El cribado de cáncer colorrectal salva vidas en Huelva: "No tengo boca suficiente para agradecer la agilidad con la que me trataron"

"Ahora estoy genial, he vuelto a recuperar mi color y hasta hoy he cogido medio saco de cemento como si fuera cualquier cosa que no pesa". Así de feliz se muestra Dolores Tirado, una octogenaria que ha logrado recuperarse de su cáncer de colon gracias al diagnóstico temprano a partir del programa de cribado del hospital Infanta Elena de Huelva capital. "Comencé a cansarme muchísimo en pequeñas cuestas, me ahogaba", explica a este periódico Dolores, quien recuerda que fue derivada a Medicina Interna y, seguidamente, "me hicieron una colonoscopia al haberme detectado sangre en las heces". Y, en tiempo récord, esta paciente fue intervenida, "habiendo pasado solo algunos días desde que entrase en este programa de cribado", por lo que "no tengo boca suficiente para agradecer la agilidad con la que he sido intervenida de mi tumor", asegura esta paciente de 78 años.

El cáncer colorrectal es "uno de los tumores más frecuentes en los países desarrollados, con una incidencia que va en aumento en las últimas décadas", subrayan a esta Redacción Domingo Pérez y Alberto Naranjo, ambos facultativos especialistas en Aparato Digestivo de la Unidad de Aparato Digestivo del hospital Infanta Elena. Además, prosiguen, "hay estudios que indican que las áreas con mayor prevalencia en España están en el sur", figurando Huelva entre ellas. Tal es la prevalencia, que los datos Globocan de la Organización Mundial de la Salud lo sitúan como el tercer cáncer más común diagnosticado en hombres y el segundo en mujeres a nivel mundial.

La nota positiva es que, como sucede en el caso de Dolores Tirado, "el cáncer de colon se puede curar en un 90% de los casos si se detecta en estados iniciales o en forma de lesiones premalignas", según especifican los doctores, quienes ponen de manifiesto "la gran diferencia que marca" la detección precoz de este tumor. De ahí que resalten la importancia de participar en el programa de cribado de cáncer de colon, que está extendido al 99% de la población diana de Andalucía.

"Todas las personas que cumplen 50 años reciben una carta en su domicilio invitándolas a participar en el cribado mediante una prueba de sangre oculta en heces", sostiene ambos especialistas, quienes añaden que "si el resultado es positivo, se realiza una entrevista en el centro de salud y, si procede, una colonoscopia". Lamentablemente, "la participación en estos cribados no es tan alta como quisiéramos", pues solo la mitad de las personas que reciben la carta contestan afirmativamente y, de este grupo, "un 39% finaliza el proceso". En este sentido, prosiguen Pérez y Naranjo, "de los ciudadanos que han participado, un 5% de los casos ha dado positivo en el test de sangre oculta en heces y se han tratado", lo que redunda en "un importantísimo beneficio para las personas a las que se les ha evitado el desarrollo de un cáncer colorrectal".

La detección temprana es una de las razones que explican la disminución de la tasa de mortalidad por cáncer colorrectal desde mediados de la década de 1980, un hecho que también se atribuye a los tratamientos cada vez más efectivos y de mayor calidad.

Precisamente, fue el diagnóstico precoz el que salvó a Rosa María Villalba de un pronóstico mucho más desfavorable del que tuvo. "Los médicos me dijeron que, si hubiera tardado uno o dos meses más en hacerme el cribado, la situación hubiera sido mucho más dramática", asegura a este diario esta paciente que, con solo 40 años, fue diagnosticada el pasado año de cáncer de colon en Huelva. "Me operaron de un quiste en el ovario y, a partir de ahí, fui consciente de que me costaba mucho ir al baño. Fue la primera señal de alerta, la que me animó a ir a Digestivo y a hacerme una colonoscopia, momento en el que me detectaron un bultito de seis centímetros. Era muy raro en alguien de mi edad", expresa. Afortunadamente, la detección temprana permitió atajarlo "con agilidad y a día de hoy, tres meses después de mi operación en el Infanta Elena, puedo decir que estoy fantástica".

Preguntados acerca del aumento de la prevalencia de este tipo de tumores, los doctores del hospital Infanta Elena coinciden en señalar como causa principal a que, "gracias a los programas de cribado y a la mejora en la calidad de las endoscopias, ahora se diagnostica más". Solo en este centro hospitalario de la provincia de Huelva se realizaron en 2024 un total de 3.338 endoscopias, de las que 1.723 fueron endoscopias orales y 1.615 fueron colonoscopias. Unos números tan elevados que obedecen, igualmente, a la reciente implantación de una consulta de alto impacto "para agilizar el diagnóstico de los casos que tenemos". La misma, que echó a andar el pasado septiembre, es liderada por dos de los siete especialistas de Aparato Digestivo del Infanta Elena y hasta la fecha "podemos decir, con total certeza, que hemos podido diagnosticar y tratar a pacientes de manera mucho más rápida, lo que mejora considerablemente su pronóstico y calidad de vida", según Domingo Pérez y Alberto Naranjo.

Entre los factores de riesgo detrás del cáncer colorrectal, los dos facultativos recuerdan que, "como en casi todos los tumores, no hay una causa única, sino que puede obedecer a una cuestión multifactorial". De hecho, destacan, "siempre pueden estar detrás de ellos un componente genético o factores ambientales y mutaciones que pueden desarrollarse a lo largo de la vida". Eso sí, aunque no se pueda eliminar completamente el riesgo, "sí que lo reduce significativamente la adopción de hábitos de vida saludable".

Estilos de vida como el sobrepeso y la obesidad, el consumo de alcohol, de tabaco y de carnes rojas y procesadas, o la diabetes son algunos de los factores de riesgo, que pueden ser contrarrestados con la práctica de actividad física moderada y una dieta baja en grasas y rica en verduras, frutas y fibra. No es más que eso. La prevención es la "mejor arma para cuidar de la salud" y, en el caso del cáncer de colon, es fundamental la adopción de un estilo de vida saludable y la detección precoz.

Advierten, asimismo, los doctores Naranjo y Pérez que hay algunos signos de alerta, como "los cambios bruscos en el hábito intestinal, la pérdida de peso sin explicación o la presencia de sangre en las heces". Sin embargo, esto no significa que las personas asintomáticas no puedan estar padeciendo este tipo de cáncer. Por ello, el equipo de Aparato Digestivo del Infanta Elena ofrece todas las facilidades posibles a los onubenses para que participen en su programa de cribado, con el objetivo de detectar cualquier anomalía a tiempo y aumentar las posibilidades de curación y reducir la necesidad de tratamientos invasivos.