Las dolencias que sufren los músicos no se consideran profesionales

Convertir las dolencias de los músicos en enfermedades reconocidas en un catálogo profesional con el objetivo de recibir un trato similar a las que afectan a otras profesiones. Es la reivindicación de María José Laguna Millán, investigadora del Servicio Andaluz de Salud (SAS), en el marco de la presentación del curso Cómo mejorar el rendimiento del músico y evitar lesiones. Estrategias y técnicas, que organiza la UNIA en el Campus de La Rábida.

Laguna Millán, que ha realizado una investigación sobre prevención de riesgos laborales en orquestas sinfónicas, para la que ha estudiado 26 orquestas españolas, aseguró ayer que entre las afecciones más comunes se encuentran los trastornos musculoesqueléticos, aunque también son recurrentes las disfonías -lesiones en la voz- en instrumentistas de viento y cantantes.

Las patologías, según explicó, pueden estar producidas por el tipo de partitura, horarios irregulares o demasiadas horas de ensayo, por lo que aconseja para prevenirlas un entrenamiento adecuado con unas condiciones de trabajo idóneas para el músico.

La investigadora del SAS también se refirió a que el músico es responsable de su propia sanidad, pero aún así la orquesta también tiene un papel relevante en el derecho a la salud en el trabajo, que considera "inherente" a los músicos "como cualquier otro trabajador".

La falta de estudios sobre este tipo de enfermedades es uno de los factores que impide incluirlas dentro del espectro de enfermedades reconocidas, condición que conlleva a que no reciban un trato similar a las enfermedades que afectan a otras profesiones.

La directora de este curso de verano, María Gadea, destacó la necesidad de este tipo de seminarios por la carencia que hay en formación respecto a algunos centros y orquestas, que muchas veces lleva a los profesionales de la música a estar un año sin tocar cuando se ven afectados por estos trastornos. Para prevenirlos es importante conocer las condiciones de trabajo de los músicos en las orquestas y proporcionarles consejos básicos para evitar lesiones.

"Hemos pensado que como el objetivo final del músico es la buena interpretación, su conocimiento sobre las lesiones y la manera de prevenirlas pueden contribuir a la resolución de las mismas en los talleres que organizamos", concluyó.