El duende flamenco de 'El Cabrero' llena la plaza de toros de Zalamea

El concierto contó también con la actuación de Carlos Cesareo y la Peña Femenina de Huelva

El cantaor durante su actuación en la plaza de toros de Zalamea.
El cantaor durante su actuación en la plaza de toros de Zalamea.
José Miguel Jiménez / Zalamea

21 de agosto 2012 - 01:00

No defraudó El Cabrero a las casi 1.100 personas que llenaron la Plaza de Toros de Zalamea la Real. El artista se sintió cómodo en las puertas de la Sierra de Huelva, de donde es originaria su familia "y donde el fandango está a sus anchas". Su actuación tuvo como prólogo la presencia del cantaor local Carlos Cesareo y la Peña Femenina de Huelva. Cerca de la una de la madrugada, el duende del flamenco recorrió el albero del coso y la presencia de El Cabrero sobre el escenario hizo levantarse de sus asientos al público que vitoreó al maestro de Aznalcóllar. "Cantaré lo que queráis, no va a ser siempre lo que quiera uno", ha apostillado. La simplicidad y ausencia de pretensiones de sus textos y ese apego por las luchas de la gente humilde lo emparentan directamente con los raperos. Un cantaor que durante su trayectoria no ha gozado de subvenciones, algo que lo hace libre para posicionarse con el pueblo y cantarle a las injusticias. La monarquía, clero y clases pudientes no escaparon de sus críticas en forma de tonás, martinetes, fandangos o los sonetos de Borges, aderezados con la guitarra de Rafael Rodríguez.

El público quiso más y se despidió con La lluvia de Borges. Tras un concierto mágico y cuarenta años de gira por los escenarios del mundo, José Domínguez El Cabrero, tuvo el detalle de atender a algunos de sus incondicionales, a pesar de acabar agotado, "más machacado que la cuerda de un látigo", sentenció el cantaor.

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