Juan Manuel Díaz cabrera. presidente del banco de alimentos de Huelva

"La crisis está mejor pero no ha pasado, ese es el gran tema"

  • Hace un llamamiento a la sociedad onubense para que se implique en la Gran Recogida

  • La principal iniciativa de la asociación tendrá lugar en la provincia el 30 de este mes y el 1 de diciembre

Juan Manuel Díaz Cabrera, durante la entrevista.

Juan Manuel Díaz Cabrera, durante la entrevista. / Josué Correa

Tiene la honestidad en su palabra y no descansa para ver una Huelva sin hambre en su estómago. La jubilación solidaria no existe en su diccionario y aspira a sumar a cuantos más mejor a su equipo de luchadores. Así, mira a la juventud también porque es la clave del futuro y busca horizontes nuevos en la empleabilidad de aquellos que sufren o rozan la exclusión social. No sólo el hambre de los demás le quita el sueño, ya que la situación de los asentamientos es un tema que no tiene nombre para él. Y en esta línea busca llamar la atención de todos. De los de a pie y de las empresas. La pobreza es una lucha de todos y para combatirla los días 30 de noviembre y 1 de diciembre tendrá lugar la Gran Recogida de Alimentos en los principales comercios de Huelva. -Ya está en marcha la nueva campaña de la Gran Recogida. Cada año es un nuevo reto.

-El primer reto es consolidar el año anterior y el segundo intentar avanzar. El año pasado estuvimos, aproximadamente, en 138 tiendas entre Huelva y provincia, y este año aspiramos a estar en 142. El año pasado sacamos del orden de 135.000 kilos y este año esperamos superar los 140.000. Realmente es complicado porque la operación de la Gran Recogida hay que centrarla necesariamente en cadenas comerciales importantes, porque en tiendas pequeñas ni hay espacio para meter los materiales, ni hay espacio para que estén los voluntarios. Esto tiene una logística bastante compleja en el sentido de que hay que usar cajas grandes, cajas chicas, bolsas o petos. Una serie de materiales que hay que repartir por todas las tiendas. Y por lo tanto, creo que estamos muy a tope de las tiendas posibles en la provincia. Con lo cual, el avance sobre este año será muy poco significativo por falta de posibilidad. Pero bueno, me contento con mantener y, en lo posible, hacer un pequeño avance.

-¿La organización es clave para conseguir el éxito?

-La clave son los voluntarios. Sin voluntarios esto no tiene sentido hacerlo, ya que en la puerta de cada tienda tenemos como mínimo una pareja que invita a los clientes a que nos ayuden. Les sugieren una serie de alimentos y luego el cliente hace lo que estime oportuno. Sin estos voluntarios, poniendo carteles o cajas en las tiendas, no se obtendría ningún éxito. Yo hago un llamamiento para tener los voluntarios necesarios con los que poder completar estas 140 tiendas mencionadas ¿Los tenemos? se puede decir que casi los tenemos, pero nos hacen falta más. El año pasado tuvimos del orden de 2.500 personas entre Huelva y provincia. Pensemos que la Gran Recogida son dos días, que cada día se cubren 12 horas de horario comercial de cada tienda y que normalmente los turnos del voluntario son de tres horas, con lo cual el número de colaboradores por tienda es importante. Este año no llegamos con menos de 2.500. A día de hoy no los tenemos cubiertos, aunque es verdad que falta un mes todavía y confiamos en tenerlos. El llamamiento que quiero hacer es que seamos generosos, que pensemos que esto es para los demás y que tres horas en nuestra vida un día no es nada.

-Cuando termina el año reparten 3 millones de alimentos. ¿Asusta el número debido a la patente necesidad que existe en la provincia?

-Tres millones fue lo que repartimos en todo 2017. Cuando empezamos con la Gran Recogida (2012) recogimos 70.000 kilos y hoy estamos en 140.000, igual pasa a nivel global. Hoy estamos en 3 millones y en aquella época logramos millón y pico. A nivel global hemos ido teniendo afortunadamente un avance. ¿Por qué? porque hay necesidad y quizá no lo detectamos cada uno en nuestra burbuja en la que nos movemos día a día, pero sin embargo existe en las ciudades, en el campo, en los asentamientos... Ahora mismo ayudamos a unas 13.500 personas y eso teniendo en cuenta que es lo que aporta el Banco de Alimentos, pero además Cruz Roja da otros tantos, Cáritas, Manos Unidas y otras ONG ayudan también con cantidades significativas. La crisis está mejor pero no ha pasado, ese es el gran tema, y siguen haciendo falta alimentos.

