Los dardos, más que un 'hobby'

Entre batalla y batalla, los soldados ocupaban su tiempo libre en realizar diversas competiciones en las cuales lanzaban astillas u otros objetos punzantes a barriles de vino vacíos, con el propósito de afinar su puntería y demostrar su destreza en el lanzamiento de armas ligeras ante los demás guerreros.

En tiempos pasados se conoce que esta práctica de lanzamiento se fue extendiendo por el norte de Inglaterra a través de diferentes locales, los cuales sintieron la gran necesidad de sumegirse en este mundo tan inovador que les generaba riquezas y beneficios.

Esta práctica de los dardos resurgió cuando se dio el fenómeno del boom turístico en las distintas zonas costeras, de modo que bares y establecimientos colocaron unas dianas mecanizadas para fomentar el entretenimiento y se iniciaron en diferentes ligas locales, con la finalidad de que los clientes fueran conociendo a otros jugadores y empezara a elevarse el nivel del juego.

Así surgieron los primeros equipos aficionados a este juego. Sin embargo, la mayor difusión que tuvo esta actividad en la sociedad llegó con la invención de las primeras dianas electrónicas, que simplificaron el tipo de juego.

A día de hoy, los dardos constituyen uno de las prácticas más desarrolladas en la provincia onubense. Entre los diferentes equipos que pueden reconocerse en Huelva, son dos los que encabezan el escalafón con las mejores posiciones del podio dardero de las ligas profesionales masculinas. La Banda del Ricky, campeones de España en 2012, y Los de Cubillas lideran los primeros puestos muy por encima de los demás equipos de la provincia. Dentro de estos equipos destacan jugadores como Francisco Redondo García, José Manuel Fernández Cárdenas y Matías Hermoso Quintero, quienes actualmente son los tres onubenses que lideran estas agrupaciones. Todos ellos coinciden al señalar que el compañerismo y la cooperación entre ellos "debe ser fundamental para llegar a lo más alto y mantenerse entre los mejores".

Existe también una categoría infantil de tercer nivel que superan con creces a algunos de los equipos que juegan en categorías superiores. Éstos son los Ricky Júnior, un equipo formado en un ambiente de compañerismo, que quiso formar parte de este mundo y que, en estos momentos, es el único de categoría infantil en la provincia de Huelva.

Aunque actualmente los equipos femeninos se han ido desmoronando por motivos principalmente laborales, no hay que olvidar que, años atrás, diversas agrupaciones conformaban las ligas participando y competiendo entre ellas.

Como cualquier deporte, en los dardos también existen diferentes ligas, como la de ADEA, la Profesional o la Kers, cada una de ellas en diferentes modalidades y categorías, dependiendo del tipo de máquina en la que se juege. En la primera, los equipos realizan una rotativa por los diferentes establecimientos habilitados, compitiendo con otros equipos de otros lugares con el propósito de clasificarse y jugar el campeonato de España. El equipo ganador de este torneo es premiado con un viaje a Las Vegas y opta por convertirse en el mejor del mundo.

En la profesional, los diez mejores equipos de España compiten entre sí con el objetivo de alcanzar las mejores posiciones. Entre los cuatro primeros se organiza un torneo en el que al equipo ganador se le obsequia económicamente. A diferencia de la liga profesional, la Kers se juega en dos modalidades distintas una individual y otra por equipos. En este caso, sólo los dos primeros equipos pasan a la fase final. El ganador viajará a Madrid, donde podrá luchar por er el mejor equipo español de lanzamiento de dardos electrónicos.

En los diferentes campeonator, torneos y ligas, las variantes de juego que más predominan son el cricket y el 501. En el primero de ellos, el objetivo principal es cerrar varios números asignados, que normalmente van del 15 al 20, más la diana.

Requiere más habilidades y estrategias en cada tirada para poder cerrar la partida con la máxima puntuación posible. Se puede jugar individualmente o en equipo. El equipo o jugador contrario debe tratar de conseguir tres puntos en cualquiera de estos números, cerrarlo y evitar que su adversario consiga puntuación. Gana el que más puntos consiga y no el que cierre primero el bloque de números.

En la siguiente variante de juego , cada equipo comienza su partida con 501 puntos. El objetivo de este juego es reducir esta puntuación hasta llegar a cero. Los jugadores requieren talento y habilidad a fin de demostrar su puntería al concluir el juego para cerrar el marcador.