El largo periplo para catalogar Bien de Interés Cultural el antiguo Mercado o cuartel de Santa Fe tuvo ayer la respuesta afirmativa del Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía, que dio su visto bueno para la inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz. Ahora queda lo más importante, que es la restauración del edificio que se encuentra cerrado desde hace más de una década.

Con esta catalogación culmina la tramitación de un expediente incoado el pasado 17 de marzo a iniciativa del Ayuntamiento de Huelva, con el que se consigue la máxima protección para este emblemático edificio.

Una muestra relevante de la arquitectura del hierro del siglo XIX; sobria y funcional

El alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, agradeció ayer tanto a la Junta de Andalucía como a los técnicos municipales "la diligencia, eficacia e interés demostrados para la declaración como Bien de Interés Cultural, en la tipología de monumento, de un edificio referente en la ciudad y muy valorado por los onubenses".

Cruz señala que "Huelva está de enhorabuena porque estamos protegiendo un edificio singular y relevante del siglo XIX, que presentó ideas innovadoras, principalmente en cuanto a la configuración de su cubierta y que forma parte no sólo del patrimonio histórico y arquitectónico, sino también del patrimonio emocional de los onubenses, por la fuerte presencia que sus diferentes usos han tenido en el día a día de la ciudad". El alcalde asegura que esta declaración es "un incentivo para el importante reto que tenemos por delante, con la recuperación y puesta en servicio del edificio para la ciudad de Huelva". "Es el primer paso -añade- con el que vamos a seguir contribuyendo a conservar, mantener e impulsar el Patrimonio Histórico de Huelva".

El alcalde recuerda que esta iniciativa se aborda desde el "compromiso firme con los ciudadanos para recuperar y poner en valor esta importante joya de nuestro patrimonio, tal y como recogimos en nuestro programa electoral".

El Cuartel de Santa Fe, en desuso desde hace doce años, es una construcción interesante. El inmueble incorpora los materiales constructivos propios de la Revolución Industrial y destaca por la depurada composición de su fachada de ladrillo, el academicismo que se deja ver en sus óculos y pilastras; así como por las cubiertas concéntricas de hierro y cristal.