"El deporte es una herramienta clave para educar y formar a mejores personas"
paco ojeda. entrenador del recreativo bádminton ies la orden
Defiende una Huelva diferente, que apueste por el deporte base y supere sus propias limitaciones
La lucha contra la falta de recursos está en el ADN del club más laureado de la historia onubense

Reconocido como técnico y cabeza visible del Recre IES La Orden, Paco Ojeda es ante todo un profesor de instituto que camina hacia los 40 años formando a jóvenes onubenses desde su aula en Santa Marta. Un tiempo en el que ha visto pasar a generaciones de onubenses, niños ayer y adultos hoy a los que trata de inculcar su fe en los valores del deporte.
-¿Qué importancia tiene el deporte como vehículo de enseñanza?
-Es un instrumento valiosísimo para ayudar a crecer a las personas, a aplicar valores, a desenvolverse en la vida. Lo es en la educación reglada y también fuera en el entorno del centro escolar. Lo que le aporta a un club como el nuestro y muchos otros a las personitas que se acercan a practicar un deporte es mucho más que competir, es tener coraje, no rendirse, saber compartir, superarse… Por eso sería muy importante y la sociedad lo entiende que se apoye al deporte. No sólo en nuestro caso tenemos campeones, sino que tenemos cientos de niños que llegarán a ser o no, pero en el camino se están beneficiando de esa oportunidad de crecer como personas.
-¿Existe un déficit de educación deportiva en la sociedad? ¿Nos iría mejor a todos si esos valores estuviesen más extendidos?
-Es una forma de decirlo, aunque prefiero decir que nos iría mejor como sociedad si tuviésemos más educación deportiva. Formé parte de las primeras promociones de educación física. La mía fue la decimotercera promoción. Unos años antes a nivel político se tomó conciencia de su importancia como parte de la educación. Desde el 85 hemos evolucionado mucho. Hay un conocimiento a nivel social de lo que significa el deporte para cualquier edad más allá de la competición importante. Hace falta que esa conciencia social se traslade al ámbito educativo porque la administración va muy lenta, que no tengamos dos horas de educación física a la semana y los centros tengan unos espacios metidos con calzador para esas dos horas, sino que haya instalaciones más completas para que puedan servir más allá de esas dos horas. Se están dando pasos. La Junta va implementar una hora más y que haya horas de deporte fuera del horario reglado. Se debería ir más rápido porque el deporte fomenta mejores ciudadanos.
-Y superar el cliché de la asignatura de 'gimnasia' como relleno.
-Cuando empecé me indignaba que me llamasen el profesor de gimnasia y ahora soy yo el que la llama así. Con los años aprendes que da igual cómo la llames sino el sentido que le das. Ahora me preocupa mucho más que mis alumnos aprendan todo lo que física y emocionalmente pueden obtener de la práctica deportiva.
-¿Le queda carrete?
-Hace unos años cuando llegaba en septiembre con las pilas cargadas veía a mis compañeros más mayores bromear con los días que quedaban para finalizar el curso o los años para la jubilación. Ya empiezo a ver la edad de jubilación en el horizonte.
-¿Sobrevivirá el Recre IES La Orden a Paco Ojeda?
-Cada vez se convierte en una preocupación mayor porque cada vez le veo más el horizonte. No nos lo podemos permitir. Es cierto que soy la cara más visible del club, pero hay muchas más personas detrás. Hay un grupo humano muy integrante detrás. Estamos consiguiendo sentar unas bases sólidas en el club.
-¿Sería su mayor fracaso?
-Creo que sí. No tendría sentido hablar de lo orgulloso que me siento de estos 32 años, de todo lo que hemos vivido y hemos pasado muchísimo como para permitir que esto desaparezca. Más pronto que tarde daré un paso al lado porque mi familia me lo manda, especialmente mi mujer, y me tengo que preocupar de que haya relevo como seguro que lo habrá.
-Hablando de bádminton, prácticamente se puede decir aquello de 'contigo empezó todo'.
-Una frase para la historia ya, pero la verdad es que aunque ya se jugaba al bádminton cuando llegué después de estudiar a Huelva, sí que fui pionero en intentar enseñarlo desde que empecé a trabajar en el entonces instituto de bachillerato de La Orden. Al principio sólo fue practicarlo de forma lúdica con los alumnos hasta que la APA se unió para crear una escuela y a los tres años decidimos dar el paso para constituir un club para jugar la liga andaluza que estaba empezando. Es curioso porque en el acto de fundación del club estaban representados todos los sectores del instituto de forma casual porque había padres, profesores, alumnos, personal no docente… Fue muy significativo. También recuerdo que el notario no nos cobró la constitución porque le pareció algo muy entrañable.
