El Cristo Yacente y el Señor de la Misericordia emocionan en Aracena y Cortegana a pesar de la lluvia
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Huelva/Aracena se vestía de luto el Sábado Santo para acompañar al Cristo Yacente, obra de Antonio Perea (1959), y a la Virgen de la Soledad, de Manuel Vergara (1936). Con media hora de moratoria, la Hermandad Sacramental del Santo Entierro de Cristo y Soledad de María comenzaron su estación de penitencia por las calles de la localidad serrana.
Estando el paso del Cristo yacente a la altura de la calle Rosario Cañizares, y el palio de la Soledad en la plaza Marqués de Aracena, empezó a llover de manera intensa, y se tuvo que suspender la procesión, resguardándose el Yacente en la iglesia de la Asunción y la Soledad se volvió a la iglesia del Carmen a “paso de lluvia”, tal y como se conoce en el argot del costalero, dándose por terminada la estación de penitencia.
El paso del Cristo se quedó en la parroquia de la Asunción ya que el restaurador del mismo así lo recomendó y para secarlo cuanto antes. El paso de palio de María Santísima de la Soledad ha llevado este año unas flores de cera estilo decimonónico, más acorde con una cofradía de rasgo fúnebre, y que desgraciadamente, debido a la lluvia, no ha podido revivir el encanto del final de su recorrido por las estrechas calles de su barrio, rumbo al Carmen. La Banda Municipal de Música de Aracena interpretó unas marchas en la iglesia del Carmen a la Virgen.
En Cortegana, la Hermandad del Santo Entierro procesionó al Señor de la Misericordia, obra del imaginero de El Viso del Alcor, Ramón Martín García de 2011, que a pesar del pequeño chubasco que cayó en un momento del recorrido, siguió su camino realizando toda la estación de penitencia. Cortegana recuperó en 2011 al Santo Entierro, 75 años después de que pereciera en el incendio de 1936. El paso es de caoba adquirido a la Hermandad del Calvario de la localidad cordobesa de Cabra.
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