-¿Cuál es la situación de pobreza en la provincia?

-Por desgracia lo hemos leído en la prensa hace días. Estamos a la cabeza del paro a nivel de las provincias de España, con un 26% aproximadamente. De Madrid para abajo, Huelva por delante entre las que tienen más escasez. En definitiva, seguimos teniendo bastante necesidad de tener que suministrar a esas 13.500 personas. La situación es grave todavía.

-¿No se nota una mejoría con el paso de los años?

-Sí se ve una mejoría. Nosotros hemos llegado a tener a 22.000 beneficiarios y por una serie de razones han bajado a los 13.500 actuales. Eso lo que nos dice es que va mejorando, pero que está todavía en una situación realmente preocupante. Sí se ve la mejoría, confiemos en que se siga viendo y que cada vez la necesidad de alimentos sea menor. Sin embargo, ese no es un horizonte que veamos a las claras hoy, porque 13.500 siguen siendo muchas personas.

-Ha dicho usted que hay zonas muy endémicas y que las personas afectadas tienen pocas posibilidades de salir de ahí.

-Claro, yo el otro día en la presentación de la Gran Recogida lo que dije es que los últimos números de la FAO reflejan que en el mundo puede haber 825 millones de personas que pasan hambre. Y lo que todavía es más grave es que el 90% de esas personas no están en zonas conflictivas o de guerra, y que por lo tanto está muy endémica la pobreza. En Huelva creo que pasa un poco eso, no al nivel del dramatismo mundial, evidentemente, pero creo que hay zonas en las que la pobreza está como muy enclaustrada, que es muy difícil salir de ella. Por muchas razones, entre otras, están la formación y la edad.

-Uno de los proyectos del Banco de Alimentos para el año que viene es la Formación Profesional para personas en riesgo de exclusión social.

-Pensando en lo anterior, nosotros creemos que es necesario abordar otros campos, manteniendo la entrega de alimentos como primer objetivo del Banco y de momento lo seguirá siendo. Uno de esos campos es el de la empleabilidad y para ello este año hemos dado un curso piloto de almaceneros y carretilleros y tenemos en proyecto, si se nos conceden las subvenciones que tenemos pedidas al respecto, dar un mínimo de 6 cursos en el año. Cursos variados que están orientados a lo que los empresarios dicen que más demanda el mercado. Puede ser uno de almacenero, dependiente de bar, de tienda, camarera de piso... Están orientados fundamentalmente a nuestros beneficiarios, a los que están en exclusión o cerca de la exclusión social y esperemos que si tenemos las subvenciones podamos darlos y podamos conseguirlo.

-¿Cómo está la situación de las subvenciones?

-Nosotros y las ONG vivimos de las subvenciones, evidentemente. No tenemos un recurso propio que generemos por una actividad concreta. De hecho, lo que hoy tenemos de presupuesto, que es para mantener la actividad, se mantiene básicamente por subvenciones. Lo que ocurre es que conforme quieres avanzar más como con la empleabilidad o la formación, hacen faltas cantidades adicionales de recursos económicos. ¿Cómo está el conseguir esto? Históricamente ha habido dos canales de conseguirlo. Uno es a través de lo público y otro de lo privado. Diría que lo público está complicado, no va al alza, sino que quizá vaya a la baja. Por tanto, sin olvidar lo público, nosotros estamos centrándonos lo máximo posible en lo privado. Dentro de lo privado hay muchas oportunidades en España afortunadamente, a través de subvenciones de fundaciones y de otros organismos que pueden facilitar esa viabilidad. ¿Qué ocurre? que para la convocatoria a la que antes nos presentábamos 20, ahora somos 200. Pero bueno, nosotros tenemos moral en ese sentido y estamos tratando de no desaprovechar las que surjan.

-¿Ve el mismo nivel de pobreza en Huelva que el existente antes de la entrada del Banco de Alimentos?