-Hoy Ojeda es sinónimo de bádminton onubense.
-He tenido la suerte que mis hijos siguieron el camino, aunque fue una decisión libre de ellos. Que nadie piense que les dije vosotros bádminton, bádminton. Ellos desde pequeños practicaron los deportes que quisieron y tuvieron las actividades extra escolares que les apeteció y al final se decantaron por el bádminton lo que todavía me satisface más. Han logrado llegar muy lejos como deportistas y como padres mi mujer y estamos tremendamente orgullosos de ellos.
-Como un orgullo supone ser el padre de un club.
-Me siento tremendamente orgulloso de estar en cualquier pabellón viendo un campeonato de niños pequeños o de jugadores hechos y derechos. Son los momentos que te recargan las pilas para seguir porque esta lucha tiene también momentos muy ingratos.
-Cuando mira atrás y ve 30 años de vida del IES La Orden, ¿qué siente?
-Esos momentos a los que me refiero han sido muchos, muchísimos. También ves a personas que han pasado por el club y que ahora tienen su vida pero que cada vez que nos encontramos sentimos que hemos compartido mucho.
-¿Es Huelva la capital del bádminton español?
-Diría que sí, porque sales en plan dron por encima de España y miras dónde está el bádminton español. La liga que es el evento más mediático se lleva resolviendo desde hace una década aquí. Desde que llegamos a División de Honor y a los 4-5 años ya jugábamos finales con Rinconada. En los últimos seis años hemos ganado cinco títulos y una semifinal, en alguna convocatoria de la selección hemos llegado a tener el 50% de los jugadores de Huelva, nos faltaba formar una gran jugadora y lo hicimos con Carolina que ha revolucionado el bádminton español. Cuando alguien habla de bádminton en España mira a Huelva. La mayor prueba es el Europeo de hace unas semanas. Aquí el bádminton ya es una seña de identidad.
-¿Hay mayor reconocimiento fuera que dentro de la propia Huelva?
-No sabría responderlo. En el día a día sentimos el cariño y el reconocimiento de los onubenses. Por la calle la gente nos reconoce. En el Europeo hubo 6.000 personas viendo bádminton. Aquí además hemos conseguido varias veces lo que nadie logró en España que es llenar un pabellón para ver bádminton de liga española. Eso provoca el reconocimiento de todos los aficionados.
-¿Qué debe suponer el Europeo?
-Nos debe abrir el camino a todo el bádminton. Lo que hemos conseguido en Huelva para que la Federación organice aquí no es nada sencillo. Lo hemos puesto fácil para que todo el bádminton nacional mire hacia aquí.
-Ver a un instituto de barrio pelear contra potencias europeas suena a película adolescente, a sueño americano.
-Absolutamente. Se consigue con humildad y disfrutando de cada momento. Cada vez que dábamos un pasito era de forma natural. Llegamos a la liga nacional de forma muy natural. Nuestros jugadores iban a competiciones andaluzas y le ganaban a jugadores de la liga nacional así que un día nos paramos y nos dijimos: 'oye, ¿y si damos un paso adelante para competir en la liga?'. Nos liamos la manta a la cabeza porque suponía unos gastos en desplazamientos. Nuestros jugadores merecían dar ese esfuerzo. Ascendimos de forma meteórica. Nunca nos planteamos estar disputando títulos ni compitiendo en Europa. Todo llegó de forma muy natural.
-¿Cuáles son las principales batallas a las que ha hecho frente en estos 30 años?
-La principal y primera fue conseguir nivel. Al año de fundar el club ya competíamos a nivel andaluz de forma muy amateur, éramos muy malos entonces. Recuerdo ir a Benalmádena, cruzarnos con jugadores de ellos dando un paseo y que nos dijeran de cachondeo que les había tocado jugar contra unos muy malos… Y éramos nosotros. Efectivamente nos dieron una paliza de cuidado. Al principio nuestros jugadores eran todos del instituto que empezaban con 14-15 años. Entendimos que había que abrirse al barrio, a edades más pequeñas para que empezasen en una edad más apropiada para el aprendizaje. Ese fue desde entonces nuestro modus operandi. En muy pocos años conseguimos dos campeones de España. A partir de ahí la siguiente batalla fue mantenerse para mejorar. Y hay una batalla que nos ha acompañado desde el inicio que es la económica y sigue siendo la principal preocupación. Cuando dimos el salto a jugar la liga y ascendimos nos encontramos con la suerte del apoyo de Cepsa. También llegó el programa Estrella. Gracias a esa ayuda en los primeros pudimos crecer. Luego, cuando el club crece tanto con pocas personas se puede gestionar con normalidad. Ahora con una estructura tan amplia nos encontramos una nueva batalla.
