La dignidad desde la experiencia

En sus años de experiencia se refleja el secreto de unos tiempos que, al menos a la luz de lo que se les escuchó a mediodía de ayer en la Facultad de Derecho de la Universidad de Huelva, conviene tenerlos más que presentes. Diego Valderas, Matías Conde y José Antonio Marín Rite compartieron sus años en el Parlamento andaluz y en otras responsabilidades cuando la Transición tenía poco del mito en el que se ha convertido, cuando "el servicio a los demás era lo más importante" y "la defensa de los intereses generales, se sobrepuso a la de los particulares", tiempos en los que "se debatió, se discrepó y se renunció" a axiomas que amenazaban la construcción de un edificio que nos ha traído hasta aquí. Cada uno de ellos, desde sus distintas posiciones, puso encima de la mesa su "orgullo" por haberse dedicado a la labor política. Fue en un acto de la Asociación de Exparlamentarios andaluces, que quiso que Huelva fuera escenario de su primer acto fuera de Sevilla.

Fue Valderas, el más joven de los tres, quien abrió turno para defender "a los políticos, que están denostados y denigrados en estos tiempos por el simple hecho de serlo". Su docente fue "la universidad de la vida", la que le permitió hacer un diagnóstico en el que "el agotamiento institucional, la necesidad de un cambio constitucional, las nuevas normas que permitirían hacer una sociedad más igualitaria y la incorporación de la juventud", constituyen sus ejes fundamentales. Espíritu libre, tampoco ahorró críticas -amables- a las disposiciones que dicta su propia fuerza política, especialmente en el caso de la apuesta "por la ruptura en lugar de la reforma del texto constitucional".

Matías Conde habló desde la altura que ofrecen sus "30 años de experiencia en la política" y se mostró "orgulloso" de haber participado en la Ley de creación de al Universidad de Huelva, o en las obras de saneamiento de la ciudad de Huelva que permitieron que no hubiera inundaciones "cada vez que llovían tres gotas y subía la marea" a la vez que mostró cierto aroma de decepción "con la nueva manera de entender la actividad parlamentaria, que se basa en la miseria de derribar al adversario. No todo vale".

José Antonio Marín Rite abrazó la bandera de los principales achaques que se ciernen sobre la actividad política que resumió en "aforamientos, la necesaria reforma del Consejo General del Poder Judicial, el fortalecimiento del Parlamento y los parlamentarios, el cambio en el sistema de incompatibilidades y el perentorio recorte de indultos". Fue suya la defensa más insistente del espíritu de la Transición, así como de la participación de los ciudadanos como el verdadero antídoto para combatir esos males y que van desde la victoria "del tío del pelo raro en Estados Unidos, a las elecciones francesas o a las primarias del PSOE".

La asociación fue creada hace un año y tiene entre sus miembros a representantes de todos los grupos políticos que han participado en el Parlamento de Andalucía, incluidos algunos de formaciones que ya no existen. En el acto de ayer en Huelva estuvieron presentes, además, Juan Gorelli, secretario general de la Onubense, y Bernardo Bueno, presidente de la asociación que reconoció que saldaba una deuda que el Parlamento andaluz tiene con Huelva, cuna de hasta tres presidentes y varios vicepresidentes de la cámara.