-Mi mundo era, por una parte, el de refinería hasta 2009 y después, el de la consultoría hasta 2012. Te digo con toda honestidad que mi trato con el sector necesitado casi no existía, se puede decir. Cuando te metes un poco te quedas muy sorprendido, sobre todo con los asentamientos, que son un tema que no tiene nombre, que estemos permitiendo que las personas vivan en las condiciones que viven. ¿Cómo lo veo yo? Creo que se está avanzando pero queda mucho por hacer. Hay que distribuir más la riqueza, hay que dar una habitabilidad mínima decorosa a los que vienen a ayudarnos y ahí hay que hacer una labor en conjunto de la administración y los empresarios para conseguir que se reúnan las condiciones adecuadas. No olvidemos que nos están ayudando. Cuando íbamos nosotros a Alemania no se vivía en una choza en el campo, se vivía, mejor o peor, en una casa.

-¿Se puede afirmar que Huelva es una provincia solidaria?

-A nivel individual es solidaria porque lo demuestran estas campañas que hacemos. A nivel más global creo que hay provincias más solidarias, para qué te voy a decir lo contrario. Creo que tenemos que mentalizarnos a nivel de grandes empresas, de organismos de cierto tamaño... de que de alguna manera ellos tienen que participar en paliar las necesidades de Huelva. El tema tan manido de la Responsabilidad Social Corporativa, que yo he sido un enamorado de eso mientras he estado en refinería y que he tratado de impulsarlo al máximo, es una realidad. Yo decía siempre cuando estaba en refinería que hay que ser un buen vecino. Y para ser un buen vecino te tienen que querer y tú tienes que querer a los demás vecinos. ¿Cómo quiero a los demás vecinos? Ayudándolos, y los ayudas de 20.000 formas. Y una de ellas es participando en disminuir la pobreza; creo que algo más se puede hacer.

-¿La juventud de Huelva está concienciada de que existen miles de personas que pasan hambre?

-No estoy seguro. No te puedo decir ni rotundamente sí ni rotundamente no, porque hasta lo que yo conozco no lo sé. Pero creo que, probablemente, no lo suficiente. Y no porque ellos no quieran. Debe ser por un defecto de información, que no les llega la adecuada para que sepan la realidad de las cosas. Quizá tengamos que hacer un esfuerzo todos los que estamos en esta actividad para hacerles conocer la realidad de Huelva y por qué es necesaria su colaboración. El ser voluntario es un ejemplo. Hay bastante que avanzar. Tendremos que echar horas para conseguirlo porque la clave del futuro está en la juventud y sin ella lo tendremos siempre peor que con ella.

-El año que viene pretenden dar desayunos en los colegios.

-Nos hemos encontrado con que muchos niños llegan sin desayunar al colegio. No somos expertos y nos hemos tenido que asesorar en la Delegación de Educación de la Junta. Hemos visto que hay un área de debilidad en la sociedad que vivimos y hemos pensado poner un granito de arena. Estamos abordando proyectos que requieren subvención. Creemos que es una injusticia social tremenda, es un problema físico y de salud, y todo ello en la parte más sensible de la población: en la infantil. Si conseguimos la subvención daríamos desayunos infantiles a una serie de colegios coordinados por la Delegación para paliar al máximo posible ese déficit.

-Es muy duro escuchar en 2018 que hay niños que llegan al colegio sin desayunar.

-Es durísimo. Yo personalmente no lo vivo porque no estoy en el colegio, pero ni siquiera como ciudadano me pegaba que fuera así, pero los técnicos dicen que es así. Es lo de siempre, vivimos en nuestra burbuja y sólo vemos lo que se ve desde ella y hay mucho más allá. Si le preguntas a alguien en la calle Concepción sobre su opinión sobre los asentamientos, probablemente le cueste definir qué es un asentamiento en el sentido de que no lo ha visto en lo físico. Cuando llegue al asentamiento se va a poner a temblar, eso seguro.

-¿Un deseo?

-Que nos salga bien la Gran Recogida y que la ciudadanía se eche para adelante. Es muy fácil hacerse voluntario. Sólo hay que venir a la calle Berdigón 29, llamar al 959251028 o entrar en la página web. Con eso automáticamente lo tramitaremos y ubicaremos el día que le interese, así como la hora y la zona donde le interese.

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