.

Una mesa redonda moderada por el director de Huelva Información, Javier Ronchel, e integrada por el director del Puerto de Huelva, Ignacio Álvarez-Ossorio; el responsable de Transformación Digital Sur de Teléfonica, José Antonio González; y el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Cádiz, Manuel Acosta, analizó las aplicaciones prácticas y reales que ya están en marcha en los puertos como principales focos de desarrollo azul y sostenibilidad. Acosta recordó que, si bien el concepto es antiguo, no fue hasta tiempos recientes cuando la Unión Europea asoció el apellido sostenible. Una decisión “clave porque es el eje de la economía azul”. Si bien en términos generales se suele vincular a los sectores relacionados al mar, “las Naciones Unidas suman ríos y lagos que son vitales”. En realidad se trata de agrupar “en un único campo a los numerosos sectores que ya existían previamente y que ahora al disponer de una política común adquieren más valor”. Las políticas comunitarias “nos indican el camino al advertirnos que habrá fondos y esfuerzos en ese objetivo”.

El Puerto de Huelva es un modelo claro de desarrollo de la economía azul. Su director explicó que la creación de una filosofía da forma “a lo que los puertos llevamos siglos haciendo, que es generar riqueza tratando siempre de limitar el impacto a nuestro entorno”. Los sistemas portuarios han evolucionado en los últimos tiempos “de un modelo de intercambio tierra-mar a ser verdaderos centros de comercio, industria y conocimiento como lo demuestra esta Lonja”. De hecho, “incluso los grandes focos financieros mundiales están vinculados a los grandes puertos como Singapur o Hong Kong”. En ese escenario, “los puertos somos los mayores activistas medioambientales que existen como prescriptores de buenas prácticas en nuestros entornos”. Un ejemplo del valor sostenible del tráfico portuario es “el impacto de sus emisiones”. El 80% de todo el comercio español tiene origen en el mar que es “el medio de transporte en relación tonelada-impacto más limpio que existe”.

Los puertos llevan años inmersos en grandes proyectos de innovación como los que desarrollan de forma conjunta la Autoridad Portuaria onubense con Telefónica. El mar “sigue siendo un gran desconocido”. Esa digitalización en marcha tiene como principal objetivo tener herramientas con las que “tomar decisiones en base a datos e información que nos garanticen que el mar nos pueda dar mucho sin tener que devolverle nada”.

Telefónica juega un papel clave como soporte “para ayudar al talento para que nos sirva desarrollar nuevos procesos logísticos, por ejemplo, o aplicaciones prácticas eficientes”. En estos momentos “estamos en la punta del iceberg” de ese desarrollo tecnológico. El futuro es amplio en el campo de la economía azul, para lo cual “la transformación digital es básica”. Es un objetivo común al que “debemos integrar no solo a las infraestructuras portuarias, sino a sus entornos”. Insistió en que “esta Lonja de Innovación es el futuro como primer centro fiware mundial y en Huelva ya lo tenemos aquí”.

La sostenibilidad “va en nuestro ADN”, sostuvo Álvarez-Ossorio, para quien los puertos ejercerán tanto como tractores de riqueza en su crecimiento “vertical por nuestras capacidades como en horizontal por las áreas de influencia cada vez mayores”, como “en forma de palanca para el desarrollo de la economía azul”. El reto que ya está en marcha es “ecosistemas marinos que sean saludables a la vez que rentables”. En ese camino será fundamental “conseguir que la sostenibilidad signifique rentabilidad de la mano de la eficiencia”. Y en ese escenario también será crucial la transformación digital tanto de las infraestructuras portuarias como de todos los sectores que abarcan la economía azul.