-¿Huelva es una ciudad complicada para deportes pequeños?
-Huelva es una ciudad encantadora para vivir con todo lo que necesitamos, pero el inconveniente de una ciudad de este tamaño es que los recursos son limitados. La propia idiosincrasia de las propias empresas onubenses lo hace más complicado. Aquí si te ayudan a ti tienen a diez en la puerta al día siguiente pidiendo también ayuda y en lugar de coger y elegir cada gran empresa a qué proyecto quiere ayudar coge y no ayuda a ninguno para evitarse problemas. Seguro que para muchas empresas podemos ser atractivos, pero prefiere no ver la cola en la puerta.
-En el ADN del IES La Orden está no rendirse nunca.
-Con motivo del próximo campeonato de Europa lo hemos dicho. Sacamos petróleo de los recursos que nos llegan. El día que nos llegue un patrocinador importante sacaremos muchísimo más.
-La sombra de Carolina Marín es muy alargada. ¿Es un milagro irrepetible?
-Es una deportista de talla mundial que además de trabajo tiene un talento natural, pero creo que con recursos suficientes podríamos repetirlo. Andalucía siempre mandó en el bádminton español. El resto se puso las pilas y actualmente nos están devolviendo la pelota. Para ser los mejores y poder formar mejores deportistas necesitamos más instalaciones fundamentalmente. Hoy en día no es suficiente las horas de instalaciones que tenemos para poder competir o para formar otra Carolina. No tenemos medios suficientes para hacerlo. Nuestros mejores jugadores entrenan raqueta tres días a la semana. No sé ni como seguimos ahí arriba. En Huelva han desaparecido dos pabellones en los últimos años que ha partido por la mitad a muchos otros clubes. Esa batalla nos está costando mucho.
-Es un déficit de instalaciones que afecta a todo el deporte onubense.
-Nosotros venimos demostrando desde hace muchos años que con medios tenemos una gran masa de jugadores y además grandes deportistas como Carolina, mis hijos, Carlos Longo, Jesús Cebey, Miguel Ángel Martín, Adrián Márquez, Laura Longo, Armando Márquez, Rubén Guerrero… Para formarlos en su día era suficiente con los medios que había, hoy no. El primero es tener instalaciones. Sería una pena que se dejase perder algo así por no intentar dar una solución. Huelva no se lo puede permitir siendo un referente del bádminton nacional. Nos lamentamos mucho de los equipos que han desaparecido en esta ciudad como el voley. No puede volver a pasar.
-¿Qué es lo que le llena de estos 30 años?
-Que estemos aquí sentados hablando de bádminton porque demuestra que hemos sido capaces de construir algo alrededor de una idea común en un barrio trabajador de la periferia, con nuestros vecinos. Poder mirar atrás 32 años después para ver la cantidad de niños que han pasado por el club, que hayamos podido formar a Carolina y ser el mejor equipo de España en una década es un orgullo.
El sueño de un pionero cumple tres décadas en la pelea
Paco Ojeda es sinónimo de bádminton en Huelva. Sería imposible separarlo de la historia del deporte onubense. Pionero a mediados de los 80 en un deporte prácticamente desconocido en España, hoy presume de liderar un club que es bandera del deporte onubense y nacional. En 1989 se echó adelante junto a uno grupo de padres y compañeros del Instituto de Bachillerato La Orden, de Huelva. Puso la semilla del que con el correr de los años sería el club más laureado de la historia del deporte onubense. Casi nada. Pero desde el inicio comprendió que la carrera de su pasión no sería sencilla. En el ADN de Ojeda está la lucha ante la adversidad que acompaña a deportes pequeños y con una amplia labor de base en una ciudad con modestos recursos como Huelva. Lo sabe y lo asume con naturalidad, aunque no se resigna a seguir peleando. Ojeda ya no es sólo el apellido de un profesor de educación física, sino una marca que tiene su continuidad en una saga de jugadores que siguen sus pasos: Eliezer y Haideé. Por su manos pasó el mayor talento deportivo que jamás haya dado la tierra. Fue el primero en detectar el valor de Carolina Marín. Ahora sabe que el final de su etapa en primera en el club, un relevo generacional para el que prepara a una entidad que merece dejar atrás las dificultades para volar sin trabas.
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